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En 2010 Donostia investigará células-madre

Fuentes: Maverick Press

Juan Carlos Izpísua (California) coordinará el proyecto

SE TRATA de un cerebro excepcional que diversas instituciones vascas han convencido para que coordine una etapa del futuro laboratorio de células madre con que va a contar Donostia, ciudad cuyos prohombres desean recuperar, desde su condición actual de emporio de servicios, veraneo glamouroso y festivales de cine, para la ciencia y la cultura, incluida la biotecnología, la robótica y otros sectores enigmáticos del progreso, el desarrollo y la ilustración contemporánea. No olvidemos la pretérita condición donostiarra de enciclopedista y masónica, allá por los días del atraso rural. El cerebro en cuestión pertenece a un vasco, Juan Carlos Izpísua, cuyos 43 años lo convierten en sabio precoz que desde los 32 dirige en el Instituto Salk de California el laboratorio de Expresión Genética. Sus investigaciones resultan trascendentales, se desprende de su currículo, en este nuevo mundo fáustico que pretende luchar contra las endemias y pandemias a través del gen. El antedicho Izpísua está especializado en mecanismos de regeneración de tejidos y órganos en vertebrados, orden al cual pertenece el sapiens que, aunque parezca mentira, nos contiene.

El plan de desarrollo tecnológico-cultural-futurista de la capital guipuzcoana está previsto en su completud para muy pronto, 2010. Ello supone una cierta tardanza para muchos aquejados. Bienhallados sean, empero, esos progresos. Porque el joven profesor se propone, entre otras materias afines, la consecución a través del pez-cebra y las células madre ingredientes químicos capaces de convertirse en medicamentos dirigidos a enfermedades complicadas o crónicas. Esta investigación inicial se centra en dolencias cardiovasculares, concretamente, y en la posibilidad de prevenirlas y/o tratarlas en un futuro, se supone, menos próximo que la fecha arriba citada.

En la Comunidad Autónoma Vasca la Universidad procura una de las más altas tasas europeas de titulados de edades comprendidas entre los 20 y 29 años en materias como la que ha hecho célebre a Izpísua (de USA).  La Consejería de Educación del Gobierno vasco ofrece un porcentaje comparado del 12% de universitarios con especializaciones en ciencia y tecnología frente a una media europea cuyo índice es del 9,3%. Más allá de las estadísticas y los cumlaudes se hallan, no se olvide, el talento, la vocación y las circunstancias adecuadas para que la sabiduría -distinta y superior al conocimiento- pueda desarrollarse en un futuro más o menos próximo. <>En el mismo informe se da cuenta de que el abandono prematuro de enseñanzas postobligatorias como el bachillerato o el ciclo de Formación Profesional Superior es inferior en Euskadi al europeo en su conjunto. No debe obviarse que la FP es instrumento imprescindible para auxiliar y cubrir procesos en investigación-punta como el que señalamos en titular. Para ello, el Gobierno vasco diseña un proyecto llamado II Plan Vasco de Formación Profesional, pendiente de aprobación, que contempla una vigencia que culminará en el 2007 y que presupuesta alrededor de 800 millones de euros. El 47% del alumnado vasco, casi la mitad, opta por esta rama pedagógica, que se imbrica de forma trascendental en la conformación del porvenir sociológico de la CAV. De entrada se procurará la potenciación de las nuevas tecnologías cibernéticas en las aulas, incluidos, por supuesto, los docentes, de modo que puedan asimilarse con eficacia las imparables innovaciones del sector. Se dispone ya de centro neurálgico para este propósito en un antiguo Instituro de FP de la ciudad de Errenteria. Allí realizarán sus primeras prácticas de tecnología-punta los profesores destinados a impartirlas posteriormente en los centros, o a utilizarlas como medios de enseñanza. En el texto que expone este II Plan Vasco de FP consta como señera particularidad la concesión de autonomía pedagógica y de gestión a los centros, de modo que cada zona pueda adaptar las materias y aprendizajes a las peculiaridades de su entorno industrial. Incluye asimismo la elaboración de un retículo interconectado para que tanto las técnicas como los resultados de los centros puedan ser compartidos e intercambiados por los responsables en la materia. Procuremos que, una vez aprovechados los pingües recursos, no tenga que emigrar la juventud brillante a otros territorios por ausencia de oportunidades.