Existen los que desean el hundimiento de la Revolución cubana, de cualquier Revolución claro, pero de la nuestra especialmente, por motivos económico-ideológicos (y hasta sentimentales). Son los conservadores, nuevos y viejos, los que usufructúan los privilegios del capitalismo, o los que se educaron para defender esos privilegios, aunque no los usufructúen. Pero existen también los […]
Existen los que desean el hundimiento de la Revolución cubana, de cualquier Revolución claro, pero de la nuestra especialmente, por motivos económico-ideológicos (y hasta sentimentales). Son los conservadores, nuevos y viejos, los que usufructúan los privilegios del capitalismo, o los que se educaron para defender esos privilegios, aunque no los usufructúen. Pero existen también los que se asoman al proceso revolucionario desde el púlpito de su Iglesia particular. Roque Dalton los definió magistralmente, en versos insustituibles: «Los que / en el mejor de los casos / quieren hacer la revolución / para la Historia para la lógica / para la ciencia y la naturaleza / para los libros del próximo año o el futuro / para ganar la discusión e incluso / para salir por fin en los diarios y no simplemente / para eliminar el hambre / para eliminar la explotación de los explotados». A Cuba, en años difíciles, le ha surgido una triste pléyade de sabichosos (como solía decir un viejo amigo), que comparte en esencia la crítica de los conservadores, aunque se proclama de izquierda, y solo se diferencia de aquellos en que declara la necesidad de –una vez destruida la Revolución actual–, construir otra mejor en el futuro. Piensan que no existen tiempos mejores que los que generan confusión para sentar cátedra con un supuesto y generalmente falso sentido común. Los conservadores sonríen y asienten complacidos. Jorge Ángel Hernández, escritor y ensayista cubano, discute en sus artículos el énfasis desmantelador de Roberto Cobas Avivar, opositor de la Revolución actual e «ideólogo» de la futura, más estadofóbico que un neoliberal. Dejo un párrafo de JAH y las coordenadas de la polémica.
http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2010/12/en-defensa-del-estado-revolucionario.html