La organización ecologista Greenpeace ha presentado este jueves un nuevo informe, en el que acusa a Iberdrola de «atacar» las energías renovables para proteger su negocio de energía sucia y de presionar, utilizando «toda su red de influencias políticas», para cambiar la legislación según En este informe, titulado ‘Iberdrola: empresa enemiga de las renovables’ (puedes […]
La organización ecologista Greenpeace ha presentado este jueves un nuevo informe, en el que acusa a Iberdrola de «atacar» las energías renovables para proteger su negocio de energía sucia y de presionar, utilizando «toda su red de influencias políticas», para cambiar la legislación según
En este informe, titulado ‘Iberdrola: empresa enemiga de las renovables’ (puedes descargarlo íntegro aquí), Greenpeace resalta las actuaciones que hacen al gigante empresarial «enemigo de las renovables».
Por un lado, detalla la organización, el principal negocio de Iberdrola son el gas, el uranio y el carbón, en lugar de las energías renovables. «Desde 2005 a 2012 la eléctrica produjo con renovables únicamente el 14’9% de su electricidad, mientras que el resto, un 85’01%, lo hizo con tecnologías convencionales», precisa el informe.
Además, Greenpeace señala que Iberdrola desprestigia a las energía renovables para defender sus intereses, de manera que cae «en contradicciones entre la imagen verde de la publicidad y su discurso político, abiertamente hostil a las renovables en los últimos años».
Por último, la organización acusa a la eléctrica de utilizar «todo su poder» para lograr legislación a favor de sus intereses, lo que incluye pagos a las centrales térmicas por capacidad y disponibilidad, los «beneficios caídos del cielo» para las nucleares e hidráulicas o las normativas que establecen una moratoria y recortes retroactivos a las energías renovables.
El motivo de los movimientos de Iberdrola es, según Greanpeace, que «sus centrales de gas han pasado de funcionar 4.211 horas en 2008 a 1.540 en 2012», lo que supone la pérdida de unos ingresos potenciales de entre 4.250 y 5.500 millones de euros, según estima el informe.