Discurso pronunciado por el Presidente de la República de Cuba Fidel Castro Ruz, en el acto central por el Aniversario 52 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Teatro Carlos Marx, 26 de julio de 2005. Queridos capitalinos, ganadores con abnegado y tenaz esfuerzo y en dura porfía con villaclareños, matanceros, […]
Discurso pronunciado por el Presidente de la República de Cuba Fidel Castro Ruz, en el acto central por el Aniversario 52 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Teatro Carlos Marx, 26 de julio de 2005.
Queridos capitalinos, ganadores con abnegado y tenaz esfuerzo y en dura porfía con villaclareños, matanceros, cienfuegueros, camagüeyanos y granmenses de este acto central por el 26 de julio: a todos los felicito.
Combatientes de ayer y de hoy:
Distinguidos invitados;
Entrañables compatriotas:
Agradezco a nuestro pueblo heroico y generoso el privilegio de conmemorar este aniversario del asalto al Moncada y al cuartel Carlos Manuel de Céspedes habiendo transcurrido tanto tiempo después de aquellos hechos. Tal vez nadie recibió nunca honor tan grande. Sería imperdonable no tener presente que más del 70 por ciento de los cubanos que hoy sostienen la Revolución ni siquiera habían nacido entonces. Ellos tomaron las banderas de los que dieron su vida en aquella acción, y pienso que nunca la dejarán caer. Me atrevo a dar las gracias en mi nombre y en el de todos ellos, porque llevo sobre mi conciencia el peso enorme de haberlos persuadido a realizar tan atrevida acción, sin que el azar me haya impedido recorrer tan largo trecho de lucha revolucionaria hasta este instante emocionante, 52 años después.
La Revolución vive hoy un momento digno de aquella memorable fecha.
Los meses que precedieron al 52 aniversario del inicio de nuestra lucha armada por la definitiva independencia de Cuba, se caracterizaron por una especial agresividad por parte de la administración Bush contra Cuba. La extrema derecha nazi-fascista que se apoderó de la dirección del imperio no ha cesado de rumiar su odio impotente contra nuestra Patria. Debe recordarse aquel 20 de mayo del 2002 cuando con inaudita insolencia, en reunión con la mafia terrorista de Miami, Bush exigió a Cuba una nueva Constitución en la que se renunciara al carácter socialista de la Revolución. Entre los presentes en aquel acto estaba el entrañable amigo de la dinastía familiar, Orlando Bosch Ávila, responsable principal de la destrucción en pleno vuelo del avión cubano cuyos pasajeros murieron todos, minutos después del despegue de la nave en Barbados.
La respuesta de Cuba a la exigencia imperial fueron las enormes manifestaciones de masas en toda la Isla apoyando un proyecto de modificación constitucional, aprobado finalmente por el voto unánime de la Asamblea Nacional del Poder Popular el 26 de junio del 2002, determinando que el carácter socialista y el sistema político y social contenidos en la Constitución eran irrevocables.
Ya se había cometido el atroz atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001.
Bajo la presión constante de aquella mafia que le había propiciado la presidencia mediante escandaloso fraude, el señor W. Bush y su camarilla no cesaron un instante de adoptar medidas crueles y llenas de odio a lo largo de más de cuatro años para desestabilizar, golpear y tratar de barrer de la faz de la Tierra la independencia de Cuba y el derecho de su pueblo a un sistema político y económico verdaderamente humano y justo.
Resoluciones grotescas fueron aplicadas para endurecer el bloqueo y asfixiar la economía del país. A cientos de miles de cubanos residentes en los Estados Unidos se les prohibió visitar a sus familiares en Cuba, autorizando hacerlo sólo cada tres años; la ayuda familiar fue reducida casi a cero; se incumplieron acuerdos sobre la emigración ilegal; se rechazaron propuestas de cooperación en temas vitales como la lucha contra el tráfico de drogas y de personas y para obstaculizar e impedir acciones terroristas; se multiplicaron las calumnias; se calificaba a Cuba de país terrorista; se inventaban descabelladas mentiras sobre la fabricación de armas biológicas, planes de guerra electrónica con el propósito de interferir las comunicaciones del gobierno de Estados Unidos y otras por el estilo, con el objetivo de buscar pretextos para una agresión genocida contra nuestro pueblo, tal como lo hicieron después en Iraq.
Es sobradamente conocido que la camarilla de Bush creó un amplio comité para planificar en todos sus detalles la llamada «transición» en Cuba, que elaboró un macabro proyecto, para entre otras cosas aplicar planes de vacunación y campañas de alfabetización, cuando todo el mundo conoce que los programas de salud y educación de Cuba superan ampliamente los de Estados Unidos e incluso los de cualquier otro país del mundo.
No puedo dejar de consignar estos hechos que constituyen sólo una pequeña muestra del conjunto de agresiones de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, entre los cuales la administración Bush encarna el más repugnante y siniestro odio contra un pueblo digno y heroico que no se doblega ni puede ser intimidado por las amenazas y las agresiones del poderoso imperio.
Una de las más cínicas medidas de Bush fue utilizar la Base Naval de Guantánamo, que ocupa ilegalmente contra la voluntad de nuestro pueblo, para crear allí un campo de concentración donde encierra a personas que secuestran en cualquier parte del mundo sin proceso ni trámite legal alguno. Para colmo, dicha prisión se convirtió en un centro experimental de torturas como las aplicadas posteriormente en la prisión Abu Ghraib en Iraq.
Un artículo del diario The New York Times del 17 de octubre del 2004 reconoció que los abusos a prisioneros en la Base Naval de Guantánamo son «generalizados y no se limitan a casos aislados, como sostenían las versiones oficiales.» Citando a militares, agentes secretos y otros funcionarios, el periódico describió una «serie de procedimientos altamente abusivos ocurridos durante un largo período de tiempo». El mundo se asombró y se escandalizó al conocer estos increíbles hechos.
El senador demócrata Joseph Biden, de la Comisión de Relaciones Exteriores, dijo que la Base Naval de Guantánamo «se ha convertido en la mayor herramienta de propaganda para reclutar terroristas en todo el mundo». El ex presidente James Carter instó al gobierno de Bush a cerrarla porque las denuncias de torturas allí «son una terrible vergüenza y una mancha en la reputación de los estadounidenses».
El periódico británico The Guardian reveló el 13 de septiembre del 2004 que «las más altas instancias de la administración de George W. Bush fueron informadas sobre los malos tratos y posibles crímenes de guerra en la Base en el otoño del 2002», de acuerdo con una investigación del veterano periodista Seymour Hersh recogida en su libro «Cadena de mando«.
Una congresista norteamericana de origen cubano, conocida en nuestro país como la Loba Feroz, amiga y defensora de Posada Carriles, en una visita a ese centro de torturas declaró a la prensa que «deseaba que el pueblo cubano tuviera los derechos que se les están dando a los detenidos en Guantánamo».
Otra de las cínicas acciones del señor Bush han sido las constantes y crecientes agresiones radiales y televisivas contra nuestro pueblo, violadoras de las más elementales normas que rigen el uso del espacio radioelectrónico y del derecho internacional.
En esa loca y fracasada aventura, el gobierno de Estados Unidos ha invertido inútilmente cuantiosas sumas de dinero.
Aparte de sus acciones desde el exterior, Bush y su mafia han invertido más de cien millones de dólares en promover la subversión y la desestabilización dentro de Cuba. Para ello ha utilizado, más que ninguna otra administración de Estados Unidos, la Oficina de Intereses de ese país en Cuba. Tiempo hubo años atrás en que la tarea subversiva y de espionaje se realizaba con determinada discreción. En la etapa verdaderamente gangsteril de Bush hijo, todas las normas fueron barridas. Personajes grotescos como James Cason, siguiendo instrucciones de Otto Reich, Roger Noriega y otros funcionarios inescrupulosos, sobrepasaron los limites de la más elemental decencia, y han llevado a cabo insólitas provocaciones dentro de nuestro país. Los jefes de la Oficina de Intereses han asumido directamente la jefatura de los grupos mercenarios a los que, por diversas vías y pretextos, suministran elevados ingresos personales en divisas convertibles que, en un país como Cuba donde servicios tan vitales como la salud y la educación son totalmente gratuitos, y otros como la vivienda, las actividades recreativas, los medicamentos y una parte importante de los alimentos se adquieren en pesos cubanos a precios prácticamente simbólicos, permiten a los poseedores de divisas convertibles niveles de vida materiales muy por encima de los ciudadanos que devengan su salario y pensiones en moneda nacional.
En ningún país del mundo un mercenario del imperio ostenta los privilegios que pueden disfrutar en Cuba. Ninguno de ellos trabaja ni presta servicio útil alguno a la sociedad. Las oficinas y residencias de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, amparadas en la inmunidad diplomática, se han convertido en locales de reunión para organizar provocaciones, facilitar las comunicaciones y dirigir abiertamente dentro del país a los mercenarios. Nada de esto se disimula en absoluto. Las valijas diplomáticas de la Oficina de Intereses se utilizan descaradamente para introducir de contrabando computadoras, medios de comunicación, materiales impresos, libelos y cualquier tipo de objetos y bienes para suministrar a sus asalariados. Nunca, tal vez, gobierno alguno ultrajó y abusó tanto de las franquicias e inmunidades diplomáticas como el gobierno de Estados Unidos para escribir letreros y exhibir pancartas ofensivas contra nuestro país.
Cuando no desean realizar estas actividades directamente por alguna razón, utilizan a sus lacayos checos o algunos otros similares para llevar a cabo tan groseros actos.
Jamás nuestra sede en Washington o nuestros funcionarios han utilizado la inmunidad diplomática para acciones tan ilegales y repugnantes.
En días recientes, mientras nuestro pueblo trabajaba sin descanso para recuperarse de la destrucción causada por el huracán Dennis, con decenas de miles de viviendas destruidas o semidestruidas, interrupciones en la red de transmisión y distribución eléctrica, daños significativos en la agricultura y otras ramas de la economía, el gobierno norteamericano arreciaba su agresión radioelectrónica y subversiva contra Cuba, multiplicando la frecuencia de los vuelos provocadores e ilegales de la nave aérea EC-130J que transmite hacia nuestro país las señales de radio y televisión anticubanas.
La primera transmisión con un avión de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos tuvo lugar nada menos que el 20 de mayo del 2003, fecha de la historia marcada por el injerencismo imperial en Cuba. Más adelante, tras la aprobación del infame «Plan de Transición», en el que se destinaba una millonaria suma a las transmisiones de la radio y la televisión contra Cuba, el gobierno de Estados Unidos comenzó desde agosto del 2004 a realizar emisiones de cuatro horas, los fines de semana, desde el avión militar, interfiriendo nuestras transmisiones televisivas, violando groseramente las normas internacionales para las telecomunicaciones y convirtiéndose en un peligroso elemento de provocación por el carácter militar de la aeronave utilizada, la cual ha formado parte de las acciones guerreristas norteamericanas en Viet Nam, Afganistán e Iraq.
El pasado 13 de julio, hace menos de tres semanas, a cinco días de que el huracán hubiese recorrido parte del sur, del centro y del occidente del país con su enorme poder destructor, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos rebasificó en la estación aeronaval de Key West en la Florida dos aviones EC-130J de la 193 Ala de Operaciones Especiales de Pennsylvania. Una de esas aeronaves voló consecutivamente los días 15 de julio (viernes), 16 (sábado), 18 (lunes), 20 (miércoles), 22 (viernes) y 23 de julio (sábado) en una escalada provocadora y agresiva, emitiendo transmisiones contrarrevolucionarias.
Sólo habían transcurrido seis días desde el paso del huracán, y se estaban recogiendo todavía los datos de sus devastadores efectos.
De este modo, en menos de un año, se han efectuado 46 transmisiones desde el avión militar, a la vez que se mantuvieron las que se efectúan diariamente desde el globo aerostático por unos nueve canales. Ellas, junto a las transmisiones de otras estaciones contrarrevolucionarias, totalizan 2.425 horas con 45 minutos semanales de radio y televisión contra Cuba.
Es significativo que, previo a la actual escalada, Estados Unidos llevó a cabo tres vuelos de exploración con aviones del tipo RC-135 el sábado 30 de abril y el 7 y 14 de mayo del 2005, a la misma hora en que el EC-130 transmitía hacia nuestro país, con la posible intención de comprobar la efectividad y los parámetros de nuestra respuesta a la teleagresión. Los aviones RC-135 llevaban años sin actuar contra nuestro país.
Mientras de forma hipócrita y realmente desvergonzada la administración norteamericana, que con tanta rabia aplica el bloqueo genocida contra nuestro pueblo, ofrecía «piadosamente» a Cuba 50 mil dólares para mitigar los daños del huracán, los representantes que apoyan la política del gobierno de Bush presentaban al Congreso un proyecto de Ley por el que se destinarían para transmisiones contra Cuba 37 millones 931 mil dólares para el año fiscal 2006, y 29 millones 931 mil dólares para el año fiscal 2007, con el propósito incluido, según el texto, de «la compra, alquiler, construcción y mejoramiento de las instalaciones de recepción y transmisión de radio y televisión, y para la compra, arrendamiento e instalación del equipamiento necesario, incluidos aviones, para la recepción y transmisión de radio y televisión».
Se ha hablado incluso de que pudieran adquirir aviones del tipo Boeing, con tecnología similar a la del EC-130J, para realizar las transmisiones futuras contra Cuba, y se prevén además recursos financieros para adquirir tiempos de transmisión en estaciones de radiodifusión en países del área cercanos al nuestro.
La escalada en las transmisiones anticubanas se produce en medio de públicas discrepancias entre el Departamento de Estado y el de Defensa sobre el empleo del avión militar para transmitir contra Cuba o su traslado hacia el Oriente Medio. Lo acontecido demuestra que prevalecieron la posición de Condoleezza Rice y el propósito agresivo de la administración norteamericana, bajo las presiones, compromisos e influencia de la mafia terrorista de Miami.
Aturdida en su delirio, una ex vocera de la Fundación Nacional Cubanoamericana y también defensora de Posada Carriles, acaba de señalar impúdicamente en la televisión de Miami que la ayuda solidaria de Venezuela a Cuba para paliar los efectos del huracán «consiste en unos cuantos miles de toneladas de torres para bloquear las transmisiones de Estados Unidos, equipos para reconstruir todas esas torres que sirven para ese tipo de bloqueo, además de la técnica que ello necesita para instaurar la represión».
Tan aberrada visión prevalece en la extrema derecha estadounidense, que ahora amenaza con iniciar también transmisiones de radio y televisión contra Venezuela, en respuesta al surgimiento de Telesur, y por la solidaridad del gobierno venezolano con Cuba.
Según el representante republicano de la Florida Connie Mack, quien propuso una enmienda sobre el tema, «se podría autorizar a la Junta de Gobernadores para las Transmisiones a iniciar las transmisiones de radio y televisión hacia Venezuela de forma similar a las actuales transmisiones de radio y televisión Martí contra Cuba».
Con la misma intensidad con que la Casa Blanca arrecia su guerra electrónica, en Miami las televisoras y radios locales se esmeran en transmitir una imagen de crisis y caos en Cuba, donde una situación insostenible conducirá a un estallido social en la isla. Quien escuchara a estos terroristas mediáticos se «convencería» sin remedio de que a la Revolución le quedan unas pocas horas, por lo que se puede apreciar que no hay forma alguna de que aprendan las lecciones de la historia.
No ha faltado tampoco algún que otro corresponsal extranjero en La Habana que se haya dejado arrastrar, consciente o inconscientemente, por la corriente de la provocación y la insidia.
Casi simultáneamente, el 13 de julio, a solo cinco días del paso del huracán, pretextando el accidente del remolcador ocurrido hace once años que fue secuestrado a mano armada del muelle de este tipo de embarcaciones auxiliares de la navegación, y que dio lugar a la muerte lamentable de numerosas personas, incluidos mujeres y niños, y de lo cual de modo infame se culpaba a la Revolución, alrededor de veinte individuos que forman parte de los mencionados grupúsculos, al pasar por frente al hospital «Hermanos Ameijeiras», profirieron gritos insultantes que dieron lugar a la inmediata respuesta indignada de los vecinos de la zona y trabajadores del centro, lo que hizo necesario la protección de los provocadores por parte de las autoridades.
Debo añadir otro antecedente. Cuando el país estaba enfrascado en una batalla histórica contra el imperio por la justicia denunciando la entrada clandestina a Estados Unidos de Posada Carriles bajo la protección de la mafia cubano-americana y las autoridades de ese país, responsable junto a Orlando Bosch de la muerte de 73 personas en la conocida tragedia de Barbados, y exigiendo su arresto y extradición a Venezuela, la Oficina de Intereses trabajaba intensamente en la organización de una supuesta Asamblea en Defensa de la Sociedad Civil, convocada oficialmente nada menos que para el 20 de mayo, fecha bochornosa e infausta de nuestra historia. Todo estaba concebido y financiado por el gobierno de Estados Unidos.
La denuncia de Cuba formulada el 11 de abril y la reunión en La Habana de personalidades de todo el hemisferio para exigir la extradición a Venezuela del terrorista y denunciar la Operación Cóndor y los monstruosos crímenes cometidos por los militares con la complicidad del gobierno de Estados Unidos, especialmente cuando Bush padre era jefe de la CIA y más tarde vicepresidente de Estados Unidos, lo cual coincidía a la vez con la guerra sucia contra Nicaragua y el escándalo Irán-Contras, ponían en aprietos al gobierno de Bush y sus principales cómplices.
Con anterioridad al acto terrorista de Barbados, participantes de la Operación Cóndor, Orlando Bosch y Posada Carriles cargaban con la responsabilidad de la organización y concepción de gravísimos crímenes contra relevantes figuras chilenas y de otros países latinoamericanos.
Era evidente el propósito de la SINA y sus asalariados de llevar a cabo una provocación contra las autoridades revolucionarias cubanas, que apartara a la opinión internacional de la escandalosa confabulación y complicidad entre Bush hijo y el principal terrorista del hemisferio, al que sacó de la prisión en Panamá y le permitió después su ingreso en Estados Unidos.
La presunta Asamblea en Defensa de la Sociedad Civil contó con la presencia del jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos y hasta recibió un mensaje directo de Bush y de grupos terroristas de Miami. Hasta el propio Posada Carriles, que no estaba arrestado todavía, envió su apoyo y saludo a la Asamblea en Defensa de la Sociedad Civil. Todos los datos e incidencias de la grotesca reunión provocadora están registrados y serán puestos oportunamente a disposición de la opinión pública. El hecho es que la ecuanimidad y sangre fría de la Revolución echó por tierra la burda maniobra no sin grandes esfuerzos para contener la indignación de la población vecina, que no podía comprender la razón de aquella tolerancia ante tal reunión mercenaria y traidora.
Envalentonados por la aparente impunidad de sus aventuras, el pasado viernes 22 de julio, cuando todo el esfuerzo se concentraba en la reconstrucción del país, los «defensores de la sociedad civil», alentados por la Oficina de Intereses y fuertemente estimulados por los vuelos y transmisiones casi a diario de los aviones militares y los mensajes subversivos que entrañaban, unido a la creencia difundida por la mafia de Miami ya casi haciendo las maletas ante un inminente colapso de la Revolución, se animaron a instrumentar una nueva provocación; pero esta vez el pueblo, más indignado con tan desvergonzados actos de traición, se interpuso con sus expresiones de fervor patriótico y no permitió moverse a un solo mercenario. Y así ocurrirá cuantas veces sea necesario cuando traidores y mercenarios sobrepasen un milímetro más allá de lo que el pueblo revolucionario, cuyo destino y cuya vida están en juego frente al imperio más voraz, más inhumano y cruento de la historia, está dispuesto a permitir.
La publicitada disidencia o supuesta oposición en Cuba no existe más que en la mente calenturienta de la mafia cubano-americana, y de los burócratas de la Casa Blanca y el Departamento de Estado. Se autoengañan o se autointoxican con sus propias mentiras. Compran gente oportunista, divorciada de toda actividad productiva o servicio útil, muchas veces personas vagabundas y no en pocas ocasiones lumpen o delincuentes que no cuentan con el aprecio y el apoyo de nadie. Se repiten las circunstancias en que las autoridades tienen que protegerlos cuando tratan de instrumentar alguna provocación, y para lo cual lo primero que hace la Oficina de Intereses es citar a la prensa extranjera. Es lo mismo que cuando invadieron el país con mercenarios armados, antiguos batistianos muchos de ellos, partiendo del supuesto de que el pueblo se levantaría de inmediato contra la Revolución. Nadie los conoce en Cuba, viven de la publicidad en el exterior. La mafia terrorista y el gobierno de Estados Unidos se aprovechan descaradamente de las facilidades que ha ofrecido Cuba para que numerosas agencias internacionales y órganos de prensa residan e informen desde Cuba sin restricción alguna de nuestra parte para que se muevan y actúen con entera libertad. Algunos realmente lo hacen en plena complicidad con la Oficina de Intereses de Estados Unidos para desinformar y engañar al mundo sobre la realidad cubana. De sobra saben todos que ningún proceso revolucionario contó jamás con el consenso y el apoyo abrumador y la confianza con que cuenta la Revolución Cubana por su firmeza y lealtad a los principios, la valentía y el espíritu internacionalista y la solidaridad del pueblo cubano.
Más valdría que el imperio no se dejara llevar por ilusiones que lo conduzcan a errores más graves, porque nada de lo que ha ocurrido en otras partes será comparable con lo que ocurriría aquí con los que intenten apoderarse de Cuba.
Hace ya mucho tiempo, más de un siglo, Maceo se lo advirtió: solo recogerán el polvo de su suelo anegado en sangre si no perecen en la contienda. Hoy podemos añadir: no podrían recoger siquiera el polvo de su suelo, y tendrían que derramar mucha más sangre que en cualquier otro lugar del planeta. ¡Lo juramos!
No quiero dejar pasar esta ocasión sin abordar otros temas de mucho interés para nuestro pueblo.
Durante los primeros seis meses de este año, el país debió enfrentar una compleja situación producto de la sequía, la escasez de energía eléctrica y, más recientemente, las consecuencias del huracán Dennis.
Los enemigos de la Revolución, como ya explicamos, han pretendido utilizar estos hechos jubilosamente para afirmar que Cuba está atravesando una profunda crisis económica. No aprenden y una vez más subestiman la capacidad de resistencia y de lucha de nuestro pueblo.
El sólido crecimiento que comenzó a mostrar nuestra economía ya desde el pasado año se ha visto reforzado en este primer semestre del 2005, lo cual puedo mostrar con datos irrefutables que así lo demuestran y que les expondré a continuación.
En el primer semestre la economía cubana creció un 7.3% y se estima un crecimiento de alrededor del 9% al finalizar el año, a partir de las positivas tendencias que se aprecian en la misma.
Tal desempeño hasta junio se basa en el incremento de 13 de las 22 ramas de la industria, entre las que se destacan la metalurgia ferrosa con un 15.5%; la metalurgia no ferrosa, un 9.2%; la gráfica, un 21.7%; la de confecciones, un 7.0%; la alimentaria, un 3.6% y la de bebidas y tabacos, un 4.4%.
Las construcciones crecen un 8.2%, las comunicaciones 7.1%; el comercio 10% y la esfera de los servicios 13.3%.
La producción equivalente de crudo nacional y gas alcanza alrededor de un millón 900 mil toneladas, es decir, cuatro veces lo que se obtenía al iniciarse el período especial. En la actualidad se desarrolla un importante esfuerzo para perforar y poner en producción nuevos pozos de petróleo y gas que brinden al país un considerable avance hacia el autoabastecimiento energético.
La refinación de crudo creció un 9,2%, lo que permitió obtener un ahorro de 29 millones 700 mil dólares por el total de productos refinados, en comparación con sus precios internacionales. El consumo de combustible se mantuvo, en cambio, a niveles similares al año precedente.
La generación de electricidad se redujo un 4% debido a averías en plantas generadoras, por un lado, y a la prolongación de los períodos de mantenimiento de las mismas, afectando actividades productivas y de servicios, así como a la población.
Para el mantenimiento de estas plantas se han duplicado los recursos en divisas a invertir hasta diciembre del 2005, que sobrepasan la cifra de 100 millones de dólares.
Se desarrolla un programa para la mejora de las redes eléctricas del país, al que se destinan adicionalmente 50 millones de dólares, del cual se ha ejecutado el 34% en los primeros cinco meses.
Este programa permitirá reducir las pérdidas totales por distribución de electricidad de aproximadamente el 16,5% al 11% e incrementar la calidad del servicio.
Se lleva a cabo una profunda revolución en la concepción de la producción y uso de la energía eléctrica. Se han adquirido ya 282 millones 100 mil dólares en equipos y materiales que están en proceso de instalación, lo que permitirá disponer, antes de un año, de un millón más de kilowatts de generación eléctrica.
Uso el dólar en la exposición para una mejor comprensión de los costos en divisas convertibles.
A la cifra señalada de nuevas capacidades de generación eléctrica se añadirán 200 mil kilowatts por una nueva planta de ciclo combinado y la adaptación de una planta termoeléctrica, hoy paralizada, al consumo de gas acompañante. Sumada esta nueva capacidad al ahorro de no menos de un millón de kilowatts que se alcanzará mediante la inversión de más de 250 millones de dólares, la producción, los servicios y los núcleos familiares dispondrán, a partir del segundo semestre del 2006, de una capacidad de energía eléctrica que duplica la actual.
Junto al problema eléctrico, habrá de resolverse la necesidad de combustible doméstico. Personalmente, como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno, dedico a este problema una parte importante de mi tiempo, y no exagero en lo que he dicho, más bien hablo con discreción y una reserva de posibilidades adicionales.
Se ha contratado la compra de más de 3 millones 100 mil ollas de presión, 3 millones 500 mil ollas arroceras, 3 millones 100 mil ollas de presión eléctricas, 3 millones 800 mil hornillas eléctricas y un millón 100 mil ventiladores de 12 pulgadas.
También se han adquirido más de 5 millones 300 mil juntas de refrigeradores, 650 mil termostatos y 7 millones de juntas de cafeteras. Estos equipos y accesorios, que ya se han comenzado a distribuir progresiva y cuidadosamente, continuarán entregándose durante el segundo semestre, según el programa previsto.
En la industria farmacéutica se están invirtiendo más de 100 millones de dólares. Su producción crece sostenidamente.
Se trabaja en la ampliación y remodelación de las plantas de yogur de soya, elevando su capacidad de producción a un millón de litros diarios, que se irá utilizando progresivamente.
Se trabaja y se invierte para procesar 25 mil toneladas anuales de chocolate con leche. Se estima un nivel de producción en lo que resta del año de 12 mil toneladas para distribuir a la población.
El programa de producción de café de calidad incluye la introducción y montaje en las actuales torrefactoras de 30 máquinas de envase, 2 nuevos tostaderos y el cambio de 7 molinos, equipamiento que ya está contratado. En agosto comenzará la distribución por algunas provincias a partir de la capacidad instalada.
Para ampliar, garantizar y asegurar el almacenaje de cereales y granos de leguminosas, se ha emprendido la construcción de capacidades para medio millón de toneladas de silos metálicos de óptima calidad.
Se trabaja igualmente en la ampliación de la capacidad de producción de pastas.
Se ampliarán las industrias actuales del Poder Popular para la producción de fideos y se montarán 15 nuevas fábricas similares.
Se montarán 2 nuevas fábricas de pastas alimenticias en los antiguos centrales «Noel Fernández» (Camagüey) y «Marta Abreu» (Cienfuegos). Se ubicará una nueva línea de pastas en Vita Nuova de mil 750 kilogramos por hora, y se modernizará Buona Sera de Santiago de Cuba.
La capacidad total a poner en marcha ascenderá a 70 mil toneladas entre pastas largas y cortas.
Se prevé la adquisición de 2 nuevas plantas de procesamiento de cacao con capacidad de 25 mil toneladas cada una.
Esta decisión, además de satisfacer las necesidades nacionales, permitirá producir manteca de cacao de alta calidad para la exportación, así como otros derivados del cacao.
Como parte de la política de reforzamiento de la alimentación de nuestro pueblo, se lleva a cabo un programa para incrementar la producción de huevo. El objetivo es alcanzar en el 2006 una producción de más de 2 mil 200 millones de unidades.
Para asimilar el aumento en la disponibilidad de carne de cerdo se han decidido un conjunto de inversiones.
Se trabaja en la recuperación de la capacidad de producción de carne de cerdo, con vistas a alcanzar en el 2006 una producción total de 80 mil toneladas de carne en pie y preparar las bases para lograr 100 mil toneladas en el 2007.
Se ampliarán considerablemente las áreas de cultivos protegidos y semiprotegidos para la producción de vegetales de alta calidad para consumo nacional y exportación.
La producción de níquel alcanzó en el primer semestre 38 mil 200 toneladas, lo que representa un incremento con relación al año anterior. Las exportaciones de esta producción constituyeron la fuente más importante de ingresos para el país por exportación de bienes, al totalizar 545 millones de dólares en el primer semestre.
El arribo de visitantes al país hasta junio 30 crece un 8%, previéndose alcanzar en el año los 2 millones 300 mil visitantes planificados.
Los ingresos turísticos crecen un 11,5% con relación al año anterior, con un nivel de ocupación lineal del 66,9%.
Durante el año 2005 se prevé poner en explotación 4 nuevos hoteles, que aportarán mil 921 habitaciones para el turismo internacional.
La industria electrónica duplica la producción de softwares y de televisores.
En el semestre crecieron las producciones de cemento en un 20,8 % y las de barras de acero en un 5%.
Con el propósito de dar respuesta a las necesidades más apremiantes para aumentar nuestra capacidad constructiva, se han aprobado inversiones que ya comienzan a ejecutarse por 62 millones de dólares, que incrementarán un 51% la producción de arena, un 74% la de piedra, un 59% la de bloques y un 49% los elementos de piso.
Hay ya 7 mil 300 viviendas terminadas en el 2005. En lo que resta del año se repararán la mayor parte de las viviendas afectadas parcialmente por el huracán Dennis, se construirán nunca menos de 10 mil nuevas de las totalmente destruidas y se continuarán los planes de terminación y de nuevas construcciones para las necesidades más apremiantes, hasta alcanzar no menos de 30 mil adicionales.
Están ya contratados o en vías de contratación los materiales necesarios para un total de 100 mil nuevas viviendas en el año 2006, que constituirán, por amplio margen, la cifra más alta de nuestra historia. No se incluye en esta cifra un elevado número de reparaciones. De nuestro esfuerzo humano dependerá todo.
La peor sequía, desde que existen registros, azotó al país desde el año 2003 hasta el pasado mes de mayo del 2005. El impacto económico de la misma se estima en más de mil 200 millones de dólares.
Para enfrentarla, se invirtieron en obras hidráulicas, hasta el 2004, 183 millones de dólares, y este año se calcula ejecutar una cifra adicional de 60 millones.
Ha sido necesario igualmente invertir en gastos corrientes más de 70 millones de dólares, que incluyen 28 mil toneladas de diesel y 14 mil de gasolina, especialmente para llevar agua a la población afectada, que alcanzó más de 2 millones 500 mil habitantes en los momentos más críticos, llegándose a servir agua con pipas a cerca de 2 millones de personas.
Para la vitalidad de la economía, resulta indispensable la reanimación del transporte de carga, seriamente afectado en estos años de período especial.
El período especial y el bloqueo de Estados Unidos golpearon duramente el transporte ferroviario hasta el punto de hacerlo casi colapsar.
Se están invirtiendo con urgencia el presente año alrededor de 40 millones de dólares en transporte de carga por ferrocarril. Se han reparado ya 32 locomotoras y mil vagones de carga. Deberán repararse otras 18 locomotoras y casi mil vagones adicionales en los próximos meses, que transportarán áridos y cemento para las obras de la Batalla de Ideas y el programa de construcción de viviendas.
Se adquirieron en China 12 locomotoras nuevas, que arribarán en noviembre de este año.
La carga transportada por el ferrocarril creció en 47 mil 900 toneladas con respecto al primer semestre del año anterior.
En el caso del transporte automotor de carga, se han reparado y puesto en marcha 486 camiones que estaban paralizados.
El parque automotor del Ministerio del Transporte transportó en el semestre 66 mil 100 toneladas por encima de igual período en el 2004.
Se adquirieron o están en proceso de adquisición equipos portuarios, metales para vías férreas y equipos y piezas para camiones por más de 15 millones de dólares.
Se han contratado en China mil ómnibus modernos para transporte a distancia, con motores altamente eficientes en el uso del combustible. Ya han arribado 200 al país y se emplean en necesidades vitales. Se calcula transportar ya este año casi 3 millones más de pasajeros que lo previsto.
Se impone ineludiblemente la revisión de las tarifas, dado que el elevado costo del combustible y los equipos haría totalmente imposible prestar este servicio con los precios históricos.
En el sector de la salud, las inversiones reciben un significativo impulso durante el primer semestre, como jamás pudo hacerse en el pasado. Se concluyeron las 448 salas de rehabilitación que necesitaba el país.
Han recibido reparación capital 123 policlínicos.
De los 444 policlínicos existentes, casi la totalidad cuenta ya con electrocardiógrafos, 396 han recibido por primera vez equipos de ultrasonido con tres transductores y 115 cuentan con equipos nuevos de rayos x. En cada uno de ellos se instalará el servicio de endoscopia; cada uno cuenta en la actualidad con 4 computadoras y una biblioteca y 368 han sido ya conectados con Internet.
Desde enero del 2004 se cuenta con 118 salas de terapia intensiva en municipios que lo requerían, donde hasta febrero del 2005 se habían atendido 42 mil 561 pacientes, de los que se salvó la vida a 13 mil 25, el 92% de los que presentaban riesgo inminente de muerte.
Las clínicas estomatológicas, han recibido 851 conjuntos dentales nuevos.
Están en proceso de remodelación, ampliación y equipamiento más de 50 hospitales, para prestar servicios de excelencia a pacientes nacionales y del exterior. El programa se inició en el 2004 con un costo calculado en 835 millones de dólares, que incluyen equipos de última generación valorados aproximadamente en 400 millones de dólares.
Entre los equipos de alta tecnología con los que hoy cuentan están 27 tomógrafos computarizados de un corte, con lo cual disponen ya de él todas las provincias del país, 9 de 64 cortes, 8 de resonancia magnética y 8 de ultrasonido tridimensional, que por primera vez se emplearán en Cuba.
El programa se acompañará con la construcción de 44 alojamientos hospitalarios, que sumarán 6 mil 886 habitaciones. Se emplearán igualmente, en servicios internacionales de salud, numerosos hoteles de tres y cuatro estrellas.
El país cuenta ya con capacidad de operar y prestar servicios en todas las ramas de la oftalmología a cientos de miles de pacientes. Cien mil hermanos venezolanos los recibirán el presente año, en el que han sido operados hasta ayer, 25 de julio, 25 mil 24 pacientes de ese país y una cifra similar de cubanos.
No menos de 15 mil ciudadanos de la comunidad del Caribe los recibirán entre la segunda quincena de julio del 2005 y junio del 2006. Venezuela y Cuba han ofrecido prestarlo igualmente a otros 100 mil latinoamericanos en el mismo período. Se trata de una hazaña solidaria y humana sin precedentes en la historia del mundo.
La revolución educacional que ha venido llevando a cabo nuestro país al calor de la Batalla de Ideas ha producido un salto de calidad igualmente sin precedentes en el proceso docente-educativo.
En esta esfera, se concluyó la reparación capital de 111 grandes escuelas y se continúa trabajando en 56, así como en 5 Institutos Pedagógicos.
Se inició igualmente la reparación capital de 25 politécnicos de computación, con capacidad para 40 mil alumnos, así como de 15 preuniversitarios en la provincia La Habana, de los 40 que recibirán esa mejoría. El costo de estos programas asciende a más de 120 millones de dólares.
Se concluyeron 118 Joven Clubes en el semestre, a un costo de 21 millones de dólares.
Hasta el cierre del presente curso se han concluido mil 197 obras por el programa de la Batalla de Ideas, que benefician a 503 mil 174 estudiantes.
Se trabaja en la reparación capital de 16 EIDE, a un costo superior a los 14 millones 600 mil dólares, concluyéndose una y 113 objetos de obra.
Se incrementaron 20 sedes universitarias en las prisiones, con unos 590 estudiantes.
Como prueba de las potencialidades de nuestra economía, en el mes de mayo se incrementó el salario mínimo, pasando de 100 a 225 pesos, y benefició a un millón 657 mil 191 trabajadores, los que representan el 54% de los empleados por el Estado, con un costo anual de mil 65 millones de pesos. Ello elevó el salario medio a fines del primer semestre a 334 pesos, de 282 al cierre del 2004.
En el mes de julio se incrementaron los salarios en los sectores de salud y educación, lo que benefició a 857 mil 400 trabajadores, con un costo anual de más de 523 millones de pesos.
En la Seguridad Social se incrementaron las pensiones a un millón 468 mil personas, algo más del 97% del total.
En la Asistencia Social se benefició a 476 mil 512 personas con un incremento de 50 pesos mensuales.
Ambas medidas representan un costo anual de unos mil 190 millones de pesos.
Las medidas señaladas han beneficiado a 4,4 millones de personas, que representan el 30,9% de la población, con un costo anual de unos 2 mil 780 millones de pesos. Continuará incrementándose sucesivamente el salario a otros sectores.
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 26,3% durante el primer semestre con relación a igual período del 2004.
El saldo favorable en el comercio de servicios logra compensar el desbalance del intercambio de bienes, resultando un discreto saldo positivo en la balanza comercial, algo superior incluso al obtenido el año precedente.
En las exportaciones de bienes se destacan por su importancia el níquel, los medicamentos genéricos y biotecnológicos, el tabaco y el azúcar crudo, en tanto que en los servicios juegan un papel decisivo los servicios médicos y el turismo.
Estos resultados se obtienen en medio de un proceso de reordenamiento de la actividad de comercio exterior donde el número de empresas autorizadas a importar se redujo de 192 a 89 y donde el 67% de las importaciones totales del país se concentran en 23 entidades, reduciéndose además la participación de intermediarios en un 26% en los últimos dos años.
Respondiendo a una política económica que asegurara la satisfacción de los intereses sociales y de las prioridades fundamentales del país, se han adoptado un conjunto de medidas en la esfera monetaria tendentes al fortalecimiento de la moneda nacional. Ya a mediados del 2003 se elimina el dólar en las transacciones entre empresas y se implanta un control de cambios en el Banco Central para las operaciones externas. En noviembre del 2004, como respuesta a las amenazas del Gobierno de Estados Unidos, también se suprime la circulación del dólar en la red de tiendas en divisas y se les aplica una penalización del 10% a las operaciones de cambio de esta moneda, medida que fue implantada brindando el máximo de facilidades a la población y sin afectar sus depósitos bancarios.
A inicios del presente año, estas acciones se complementan mediante una revaluación del peso cubano respecto al peso cubano convertible del 7%, con lo cual se incrementó el poder adquisitivo del peso cubano en la red de tiendas en divisas. Adicionalmente, el peso cubano convertible fue revaluado en un 8% respecto al dólar y otras divisas.
Estas medidas han fortalecido nuestra soberanía monetaria y han propiciado una mayor equidad entre los estratos de la población que reciben ingresos en distintas monedas. En la actualidad el total de la moneda que circula es emitida por el Banco Central de Cuba, a diferencia del pasado en el que una parte de ella era emitida por una autoridad monetaria de un país que mantiene un férreo bloqueo contra Cuba.
Algunos efectos prácticos han sido: un incremento del ahorro en pesos cubanos del 32% con relación a septiembre del pasado año, lo que expresa una mayor confianza en la moneda nacional; el aumento de la proporción de los depósitos de pesos cubanos convertibles en el total del ahorro en divisas, que de un 20% pasa a un 50% del total; y un significativo incremento de las divisas captadas por el Banco Central.
Asimismo se logró disminuir sustancialmente la participación del dólar en el total de entradas en divisas en efectivo del país. En el pasado la participación del dólar excedía el 90%, mientras que en la actualidad se mantiene alrededor del 30%, lo cual disminuye sustancialmente el riesgo derivado de las amenazas del Gobierno de Estados Unidos.
A partir del presente año se ha establecido una racional centralización de las decisiones sobre el empleo de las divisas. La autorización para estas transacciones debe obtenerse antes de contraer las obligaciones, lo cual ha significado una mayor efectividad en las contrataciones y más seguridad en el cumplimiento de los compromisos de pago. Además, esto ha contribuido considerablemente a la lucha contra el delito y la corrupción. Con ello también se ha propiciado tomar importantes decisiones para eliminar intermediaros comerciales no representativos en el comercio internacional, cuya actividad originaba un incremento desproporcionado de los precios de las mercancías y servicios que el país adquiere en el exterior.
Mediante este proceso se concentraron en el Banco Central los ingresos en divisas del Estado y la posibilidad de poder disponer de los mismos, lo cual ha reforzado de modo relevante la capacidad negociadora del Estado socialista con los consiguientes beneficios en la gestión comercial y financiera. También ha posibilitado cumplir rigurosamente con las obligaciones derivadas de los nuevos compromisos financieros externos y de las deudas renegociadas, lo cual ha permitido tener acceso a nuevos financiamientos en condiciones más ventajosas.
Por último, como parte de los acuerdos derivados del ALBA, se creó una filial bancaria de un banco cubano en Venezuela y se autorizó la apertura de una filial de un banco venezolano en Cuba.
Por primera vez desde el comienzo del período especial en el 2004 el saldo de las operaciones corrientes resultó superavitario, debido principalmente al notable incremento en los servicios exportados. Se prevé para el presente año un resultado más favorable a partir de mayores ingresos por los servicios prestados.
Las ventas en las tiendas de recaudación de divisas se estima alcancen, al cierre del 30 de junio, una cifra 6,1% superior a la del pasado año.
El acuerdo entre la República Bolivariana de Venezuela y la República de Cuba, suscrito bajo los principios del ALBA, constituyó un paso considerable en el camino de la unidad y de la verdadera integración entre los pueblos de la América Latina y el Caribe. El de Petrocaribe constituye otro paso extraordinario y un verdadero ejemplo de hermandad y solidaridad entre los pueblos.
El intercambio comercial entre Venezuela y Cuba se elevará ya este mismo año a no menos de 3 mil millones de dólares.
Ambos países serán sin duda los dos que más crecimiento económico alcancen en el 2005 en este hemisferio.
Por estos nobles, constructivos y pacíficos esfuerzos, el gobierno imperialista acusa a Venezuela y a Cuba, a Chávez y a Castro, de desestabilizar y subvertir a los países de la región.
Ante semejantes imputaciones a Venezuela y a Cuba, si el Presidente Chávez estuviera de acuerdo, un día como hoy sería la ocasión propicia para responder: ¡Condenadnos, no importa, la historia nos absolverá!