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El trágico balance de la guerra sucia de Estados Unidos contra Cuba es de más de cinco mil víctimas (I)

Fuentes: Cubadebate

El pueblo cubano es uno de los que más ha sufrido a causa del terrorismo El próximo 22 de abril se cumplen 35 años del acto terrorista ejecutado contra la Embajada de Cuba en Lisboa, Portugal. Como consecuencia, dos familias cubanas quedaron enlutadas para siempre. En un humilde hogar de La Habana tres niños lloraban […]

El pueblo cubano es uno de los que más ha sufrido a causa del terrorismo

El próximo 22 de abril se cumplen 35 años del acto terrorista ejecutado contra la Embajada de Cuba en Lisboa, Portugal. Como consecuencia, dos familias cubanas quedaron enlutadas para siempre. En un humilde hogar de La Habana tres niños lloraban la muerte de su madre, la joven Adriana Corcho Calleja, de 34 años. En otra casa de familia sucedía algo similar, cuando dos niñas sufrían la pérdida irreparable de su padre, Efrén Monteagudo Rodríguez, de 35. Este suceso no debe estimarse como un hecho aislado. Desde el triunfo de la Revolución cubana el gobierno de los Estados Unidos y sus servicios de inteligencia comenzaron a tejer una larga cadena de agresiones y actos terroristas, que han provocado más de cinco mil víctimas entre muertos y heridos, incluyendo ancianos, mujeres, jóvenes, adolescentes y niños.

El Primero de Enero de 1959 se produjo la huida de Fulgencio Batista y el triunfo de la Revolución cubana. A partir de ese momento, las primeras medidas adoptadas estuvieron en consonancia con el compromiso contraído con el pueblo desde los días de la lucha clandestina y la guerra de liberación: la destrucción del viejo aparato estatal y el procesamiento jurídico de los más connotados criminales de guerra y torturadores, que al servicio de la tiranía batistiana habían cometido numerosos y horrendos crímenes.

En medio de estos profundos cambios conceptuales y estructurales, que removieron las bases de la nación y fueron creando las condiciones para construir una nueva sociedad, el gobierno norteamericano de Dwight D. Eisenhower suspendió la asignación de créditos y desencadenó una sistemática campaña de calumnias contra Cuba, con el objetivo de ahogar el proceso de transformaciones y justicia social que tenía lugar en toda la isla.

Simultáneamente, en distintas regiones montañosas se produjeron alzamientos armados de ex militares de la tiranía batistiana que pretendían evadir la aplicación de las leyes revolucionarias. En agosto de 1959, después de varios meses de conjura y confrontaciones, fue derrocada una conspiración yanqui-batistiano-trujjillista con la que pretendieron derrocar la naciente Revolución. En septiembre de ese la CIA comenzó a preparar una invasión militar.

El 21 de octubre se produjo la detención del comandante Huber Matos, principal responsable de una sedición militar en Camagüey. Ese mismo día el traidor Pedro Luis Díaz Lanz sobrevoló la capital del país en una agresión artera, causando 2 muertos y 45 heridos, así como el pavor en el pueblo. Ambos hechos eran parte de una confabulación dirigida por las más altas esferas del gobierno norteamericano.

El 4 de marzo de 1960, cuando el vapor francés La Coubre desembarcaba en el puerto de La Habana un cargamento de municiones y granadas de fusil, que Cuba había comprado en Bélgica para garantizar su defensa, tuvo lugar una explosión que provocó alrededor de 100 muertos y 34 desaparecidos (incluyendo 6 marinos franceses). Hubo unos 400 heridos. En la despedida de duelo a los caídos surgió parte de la consigna, que ha guiado al pueblo de Cuba en estos largos años de luchas y de victorias: Patria o Muerte. Dos semanas después Eisenhower suscribió un documento titulado Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro.

Durante el verano comenzaron a sistematizarse los alzamientos y las infiltraciones de grupos armados. Se intensificaron los sobrevuelos de aeronaves piratas y el bombardeo de ciudades, poblaciones rurales, centrales azucareros y cañaverales. Con la falsa Ley de Patria Potestad y la Operación Peter Pan para separar a los padres de sus hijos, en los próximos veinte años la CIA sacó de Cuba un total de 14 048 niños.

El 3 de enero de 1961 el gobierno de Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas con Cuba. Dos días después una banda de alzados dirigida y apoyada por la CIA asesinó al maestro voluntario Conrado Benítez García, de 18 años y al campesino Eliodoro Rodríguez Linares, de 31. A partir del 6 de enero mediante la Operación Silencio, de la CIA, se produjeron seis lanzamientos de paracaídas con armas sobre el Escambray. Estaban dirigidos al principal cabecilla de alzados que esa agencia había designado para apoyar la invasión, pero fueron ocupados por las Milicias. Se intensificaron los sabotajes. El 28 de febrero explotó una bomba en la Escuela de Secretariado Nobel Academy, de la Víbora, donde fueron gravemente heridas una profesora y siete alumnas.

En horas de la madrugada del 13 de marzo una lancha pirata atacó con fuego de ametralladoras la refinería «Hermanos Díaz» de Santiago de Cuba, provocando la muerte del marinero René Rodríguez Hernández y heridas a un miliciano que se encontraba en La Socapa. Los proyectiles perforaron tres tanques de combustible. La torre atmosférica -de 107 pies de altura- destinada a la destilación de petróleo, recibió el impacto de un proyectil de cañón de 57 milímetros, que desató un incendio.

El 13 de abril un grupo de elementos contrarrevolucionarios provocaron el incendio de la tienda El Encanto, donde perdió la vida la trabajadora Fe del Valle Ramos y fueron heridas 18 personas. A finales de la primera semana de abril, la Operación Jaula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias redujo al mínimo los casi 700 bandidos que la CIA había logrado establecer en el Escambray y los obligó a dispersarse.

El 15 de abril varios aviones con falsas insignias cubanas bombardearon los aeropuertos de Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad. En este último lugar se reportaron 8 muertos y 53 heridos. El 16 en la despedida de las víctimas se proclama el carácter socialista de la Revolución, quienes murieron después lo hicieron defendiendo al socialismo. El 17 de abril se desencadenó la Operación Zapata de la CIA, que consistió en la invasión mercenaria de la Brigada 2506 por Playa Girón. Fue derrotada en unas 66 horas. Las bajas en las filas revolucionarias ascendieron a 176 muertos (incluyendo civiles) y unos 300 heridos, de ellos 50 incapacitados de por vida.

La Comisión Taylor del gobierno de Estados Unidos analizó las causas de la derrota. A partir de julio, por indicaciones de la CIA se inició un proceso de resurgimiento del bandidismo y fortalecimiento de la contrarrevolución en las ciudades. La agresión y la ilusión de una nueva invasión con participación directa de fuerzas militares norteamericanas, continuaron.

Durante todo el año las bandas de alzados intentaron hacer fracasar la Campaña de Alfabetización y cometieron asesinatos de maestros voluntarios, brigadistas alfabetizadores y campesinos que los apoyaban, pero no pudieron evitar que culminara exitosamente el 22 de diciembre con un acto central presidido por Fidel en la Plaza de la Revolución. Esta gesta heroica, que fue la batalla contra el analfabetismo este año cumplirá medio siglo.

En 1962 el gobierno norteamericano desencadenó la Operación Mangosta, que intentaba derrocar a la Revolución, un nuevo fiasco de la CIA, se puso en marcha. El 7 de febrero comenzó oficialmente el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, que es ya el más prolongado de la historia. El 12 de abril fue asesinado el obrero Francisco Rodríguez García en la Base Naval de Guantánamo. El 14 de julio fue asesinado el pescador Rodolfo Rosell al ser atacado su pesquero por soldados de esa instalación militar. Se incrementaron las infiltraciones por vía marítima, el terrorismo de las bandas de alzados y los sabotajes de las organizaciones contrarrevolucionarias. Fue el año en que las bandas de alzados cometieron más crímenes. Esta nueva escalada agresiva fue dirigida y controlada personalmente por el Presidente y el Fiscal General de los Estados Unidos. Los planes para asesinar a los principales líderes de la Revolución se incrementaron.

El 24 de enero de 1963 una banda de alzados atacó una vivienda campesina en Bolondrón, Matanzas, provocando la muerte de dos niños y graves heridas a otros dos y la madre. En abril se comenzó a desencadenar el Programa de Múltiple Vía de la Administración Kennedy. El 5 de septiembre, una bomba de fabricación norteamericana, lanzada por un avión procedente de la Florida, cayó encima de una vivienda en Santa Clara, causando la muerte del maestro Fabric Aguilar Noriega, de 27 años de edad. Resultaron gravemente heridos sus hijos de 2, 3 y 5 años. Se produjeron más sabotajes. En ese año se registran 148 actos de terror consumados.

En 1964 se incrementaron las operaciones marítimas y aéreas contra el territorio nacional. Comenzaron a desarrollarse las Operaciones Autónomas de la CIA, mediante grupos armados que partían desde campamentos radicados en Centroamérica para lanzar ataques contra la isla. Al igual que en el año precedente se ejecutaron 134 actos de terror.

El 5 de julio de 1965 fue capturada la última banda de alzados que mantenía su estructura en todo el territorio nacional. El 26 de julio Fidel Castro anunció que el bandidismo había sido derrotado. También era una nueva derrota para la CIA que lo había dirigido desde 1960. Entre 1959 y 1965 las bandas cometieron 196 crímenes y causaron enormes daños materiales. Cerca de 150 escuelas rurales fueron incendiadas, de ellas 85 totalmente destruidas. Ese año además se realizaron 100 actos de terror

El 21 de mayo de 1966 alrededor de las siete de la noche, un soldado norteamericano realizó un disparo de fusil hacia las postas cubanas. Resultó muerto el soldado Luis Ramírez López. El Gobierno Revolucionario acusó al gobierno de los Estados Unidos como responsable de las provocaciones que partían desde ese territorio ilegalmente ocupado.

El 2 de noviembre el gobierno de Estados Unidos aprobó la asesina Ley de Ajuste Cubano para estimular las salidas ilegales de la isla y mantener en crisis las relaciones bilaterales. Como consecuencia, durante los últimos 45 años una cifra indeterminada de ciudadanos de diferentes edades han muerto ahogados o han sido alimento de los tiburones en el Estrecho de la Florida. El Gobierno Revolucionario ha reiterado en múltiples ocasiones que ese engendro debe cesar y que la emigración hacia Estados Unidos, debe ser organizada, segura y de manera legal.

El 31 de mayo de 1967, la organización contrarrevolucionaria Acción Cubana Nacionalista, encabezada por el terrorista Orlando Bosch Ávila, logró colocar una bomba de magnesio en el pabellón de Cuba en la Expo’67, una exposición internacional que tenía lugar en la ciudad de Montreal, en Canadá. Se produjo un intenso fuego y fue necesario movilizar a los bomberos para sofocarlo. Las pérdidas materiales fueron considerables. Se incrementó el terrorismo contra las representaciones cubanas y su persona en el exterior y contra los intereses de países que mantuvieron las relaciones con Cuba, no obstante las presiones de Estados Unidos, para el aislamiento diplomático, comercial, financiero y de todo tipo para derrocar a la Revolución.

El 15 de octubre el Movimiento Nacionalista Cubano colocó otro artefacto explosivo en la oficina de Cubana de Aviación, en Montreal, Canadá, provocando grandes daños materiales que fueron valorados en unos 25 mil dólares. El día 21 la misma organización colocó otra bomba en la Oficina Comercial de Cuba en la misma ciudad, ocasionando daños considerables. El 29 de diciembre de 1967 fue derribada la avioneta Taylor Craft, matrícula N‑96467, cerca de Cayo Bahía de Cádiz, al norte de Las Villas, cayendo en Cayo Falcones. Fue capturado su piloto, el norteamericano Everett D. Jackson, de 27 años, residente en California, quien declaró haber salido desde el aeropuerto de Homestead, en la Florida. Momentos antes de ser derribado, había lanzado un paracaídas que contenía una carabina M‑1, una mira telescópica, 6 depósitos y 200 cartuchos, 2 cámaras fotográficas y su telefoto, un prismático y mapas en escala militar. Sería el año de un cambio en la modalidad agresiva, mientras las fracasadas incursiones marítimas y aéreas contra el territorio nacional disminuyen, se incrementa el terrorismo en el exterior. Era sólo el preludio de la ola agresiva del año siguiente.

En 1968 se produjo un incremento del terrorismo contra intereses y personal de Cuba en el exterior y contra otros países que mantuvieran nexos con la Isla. Poder Cubano, el Movimiento Nacionalista Cubano y otros grupos fascistas de cubanos extremistas ejecutan 94 actos de terror, la mayoría dentro del territorio de Estados Unidos, país que después de Cuba ha sido el más afectado por el flagelo que sus administraciones gestaron, armaron, entrenaron, dirigieron y toleran aún.

La política hostil de sucesivas administraciones había tenido su primera década de derrotas, pero seguiría empecinada en alcanzar sus objetivos imperiales condenados igualmente al fracaso.

Fuente:http://www.cubadebate.cu/opinion/2011/03/28/mas-de-cinco-mil-victimas-el-tragico-balance-de-la-guerra-sucia-de-estados-unidos-contra-cuba-i/