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¡El Supremo anula el infame indulto del PSOE al banquero Alfredo Sáenz!

Fuentes: Rebelión

¡Por fin una buena, una excelente noticia en casa de los pobres! Estarán de los nervios-nerviosos. ¡Les han tocado un pelo y a uno de los suyos! Un breve resumen de la historia previa. Tomo pie en la información de Público.es [1]: la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó condena firme contra Alfredo […]


¡Por fin una buena, una excelente noticia en casa de los pobres! Estarán de los nervios-nerviosos. ¡Les han tocado un pelo y a uno de los suyos!

Un breve resumen de la historia previa. Tomo pie en la información de Público.es [1]: la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó condena firme contra Alfredo Sáenz en febrero de 2011. Se trataba de un delito de acusación falsa contra varias personas que habría cometido en 1994 (Sáenz era entonces presidente de Banesto), que permitió la presentación de una querella contra varios empresarios por estafa y alzamiento de bienes, «a sabiendas que los hechos que se les imputaban eran inciertos». El juez Lluís Pasqual Estevill, convergente donde los haya y hubiera, admitió a trámite la querella y ordenó el ingreso en prisión de Luis Fernando Romero y Pedro María Olavaria, a quienes, además, «les reclamó una fianza de responsabilidad civil de 750 millones de pesetas de la época» (El magistrado en cuestión, que había llegado a ser vocal del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de CiU, era muy amigo del entorno Pujol, fue condenado en 1996 por el Supremo por delitos de prevaricación y detención ilegal).

Pues bien, el Tribunal Supremo ha anulado el indulto (publicado en el BOE de 10 de diciembre de 2011) al banquero Alfredo Sáenz. El argumento desplegado: «el Gobierno se extralimitó al perdonarle también sus antecedentes penales (se cancelaron), lo que le permitió seguir ejerciendo de consejero delegado del Banco Santander».

Así, pues, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha anulado este pasado martes, 12 de febrero, el indulto concedido -el último o penúltimo de los indultos zapateriles- en noviembre de 2011, por el entonces Gobierno en funciones (¡en funciones!) de José Luis Rodríguez Zapatero, al consejero delegado del Banco Santander Alfredo Sáenz.

En el texto de la medida de gracia, el Ejecutivo PSOE incluyó que se extendía no sólo a los tres meses de arresto impuestos al vice del Santander sino también a «cualesquiera otras consecuencias jurídicas o efectos derivados de la sentencia, incluido cualquier impedimento para ejercer la actividad bancaria, a condición de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de 4 años». Más claro el agua clara. ¿Por qué se operó de este modo? El punto está en la i y la tilde en los créditos.

La decisión ha sido adoptada por unanimidad de los ocho magistrados de la Sección Sexta de la Sala. El tribunal ha estimado el recurso de «Pedro María Olabarría y los hermanos Luis Fernando y José Ignacio Romero García, que resultaron perjudicados en su día por el delito de acusación falsa por el que fue condenado Sáenz». Los tres recurrieron el indulto al considerar que suponía, como realmente sucedió, «una cancelación de los antecedentes penales de Sáenz para la que el Gobierno carecía de competencia».

El Gobierno se saltó de este modo el real decreto de 1995, también de un gobierno PSOE, sobre régimen jurídico de los bancos. Establece «en su artículo 2 que no tendrán «honorabilidad» para formar parte de consejos de Administración de un banco quienes tengan antecedentes penales». Se borran antecedentes penales y ya está. Hecha la ley, hecha la trampa. Yo me lo guiso y luego doy de comer a otros cuando es conveniente.

¿Cuándo abandonará el señor Sáenz su cargo de consejero delegado del gran Banco de Santander? Estamos ansiosos.

Nota:

[1] http://www.publico.es/dinero/450569/el-supremo-anula-el-indulto-al-banquero-alfredo-saenz

Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.