Recomiendo:
0

Entrevista Isabel Salud, Responsable de la Secretaría del Mundo del Trabajo del PCE

«Falta un mayor debate en torno a la crisis, sus causas y las posibles salidas»

Fuentes: Mundo Obrero

Mundo Obrero: ¿Cómo ha recibido el PCE la ruptura de las negociaciones de gobierno,sindicatos y patronal, el denominado diálogo social? Isabel Salud: Hubiéramos preferido un acuerdo favorable para los intereses de los trabajadores y las trabajadoras, pero no ha sido posible. El diálogo social se inició con una declaración suscrita en julio de 2008 entre […]

Mundo Obrero: ¿Cómo ha recibido el PCE la ruptura de las negociaciones de gobierno,sindicatos y patronal, el denominado diálogo social?

Isabel Salud: Hubiéramos preferido un acuerdo favorable para los intereses de los trabajadores y las trabajadoras, pero no ha sido posible. El diálogo social se inició con una declaración suscrita en julio de 2008 entre sindicatos, patronales y gobierno. Sin embargo durante este tiempo las numerosas reuniones realizadas no han servido para llegar a acuerdo alguno. En cambio sí ha habido importantes desacuerdos, como la no renovación del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (ANC) y la aprobación unilateral por parte del Gobierno del Decreto sobre medidas urgentes para el mantenimiento y el fomento del empleo, que no venía avalado ni por los sindicatos ni por la patronal. CCOO y UGT elaboraron y propusieron, en el mes de mayo, un acuerdo de carácter estatal a favor del empleo y la protección social, para el impulso de la economía y el cambio de modelo productivo.

M.O.: ¿Nos puedes valorar la postura de la CEOE?

I.S.: Ha sido impresentable, tanto en las formas como en el fondo. En las formas porque la patronal no ha respetado el procedimiento habitual de negociación y a última hora ha retomado aquellas propuestas empresariales de carácter regresivo que, de común acuerdo por las partes, habían sido apartadas de la Mesa.

En el fondo porque sus propuestas han sido maximalistas, intentando sacar provecho de la crisis, aún sabiendo que el origen de dicha crisis no está en el mercado laboral. La CEOE ha pretendido y sigue pretendiendo mantener su tasa de ganancia a través del empeoramiento de las condiciones laborales de la clase trabajadora. Además de esto, intenta cambiar el modelo de negociación y de intervención de los sindicatos para que jueguen un papel meramente consultivo.

Ha tenido una actitud consciente de presión y ruptura de la Mesa. Se siente fuerte y ha intentado imponer a los sindicatos y al Gobierno sus propuestas. No ha renunciado a sus pretensiones y con el apoyo de la derecha política, la banca española y europea, los medios de comunicación, ideólogos del sistema y la complacencia del Gobierno Zapatero, volverá con toda su influencia en otoño.

M.O.: ¿Y sus propuestas?

I.S.: Sus propuestas son un completo programa neoliberal que pretende actuar en varios sentidos: modificar la legislación laboral vigente, disminuir sus cotizaciones y aumentar las bonificaciones, descausalizar el despido abaratándolo al mismo tiempo, erosionar el estado del bienestar mediante la descapitalización del sistema de la seguridad social y aumentar la actividad privada en sectores públicos.

En lo concreto pretenden: rebajas de cotizaciones hasta 6 puntos; reducir el pago de la prestación de baja por enfermedad, aumento de bonificaciones a los EREs de suspensión temporal, abaratar el despido, introducir o aumentar la actividad privada en sectores como los servicios públicos de empleo, la sanidad, las ETTs y el servicio de atención a la dependencia; reforma de la negociación colectiva; mayor flexibilidad en el interno de la empresa de manera que el empresario tenga más fuerza para modificar las condiciones de trabajo, suprimiendo para ello la tutela judicial o administrativa. Como puedes ver todo un despropósito.

M.O.: ¿Como valoras la posición de CCOO y UGT?

I.S.: Ha sido acertada su posición de dar por terminado el proceso de diálogo social vista la actitud de la patronal. Las centrales sindicales presentaron un documento donde se recogía toda una batería de propuestas. Unas de carácter urgente para proteger a las personas en desempleo, ampliando su cobertura económica, mejorando las políticas activas de empleo, de formación, etc. Otras medidas orientadas a reactivar la economía a través de la inversión pública en infraestructuras, creación de nuevos puestos de trabajo, vivienda, etc. Medidas orientadas al sistema financiero para que fluya el crédito a las familias y a las empresas.

Otras medidas de carácter estratégico que se basan en el fortalecimiento y la articulación de la negociación colectiva, cambiar el patrón de crecimiento basado en una industria sólida que invierta en I+D+i. Medidas para mejorar el sistema educativo, la formación profesional, desarrollar la Ley de dependencia y mejorar el sistema público de protección social. Finalmente, desde CCOO y UGT proponen revisar la política fiscal, dotándola de mayor progresividad para una más justa distribución de la renta combatiendo, al mismo tiempo, el gran fraude fiscal existente en nuestro país.

He echado en falta durante todo el proceso un mayor nivel de debate social en torno a la crisis, sus causas y sus salidas. Es un gran déficit que no sólo existe en el ámbito sindical, también en el ámbito político. En la Mesa del diálogo social han confrontado intereses de parte, los de la patronal han estado fuertemente defendidos por todo el entramado económico del sistema capitalista, sin embargo, las posiciones de los representantes de los trabajadores tienen que ser fuertemente respaldadas mediante el debate, la participación, la organización y la movilización social de la clase trabajadora.

M.O.: ¿Y la del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?

I.S.: Yo diría que durante el proceso el gobierno ha tenido una actitud muy complaciente con la CEOE, salvo al final del proceso cuando la patronal retoma todas sus propuestas iniciales, rompiendo con ello las mínimas reglas de negociación, y el gobierno escenifica, a mi entender, una ruptura que no mantendrá en un futuro próximo. El preacuerdo que presenta el gobierno contiene propuestas que benefician en mayor medida a las rentas del capital, hay una ausencia de medidas de fondo para salir de la crisis y cambiar el modelo productivo, sigue insistiendo en la idea de mejorar la rentabilidad del mercado y no de regularlo e intervenir desde lo público.

En lo concreto plantea, entre varias cosas: ampliación de la protección al desempleo para aquellas personas que han agotado las prestaciones, por un importe de 420 E y una duración de 6 meses (aprobado ya por el Gobierno); reducir 5 puntos el impuesto de sociedades a las pequeñas empresas durante 3 años; una reducción de 1,5 puntos de las cotizaciones empresariales; medidas de control para reducir las bajas laborales; ampliación de las ayudas para los centros especiales de empleo; mejora de las líneas de financiación ICO para las empresas; aumentar la inversión en infraestructuras; etc.

La reducción de 1,5 puntos en las cuotas empresariales supone, según los cálculos del Ministerio de Trabajo, 4.500 millones de coste para las arcas públicas durante el presente año y el próximo. Si lo comparamos con el coste de la ampliación de la prestación a los parados, 756 millones, vemos como es manifiestamente descompensado y muy favorable para la patronal, esto sin tener en cuenta la cuantificación del resto de medidas.

MO: Vista la actual situación ¿Qué pasos crees que deben dar ahora los sindicatos y el gobierno?

I.S.: Por parte del gobierno creo que tiene que dejar de improvisar con sus propuestas y fijar un plan anti-crisis y de cambio de modelo productivo a medio-largo plazo que suponga una salida beneficiosa para los trabajadores. Tiene que elegir entre apoyarse en la derecha política y la patronal o en las fuerzas políticas de izquierda y los sindicatos. Por otra parte, tanto sindicatos como partidos políticos de izquierda tenemos que preparar ya un otoño conflictivo que haga frente a las pretensiones de la patronal, en defensa del poder adquisitivo de los salarios y en defensa de los derechos laborales.

MO: ¿la movilización es un elemento que puede desbloquear la actual situación de bloqueo patronal? y en este sentido ¿es el momento de una huelga general?

I.S.: La huelga general no es un fin en si mismo, sino un instrumento poderoso que debe utilizarse con garantías mínimas de éxito tanto en su seguimiento por parte de los trabajadores y las trabajadoras como en la consecución de sus objetivos. Teniendo en cuenta las condiciones objetivas actuales, con una crisis brutal que golpea con fuerza a los sectores más vulnerables y débiles de nuestra sociedad, podríamos concluir que hace falta ya una huelga general. Sin embargo, creo que no están maduras las condiciones sociales o subjetivas.

Por eso, estoy convencida de la necesidad de crear estas condiciones sociales, es decir, hay que abrir un proceso de acumulación de fuerzas sociales y políticas en torno a un programa común, difundirlo, debatirlo, organizarnos y movilizarnos. Como ya he señalado anteriormente es fundamental que los trabajadores y las trabajadoras respalden con su acción las posiciones de sus representantes sindicales en aquellos foros dónde actúan. La herramienta principal, a mi entender, es la movilización social, entendida ésta desde una visión amplia, más allá de la típica y puntual movilización, que también, sino entendida como una participación real, consciente y permanente del conjunto de la clase trabajadora en los asuntos laborales que termine con esa atonía social actual tan beneficiosa para que prosperen los valores y las políticas de derechas.

MO: ¿Cuál es el modelo de acuerdo que se necesita en este momento?. ¿Qué propone el PCE en la actual situación de crisis económica?

I.S.: El modelo de acuerdo que, a mi entender, se necesita es aquél que empiece a recuperar rentas para las fuerzas del trabajo, no otro.

El Partido tiene elaborada una batería de propuestas a corto, medio y largo plazo que fueron aprobadas en la Conferencia Política celebrada en junio del año pasado y que se han ido actualizando.

Para el PCE la salida de la a crisis tiene que ser una salida democrática que beneficie a la clase trabajadora y no a aquellos que la han provocado. Tiene que suponer un cambio de modelo radical que debe alcanzar a analizar qué y cómo se produce, así como al reparto de la riqueza producida. Hay que recuperar la gestión pública, crear empleo público para paliar el desempleo reforzando servicios sociales como la sanidad, dependencia o educación. Hay que intervenir públicamente en los mercados, la banca y los grandes sectores económicos. Es prioritaria la defensa del sistema público de pensionas impidiendo su descapitalización y privatización. Una fiscalidad progresiva para que pague quién más tiene, volviendo a niveles de presión anteriores en el IRPF, impuesto de sociedad, patrimonio, etc., persiguiendo el fraude fiscal. Mantenimiento del poder adquisitivo y reparto del empleo, entre otras.

http://www.pce.es/mundoobrero/mopl.php?id=1227