El pasado martes 23 de septiembre, el PNV presentaba una proposición no de ley para la reforma de la ley de identidad de género. El texto propone eliminar el requisito de 2 años de hormonación para poder cambiar el nombre y el sexo en el DNI. Para el PNV, es «un contrasentido» pedir cambios físicos […]
El pasado martes 23 de septiembre, el PNV presentaba una proposición no de ley para la reforma de la ley de identidad de género.
El texto propone eliminar el requisito de 2 años de hormonación para poder cambiar el nombre y el sexo en el DNI. Para el PNV, es «un contrasentido» pedir cambios físicos a través de la hormonación porque el cambio de nombre «debe pivotar sobre el sexo psicosocial y no en torno al físico«. Según su opinión, es un requisito «anacrónico y absolutamente contradictorio con los fundamentos y el espíritu de la ley de identidad de género«.
En septiembre de 2007, el Bloque Alternativo para la Liberación Sexual, junto a otros colectivos transexuales, reclamaron al Ministerio de Sanidad, tanto esta demanda, como otras relativas a los derechos transexuales como la inclusión del tratamiento integral en la cartera de servicios comunes de la seguridad social, o la extensión de la posibilidad de cambio registral en el DNI a menores e inmigrantes, colectivos excluidos actualmente en la vigente ley de identidad de género.
La respuesta del Ministerio de Sanidad fue ofrecer algunos Centros de Referencia para cirugías de «reasignación se sexo», pero no garantizar el resto de derechos sanitarios (algunos tan sencillos como mamografías o controles de los niveles hormonales en sangre) en los centros de salud próximos a los domicilios de las personas trans, los llamados derechos sanitarios de proximidad. Hay que recordar que muchas personas trans no desean realizar cirugías de «reasignación de sexo» pero sí otros tratamientos o cirugías más sencillas como mastectomías o histerectomías.
La propuesta del Ministerio fue acogida con satisfacción por parte de la FELGTB, calificándola de «positiva». Los colectivos críticos, en cambio, la rechazaron, argumentando que se olvidaba de los derechos de proximidad (por no estar incluidos en la cartera de servicios comunes de la seguridad social), además de ni siquiera garantizar la viabilidad de los centros de referencia.
En los meses posteriores, varios colectivos críticos como CGB, EHGAM, Acera del Frente (Bloque Alternativo), Stonewall, Maribolheras Precarias, Guerrilla Travolaka o Towanda, continuaron haciendo campañas por los derechos trans, como envíos de postales navideñas a Zerolo o manifestaciones frente a la sede «socialista» de Ferráz. Incluso en los Encuentros Estatales LGTB (de lesbianas, gays, trans y bisexuales), las ponencias presentadas por los colectivos críticos eran rechazas por los afines al PSOE, entre agrios debates y justificaciones a la consideración de patología de las personas trans por parte del gobierno.
«Desde FELGTB celebramos que por fin la sanidad pública reconozca nuestro derecho a la salud, esto evitará mucho sufrimiento, muchos efectos secundarios, automedicación sin control… Es un momento histórico para el colectivo transexual, este año 2007 ha sido el año en el que por fin se ha hecho realidad la ley de identidad de género, y se pone en marcha el fin de la discriminación que sufrimos en el ámbito sanitario«, llegó a afirmar un satisfecho Martín Berenguer, coordinador del Área de Transexualidad de la FELGTB.
Pero la reciente propuesta del PNV ha dejado muchas vergüenzas y carencias al aire, por lo que en unas de sus habituales maniobras mediáticas, la FELGTB afirma ahora que «nuestra prioridad es que el tratamiento sanitario integral de las y los transexuales pase a la cartera de prestaciones comunes del Sistema Nacional de Salud».
Tanto la propuesta del PNV, como estas afirmaciones dejan en entredicho las «24 propuestas» que la FELGTB ofrecía a los partidos políticos con motivo de las pasadas elecciones generales, ya que ninguno de estos temas, indigestos para el gobierno, aparecían por aquel reciente entonces en las reivindicaciones de la federación estatal.
De momento el PSOE, durante el debate parlamentario, ha afirmado que «es pronto para modificar la norma» y que «nadie pidió eliminar el requisito de hormonación durante el trámite de la ley». Parece que han olvidado las críticas que durante aquellos días les hacían los colectivos alternativos al verse desoídos en las negociaciones sobre la redacción legislativa.
De momento todo indica que la lucha por estos derechos no concluirá en el corto plazo, y que traerá consigo nuevas críticas por parte de los colectivos alternativos a los oficialistas y al gobierno que les concede tan jugosas subvenciones.