Probablemente sea innecesario volver sobre ello, es cosa sabida, pero es necesario recordar y homenajear a las personas asesinadas y tomar consciencia de las verdaderas dimensiones del horror, no siempre suficientemente aquilatadas, del fascismo español. No tengo documentación precisa pero acabo de oír la noticia en un informativo. Se ha levantado en Benageber una fosa […]
Probablemente sea innecesario volver sobre ello, es cosa sabida, pero es necesario recordar y homenajear a las personas asesinadas y tomar consciencia de las verdaderas dimensiones del horror, no siempre suficientemente aquilatadas, del fascismo español.
No tengo documentación precisa pero acabo de oír la noticia en un informativo. Se ha levantado en Benageber una fosa donde estaban enterrados ocho trabajadores asesinados en 1947, casi una década después del triunfo del levantamiento militar franquista, ocho años después de la derrota republicana
Los trabajadores asesinados trabajaban en la construcción de lo que ahora es el embalse-presa de Benageber, en Valencia. Su crimen: haber dado comida a los maquis, a la heroica resistencia guerrillera contra el dominio, la consolidación y perpetuación de los amigos y aliados del nazismo alemán y el fascismo italiano.
Nada más, sólo eso. Dar probablemente un trozo de pan y agua a luchadores comunistas o anarquistas que combatían la perpetuación de uno de los regímenes políticos más criminales de la segunda mitad del XX les costó la vida, les fue la vida en ello. No estábamos en plena guerra civil ni en la inmediata posguerra. Los trabajadores asesinados no eran militantes de ningún partido ni de ningún sindicato. Fue un detalle de humanidad.
Ni que decir tiene que nadie ha sido juzgado ni condenado por ello. El fascismo español era y es intocable. Mirado con perspectiva histórica probablemente no exista una situación política similar en todo el mundo. Un silencio, jurídicamente protegido, sobre miles y miles de asesinatos, ninguno de ellos considerado víctima del terrorismo del Estado franquista.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.