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Forbes y sus «intereses» en Cuba

Fuentes: Rebelión

¿Qué gran medio informativo mundial puede llamarse hoy en día independiente y objetivo? ¿Es posible serlo cuando sus principales accionistas tienen que ver, día a día, con las grandes decisiones mundiales, tanto políticas como económicas? La sabiduría popular siempre ha dicho: quien paga la orquesta, exige la música. La revista estadounidense Forbes, que año tras […]


¿Qué gran medio informativo mundial puede llamarse hoy en día independiente y objetivo? ¿Es posible serlo cuando sus principales accionistas tienen que ver, día a día, con las grandes decisiones mundiales, tanto políticas como económicas? La sabiduría popular siempre ha dicho: quien paga la orquesta, exige la música.

La revista estadounidense Forbes, que año tras año publica el listado de los hombres y mujeres más millonarios del mundo, ha vuelto a incluir al presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz (1) En esta ocasión lo sitúa como el séptimo.

Pero, ¿es que Forbes puede ser objetiva en esta información? Existen dos motivos que hacen dudar de ello. Uno, es que sus métodos para tal conclusión son «más arte que ciencia«, según reconoció la propia publicación. Y a uno siempre le enseñaron que los números y cuentas son ciencias exactas.

Pero el segundo motivo es mucho más poderoso: Por lo menos desde 1991 los principales accionistas de Forbes, la familia Forbes, están vinculados a los planes de desestabilización de la Revolución cubana. Esto se puede leer en el Capitulo 14, titulado «La transición y la reconstrucción de Cuba», del libro «Ron Bacardi. La guerra oculta» (2)

«A fines de 1991 todo estaba preparado para la caída del régimen cubano. Sin el apoyo de los antiguos socios comerciales del ex bloque socialista europeo nada podría salvarlo (…)

«Mientras los magnates, cuyas propiedades habían sido nacionalizadas, empezaron a preparar las maletas para partir al momento en que se diera la ansiada noticia. Los directivos y accionistas de la Bacardí estaban seguros de estar entre el pequeño núcleo de privilegiados que podría desandar el camino con bastante seguridad (…)

«Era normal, entonces, el que favorecieran la creación de la «Comisión Especial para la Reconstrucción Económica de Cuba» (Blue Ribbon Commission on the Economic Reconstruction of Cuba). Esta Comisión era otro apéndice de la Fundación (3)

«La Comisión fue lanzada como un «proyecto de transición política y económica«, para estudiar y dar respuestas «al reto de la reconstrucción cubana» (4). Debía agrupar información sobre los sectores claves de la economía en la Isla, formulando estrategias macroeconómicas que, al final, desembocaran en la implantación de una economía de libre mercado, de corte neoliberal. A los nuevos gobernantes según el ambicioso plan estructurado sin tomar en cuenta a nadie en el interior de la Isla, no les debería tomar más de dos años en vender todos los activos públicos. La privatización le permitiría a las compañías extranjeras apoderarse del ochenta por ciento de las acciones, sin importar qué sector seleccionaran. Era una especie de liquidación con carácter de oferta.

«Thomas Cox, especialista de la Heritage Foundation para América Latina, actuó como presidente de la Comisión. Malcolm Forbes, director de la revista destinada a inversionistas, Forbes, actuó como director ejecutivo. También integraron la Comisión Arthur Laffer, el economista preferido del presidente Reagan; William Clark, del Consejo Nacional de Seguridad; los políticos Robert Torricelli, Dante Fascell, Ileana Ros-Lethinen y Connie Mack; sin faltar [la ex- embajadora] Jeane Kirkpatrick, ni el directivo de la AFL-CIO, William Doherty. El vicepresidente era Jorge Mas Canosa, jefe de la Fundación Nacional Cubano Americana, y quien se erigía como futuro presidente de Cuba posrevolucionaria (…)

«Ernesto Betancourt, ex director de Radio Martí, escribió un artículo en El Nuevo Herald (5) reproducido en The New York Times. En él, Betancourt rechaza totalmente la «Comisión Especial para la Reconstrucción Económica de Cuba». Pero no solo eso. También aseguraba que el presidente Bush se equivocaba al respaldar a la Fundación, «organización cuyo liderazgo está dominado por ex colaboradores de la odiada dictadura de Batista y sus familiares» (…)

«En otros apartes del artículo, Betancourt se expresó así sobre la creación de esta «Comisión» y sus propósitos:

«En su reunión anual [en la primavera] la Fundación anunció la formación de una Comisión para diseñar un plan para la reconstrucción económica de Cuba (…) Jeb Bush, el hijo del presidente, fue el anfitrión, y el ex presidente Ronald Reagan estuvo por allí para dar sus bendiciones (…) Si Usted fuera cubano, ¿no pensaría que Estados Unidos estaba gestando un plan determinado para el futuro de Cuba y que ésta Administración había escogido a la Fundación Nacional Cubano-americana para llevarlo a cabo? El grupo proclama que tiene compradores deseosos de pagar 15 000 000 (sic) por el 60% de la tierra en Cuba y otros bienes. Nadie le dio a la Fundación la autonomía de vender la isla…» (…)»

Desde entonces, los propietarios de la revista Forbes han estado atrás de los planes contra esa nación caribeña, su pueblo y sus dirigentes. Insistiendo en que Fidel Castro Ruz se aprovecha personalmente de las pocas riquezas materiales cubanas, busca, quizás, sembrar dudas en su pueblo, el cual muy, pero muy mayoritariamente, cree en él a ojos ciegos. Y que con esa especie de señalamiento, tomado como un ataque, solo logra que cierre filas sobre Su Comandante.

* Hernando Calvo Ospina es periodista colombiano. Autor de los libros ‘Disidentes o mercenarios’ y ‘Ron Bacardí. La guerra oculta’, entre otros.

Notas

(1) Kroll, Luisa, «Fortunes of kings, queens and dictators. Forbes, 5 de mayo 2006)

(2) Calvo Ospina, Hernando. «Ron Bacardi. La guerra oculta». Libro editado, entre los años 200 y 2002, en español, francés, neerlandés, italiano, inglés, alemán. Basadas en su información, las cadenas televisivas BBC y la franco-alemana, Arte, realizaron documentales.

(3) Fundación Nacional Cubano Americana, organización creada por el Consejo Nacional de Seguridad del presidente Ronald Reagan, en 1982, dedicada a buscar la desestabilización , por todos los medios posibles, de la Revolución cubana.

(4) «For a free and democratic Cuba». Fundación Nacional Cubano Americana, Miami. No trae fecha de publicación, pero debió de haber sido editado a comienzos de los años noventa.

(5) Betancourt, Ernesto. «La solución interna». El Nuevo Herald, Miami, 13 de septiembre de 1991.