Recomiendo:
0

Erradicar las plantillas excesivas

Fuentes: Granma

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuada el pasado diciembre, llamó a que el tema del empleo constituya una de las prioridades de este 2010, considerando el bajo nivel de productividad existente. El asunto se […]

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuada el pasado diciembre, llamó a que el tema del empleo constituya una de las prioridades de este 2010, considerando el bajo nivel de productividad existente.

El asunto se explica desde esta simple ecuación: mientras la economía nacional creció 1,4 por ciento en el 2009, la productividad del trabajo decreció 1,1 por ciento a causa del subempleo y del exceso de plantillas en muchos centros de la producción y los servicios del país.

¿Cuánto más hubiera crecido el Producto Interno Bruto en Cuba si en la actividad productiva la fuerza de trabajo hubiera reflejado un gasto material y humano racional, y con la calidad requerida, a nivel de cada centro de trabajo?

Es reconocido cómo la Revolución Cubana fue capaz de eliminar prácticamente el desempleo producto de la deformación estructural que padeció la economía durante la etapa de la República mediatizada surgida en 1902.

Pero también es indudable que, con el ánimo de darle oportunidad de empleo a las personas en capacidad de desarrollarlo, se abrieron plazas a lo largo y ancho de la nación sin meditar en cuánto ello afectaba la eficiencia o dañaba al mejor desempeño de quienes en realidad eran los necesarios.

Mediante el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas que tuvo lugar en la mayor de las Antillas en la segunda mitad de la década del noventa del siglo pasado, se trató de buscar racionalidad en el tema del empleo.

Con la emergencia del Período Especial, el Partido Comunista y el Estado en Cuba tuvieron que concentrarse en priorizar cómo salvar el socialismo, aspecto que a la larga trajo problemas y complejidades. Sin embargo, ahora llegó el momento de corregir el tiro.

El derecho al trabajo y el principio de distribución con arreglo a este que respalda la Constitución en Cuba, en nada justifica que haya más trabajadores de los que realmente se requieren. Por el contrario, es imprescindible la ocupación laboral con racionalidad para que cada quien pueda cumplir cabalmente con su deber.

Definitivamente, se trata de una cuestión que requieren de la comprensión y la acción de las masas para encaminar mejor la construcción del socialismo que en Cuba queremos, necesitamos y es posible edificar.

Hoy como nunca antes se impone la organización del trabajo y una estimulación salarial que desate a las fuerzas productivas, aspecto que está condicionado en medida nada despreciable por el punto final al exceso de plantillas.

Fuente:http://www.granma.cubaweb.cu/2010/02/04/nacional/artic15.html