Palabras de Carlos Valenciaga, miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba, en la segunda graduación de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), que tuvo lugar el 19 de julio de 2008, en el Teatro Karl Marx.
Queridos graduados:
Queridos profesores:
Estimados invitados:
Es un día extraordinario el que hoy compartimos a propósito de la segunda graduación de Ingenieros en Ciencias Informáticas de la UCI, cinco años después del encuentro del Comandante en Jefe, en este mismo teatro, con los estudiantes que concluían su primer curso.
Mayor aún es la satisfacción al dedicarla al aniversario 55 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y a nuestros Cinco Héroes, en sus 10 años de resistencia por la verdad en cárceles del Imperio.
Un momento de reflexión siempre se impone cuando se vive el umbral de estudiantes a profesionales y es ineludible en nuestro caso hablar hoy de la constancia del Comandante y del valor de sus ideas para darle a nuestro pueblo todas las posibilidades a la educación, la cultura y el conocimiento.
Llevar las ventajas de la tecnología a la enseñanza fue su preocupación desde los primeros momentos del Triunfo de la Revolución.
En una entrevista concedida a la televisión de Camagüey, en julio de 1959 decía:
«Estamos considerando la posibilidad de determinados tipos de lecciones, determinados programas semanales, de geografía, de historia, utilizar la televisión como medio de educación con una estación del Estado, con televisor en todos los centros y todas las escuelas, donde simultáneamente, una película de educación se les lleve a los muchachos…»
«Esta es una idea para hacer más amenas las clases, y poner estos medios técnicos al servicio de la educación.»
En 1965, cuatro años antes de que el Pentágono trabajara en el proyecto que dio lugar a Internet, Fidel preveía su nacimiento, advirtiendo la posibilidad de que nuevas herramientas electrónicas se estaban produciendo y que en manos de los Estados Unidos podrían disponerse para el mal y contra Cuba.
En el acto por el cuarto aniversario de la Victoria de Playa Girón, expresaba:
«Ellos (los Estados Unidos), acostumbrados a trabajar con cerebros electrónicos, con datos, con computadoras de todo tipo, se equivocaron, porque hay algo que los cerebros electrónicos del Pentágono no pueden medir, hay algo que sus computadoras no pueden calcular, y eso es: la dignidad, la moral, y el espíritu revolucionario de nuestro pueblo.»
En 1968 visitó Cuba el Doctor Erwin Roy John, director del Laboratorio de Investigaciones del Cerebro de la Universidad de Nueva York. En una reseña publicada después el doctor Roy dijo que su centro había donado una minicomputadora a Cuba-la primera de su tipo que se producía en el mundo. También contó que había sostenido una larga conversación con el Comandante en Jefe sobre las últimas novedades técnicas, y el líder cubano había mostrado una inconcebible capacidad de información y un conocimiento puntilloso de esta tecnología. Fidel integró entonces en la Universidad de la Habana a los mejores especialistas cubanos y les preguntó si Cuba estaba por sí sola en condiciones de construir una computadora de primer nivel. Seis meses después, con su apoyo y estímulo constante, se había creado aquella proeza tecnológica y constituido además un Centro de Investigación Digital.
«Sin las computadoras, no se puede llevar el control de la economía, de los inventarios, de lo que falta, de lo que hay, de lo que se necesita en la enorme escala que impone la economía socialista», afirmaba el 3 de septiembre de 1970, en una plenaria de la CTC.
Durante un viaje a Bulgaria, dos años después, el 23 de mayo de 1972, alertaba tempranamente:
«Lo terrible es cuando esas máquinas no están al servicio del pueblo, ni de la economía del pueblo, ni de la industria del pueblo, sino cuando esas máquinas están al servicio de los explotadores, de los capitalistas, de los monopolistas, porque conforme pueden ser útiles en el socialismo son esclavizadoras y explotadoras del hombre en el capitalismo».
Meses más tarde inauguraba el Instituto Tecnológico de Electrónica «Eduardo García Delgado», el primero de su tipo en América Latina, con una capacidad para 2.200 estudiantes.
El 31 de enero de 1974, en el acto de inauguración de la Escuela Vocacional Vladimir Ilich Lenin, el Jefe de la Revolución anunciaba que esta escuela contaría con talleres para el montaje de computadoras y radios.
En 1987, a propósito del V Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas advertía:
«El socialismo va a ser muy difícil de construir plenamente sin la computación».
Cinco meses después nacían los Joven Club de Computación y Electrónica, momento en el que aseveraba: «La sociedad que no se prepara para el uso de la computación está liquidada»
En 1999 en el VII Congreso de la UPEC afirmaba «La Internet parece inventada para nosotros». Había llegado al convencimiento de que esta podía ser un arma fundamental en la batalla de las ideas.
En el 2001 lo ratificaba:
«Ellos no saben lo que han inventado, la tremenda herramienta que nos han dado. Si Lenin con un periódico y un Partido hizo la Gran Revolución Rusa, qué no podremos hacer nosotros con Internet.»
El combate de un pueblo entero por el rescate de Elián y el anhelo porque todos «los niños y jóvenes aprendieran tres veces más», convirtió en realizaciones concretas muchos de los sueños de Fidel:
· Nacieron dos canales educativos de televisión, que transmiten 218 horas semanales con 80 programas para las diferentes enseñanzas. Universidad para Todos, con 76 cursos, más de 3 mil horas de clases y la producción de más de 21 millones de tabloides.
· 104 mil televisores y más de 44 mil videos fueron destinados a las escuelas y 2.447 de ellas se electrificaron con sistemas fotovoltaicos para que todos los niños contaran con la oportunidad de recibir los Programas Audiovisuales y de Computación.
· 131 mil computadoras se asignaron al sistema de educación general y 13 mil profesores de computación básica se formaron para enseñarla desde preescolar, en un país donde la tasa de matrícula en la educación primaria para niños entre 6 y 11 años es del 99,9 %, una de las más altas del mundo. En días recientes la CUJAE graduó los primeros 108 de ellos como Ingenieros Informáticos por la vía de la universalización.
· Un millón y medio de cubanos se han graduado en los más de 600 Joven Club de Computación.
· 26 mil estudiantes se encuentran matriculados en los Institutos Politécnicos de Informática una especialidad transformada integralmente.
· Se extendieron los estudios superiores de Informática a todas las provincias del país, hoy con 4.479 alumnos.
Así también, con el concurso de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana y la CUJAE, surgió la nueva Universidad de las Ciencias Informáticas ―hoy con 11.214 estudiantes incluyendo los de sus tres facultades regionales en el Oriente, Centro y Occidente del país― como resultado de un pensamiento amplio, integrador y no excluyente, que exigía desde sus inicios mantener este proyecto como un orgullo para Cuba, que significara un aporte de divisas con sus exportaciones y que involucrara a estudiantes de los 169 municipios de la nación, convirtiéndose en un ejemplo de inclusión, de la masividad, del talento y de la conciencia revolucionaria.
Con los 1.660 jóvenes que reciben hoy su título de Ingeniero en Ciencias Informáticas, el Proyecto Futuro ha graduado en solo dos cursos más profesionales en esta especialidad que en todos los años de Revolución.
Esta es la verdad que trata de negar el imperialismo y sus falderos seguidores cuando califican a la Revolución cubana de espaldas a la computación y la Internet.
Nos presentan como indigentes del conocimiento. Ya no saben qué hacer y, después de prohibirnos con la Ley Helms Burton la sacrosanta conectividad, ahora dicen que «sus empresas de tecnología están dispuestas en este momento a conectar a Cuba a Internet».
El bloqueo y sus leyes asesinas pareciera que nunca han existido.
Pretenden disfrazar la estrategia contra Cuba y desviar la atención de su propia realidad. Estados Unidos controla con mano férrea las vías de navegación por Internet, para convertir las llamadas tecnologías de la información en un ámbito exclusivo para la vigilancia y el control ideológico y económico del mundo.
Son ellos los que sobre la pobreza y la exclusión se alzan para afianzar su dominio. La brecha entre conectados y desconectados ya va siendo mayor que la que conocemos hoy entre ricos y pobres.
Libres de remordimientos, se roban los cerebros frescos y prometedores del Tercer Mundo.
La promoción de la emigración profesional se ha convertido en una política oficial de Estado en varios países del Norte, con incentivos y procedimientos especialmente diseñados a ese fin, como los que acaba de implementar la Unión Europea, con un gran pacto sobre inmigración y asilo que promueve el movimiento migratorio laboral a la carta, aceptando a aquellos con preparación técnica y profesional, y expulsando a los inmigrantes pobres con escasa o ninguna educación.
El 40% de todos los doctorados en investigación que trabajan en los Estados Unidos provienen de otros países y esta cifra llega al 57% en el campo de las ciencias informáticas. Aproximadamente un tercio de todos los científicos formados en los países del Tercer Mundo, no trabajan en sus naciones, y actualmente se estima que algo más del 50% de los que viajan a hacer un Doctorado en Norteamérica y Europa, no regresan.
El robo de cerebros es un fenómeno del cual Cuba no está exenta.
Buena parte de los proyectos de investigación en las universidades norteamericanas se dedican hoy a la guerra cibernética y al control de la Internet.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos tendrá asignado en el 2009 para Investigación y Desarrollo 85 mil 400 millones de dólares, un 6 por ciento más que en el actual año, debido al nuevo desarrollo de armas espaciales para la NASA y otros artefactos de guerra.
Qué diferente a la obra de nuestras universidades y nuestros centros de investigación que consagran sus esfuerzos para salvar vidas, para alimentar al pueblo, para prever desastres naturales, para desarrollar la enseñanza, para colaborar con otros países hermanos, ámbitos en los que se insertan también los más de 100 proyectos productivos de la UCI.
La ubicación laboral de los que hoy se gradúan se ha definido en función de las necesidades de informatización del país, aplicando el principio de mantener concentrado el capital humano formado, y priorizando la actividad productiva como objetivo clave. Las decisiones de incrementar los integrantes de la RESERVA, elevar el número de ingenieros para los Polos de Integración de la Infraestructura Productiva de la UCI y crear dos centros para el desarrollo de soluciones informáticas, en las regiones central y oriental, así lo demuestran.
El esfuerzo y el legado de ustedes debe contribuir en la magnitud que el país lo requiere en el área de las producciones del conocimiento y en desplegar las capacidades de la Informática para aportar, como nos convocó el compañero Raúl en su reciente intervención en la Asamblea Nacional, al orden, al control, la eficiencia y el ahorro en nuestra economía.
Compañeras y compañeros:
El desafío es esencialmente ideológico. La batalla que ustedes deben dar por ser útiles a la Revolución y consecuentes con sus padres, que han puesto su confianza en este sueño, es de inteligencia y convicciones, de compromiso y entrega.
Recuerdo una de las sesiones del VII Congreso de los periodistas cubanos, donde se suscitó un diálogo que prueba la insaciable sed de conocimiento de Fidel y su genialidad para sintetizar los procesos más intrincados de esta tecnología.
Alguien mencionó el hipertexto, y Fidel quiso saber inmediatamente qué cosa era.
«Mire, Comandante ―le dijeron―, supongamos que usted está leyendo en la pantalla algo sobre Cuba, y en el texto le aparece subrayada o en otro color la palabra «cultura»; si hace clic en ella puede aparecer otro texto con la palabra «africana» y si hace clic en esta encontrará «poesía antillana» y de seguro pasará lo mismo con el nombre de «Guillén», y si hace clic ahí resaltará la «Elegía a Jesús Menéndez» y si hace clic en «movimiento obrero cubano» lo remitirá a…» «No sigas ―lo detuvo Fidel―, ya sé por qué es difícil entenderlo. Porque es el infinito».
Infinitos son también los valores del ser humano, infinita es la obra que ustedes tienen por delante, y el pensamiento de Fidel que debe servirles de permanente guía y aliento; infinitos son la inspiración y el compromiso que ustedes adquieren hoy ante la generación del Centenario y los Cinco Héroes.
Sus profesores, su universidad, aquellos que les imprimieron fuerzas y convicciones para cada marcha, para cada día de madrugadas interminables por el examen difícil, para cada jornada cumpliendo con el deber en Venezuela, estarán siempre para ustedes y esperan que ustedes, esta Tropa de Futuro, estén siempre con Fidel y con Raúl para la patria.
¡Viva Fidel!
¡Viva Raúl!
¡Hasta la Victoria Siempre!