La ONG internacional señala a bancos, fondos de pensiones y aseguradoras como culpables del cambio climático.
Sesión de apertura del Foro de Davos 2020. Foto: World Economic Forum/Flickr. (Lic: CC BY-NC-SA 2.0)
Los mensajes de lucha y unidad contra el cambio climático que se lanzan desde la estación de esquí suiza de Davos estos días están teñidos de hipocresía, según Greenpeace. La ONG afirma que los bancos y fondos de pensiones cuyos mandatarios acuden este año a la reunión del Foro Económico Mundial (WEF en sus siglas en inglés) tienen intereses financieros en la industria de los combustibles fósiles por valor de 1,4 billones de dólares (alrededor de 1,25 billones de euros). Esta cifra es ligeramente superior al PIB de España en 2017. También es, aproximadamente, la misma cantidad con la que cuenta, colectivamente, la mitad de la población más pobre del planeta.
Greenpeace ha publicado estos datos en un nuevo informe , titulado «Es el sector financiero, estúpido». En el informe, la organización internacional ha analizado qué instituciones presentes en Davos no cumplen con el objetivo del WEF de «mejorar el estado del mundo», tanto desde un punto de vista económico como medioambiental. El documento también ilustra el trabajo de empresas de lobbying y relaciones públicas al servicio de los grandes bancos, y cómo este daña las posibilidades de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.
Jennifer Morgan, Directora Internacional de Greenpeace, afirmó en un comunicado que «los bancos, las aseguradoras y los fondos de pensiones presentes en Davos son culpables de la emergencia climática». Morgan denunció que estas empresas están «alimentando otra crisis financiera global con su apoyo a la industria de los combustibles fósiles», a pesar de «las advertencias medioambientales y económicas». La directora de la ONG acusó a los directivos de estas empresas de «nada menos que hipócritas», ya que «dicen que quieren salvar el planeta, pero en realidad lo están matando por el lucro a corto plazo».
De las 24 instituciones financieras investigadas (entre las cuales no hay ninguna empresa española), tan solo diez cuentan con un billón de dólares en combustibles fósiles. Estos son JP Morgan, Citi, Bank of America, RBC Royal Bank, Barclays, MUFG, TD Bank, Scotiabank, Mizuho y Morgan Stanley. El informe recuerda que con esa cantidad de dinero (1 billón de dólares) podrían instalarse 640 GW de energía solar, más que la capacidad global instalada en este momento.
Además, el informe también pone la lupa sobre fondos de pensiones y aseguradoras. De los fondos de pensiones, destacan varios de países cuyas políticas son, supuestamente, favorables a la acción climática, como Canadá o Dinamarca. Estos cuentan con 26.000 millones de dólares invertidos en los bancos anteriores o en compañías de combustibles fósiles, como Shell, Chevron o Exxon.
Finalmente, en cuanto a las aseguradoras, el comunicado hecho público por Greenpeace señala que «cinco de las peores» empresas del sector acudieron al Foro de Davos el año pasado. La ONG condena a estas aseguradoras por seguir apoyando a la industria del carbón. Hace especial hincapié en la estadounidense AIG, que no ha descartado asegurar partes del proyecto de la megamina de Adani, en Australia.
En declaraciones al diario británico The Guardian, un portavoz de Barclays, uno de los bancos señalados, rechazaba las acusaciones. Esta fuente afirmó que la institución está «haciendo todo lo posible para apoyar la transición a una economía baja en carbono». El mismo portavoz indicó que el banco debe velar porque «se satisfaga la demanda global de energía».