La invasión fracasada del Valle de Arán contra la dictadura en 1944 impulsó la creación de este centro hospitalario para atender a los heridos y enfermos de esta operación.
Corrían los primeros meses del año 1939, la ciudad de Barcelona era sometida a la ferocidad de las tropas fascistas, las barricadas fueron abandonadas y los pocos focos de resistencia restantes se esforzaban en abrir pasos y canales seguros a través de los Pirineos para facilitar el exilio de una población que, extenuada y temerosa, huía de la masacre que anticipaban los vencedores. Cataluña se hundía en la larga noche franquista. Cerca de 500.000 españoles, al abrigo de nada y pertrechados con muy poco, cruzaban a pie la cordillera pirenaica para buscar asilo en Francia. A este episodio de nuestra historia se le conoce como «La Retirada»; el primer drama humanitario de la Europa del siglo XX.
La población exiliada fue dispersándose por ciudades, villas y campos de refugiados del sur de Francia, estableciéndose una gran mayoría de ellos en la ciudad de Toulouse, que con el tiempo se convirtió en la sede del gobierno de la II República, base de operaciones y sede del Estado Mayor de los guerrilleros republicanos forzados a dejar su tierra. La huella de aquellos luchadores y luchadoras infatigables aún permanece vigente en esta ciudad que se extiende como recuerdo material de su aportación, su lucha y resistencia. Un mapa emocional que nos interroga desde el recuerdo: Toulouse, capital del exilio español. En la orilla izquierda del río Garona, en el centro del colorido y populoso barrio de Saint Cyprien se levanta, como un hito de este legado, el «Hôpital Varsovie», aún hoy en activo como parte de la red sanitaria francesa.
Comenzó el Hospital Varsovia su andadura el 20 de octubre de 1944, fecha en la que según los documentos originales consta el primer paciente registrado, Ramón Robres Monferrer, un guerrillero que resultó herido en la operación «Reconquista». Un grupo de médicos republicanos, la mayoría de ellos militantes del PCE y anarquistas, que habían combatido a los nazis en la Resistencia, fundaron este hospital en un palacete abandonado por los alemanes en el nº 15 de la rue Varsovie de Toulouse para atender a los maquis españoles pertenecientes a la «Agrupación de Guerrilleros Españoles» heridos en la fallida operación «Reconquista» contra Franco impulsada por el PCE y que durante once días, ocho mil guerrilleros republicanos, combatieron en desventaja contra el ejército franquista en la Vall d’Arán.
Durante los seis años que la gestión del hospital estuvo en manos de médicos republicanos españoles se atendieron a más de 150.000 exiliados que procedían de los campos de concentración y de cualquier rincón de Francia, convirtiéndose así, en un importante logro de la medicina social y obra filantrópica en territorio francés.
El Hospital Varsovia supuso una contribución limitada y modesta en las tareas de la puesta en marcha por el Consejo Nacional de la Resistencia Francesa de un programa universal de seguridad social para cubrir a todos los ciudadanos, independientemente de su clase, en caso de que una enfermedad o lesión le impidiera su trabajo.
El primer director del hospital fue el teniente médico José Miguel Momeñe, militante del PCE, puesto que ocupó hasta mayo del año siguiente, fecha en la que el hospital perdió su condición de hospital militar y se reconstituyó como hospital civil siendo sustituido en el cargo por el doctor Josep Torrubia, militante del PSUC. Desde su nacimiento el mayor desafío del hospital fue el de recaudar fondos para mantener la actividad asistencial. El Comité de Ayuda a los Republicanos Españoles, cuyo presidente fue Pablo Picasso hizo un llamamiento de ayuda al «hospital de los españoles en Francia». Muchos otros contribuyeron a la causa del hospital, la Seguridad Social francesa participaba del sostenimiento del hospital reembolsando 56 francos por cada consulta. Gran cantidad de sus fondos procedían de las donaciones del Joint Anti-Fascist Refugee Committee (JAFRC) de los EE.UU, aportando 370.000 francos mensuales para el mantenimiento del mismo. Recibió apoyo de profesores de la facultad de medicina de Toulouse, destacando entre ellos el cirujano y miembro del PCF Joseph Ducuing. Otras entidades que dieron soporte y que figuran en sus archivos son, entre otras, La Casa de Galicia de Unidad Gallega de Nueva York, la Spanish Refugee Appeal de Vancouver, la Comisión de Asistencia de Cuba, La Comisión de Ayuda al hospital Varsovia de México y ayuntamientos de ciudades importantes como Glasgow, Varsovia, Zurich…
Unos años más tarde, un grupo de médicos franceses, liderados por el doctor Joseph Ducuing se dispusieron a recoger el testigo de aquel hermoso proyecto, siguiendo el modelo sanitario de la II República. Tras unos años de litigios con el gobierno, aquellos médicos lograron crear la «Societé Nouvelle Hôspital Varsovie» y gracias al apoyo financiero del PCF comprar las instalaciones el 12 de febrero de 1952, asegurando con ello la pervivencia del hospital, con continuidad asistencial y salvaguardar su esencia de medicina social.
En la fachada derecha del hospital Varsovia, rebautizado en los años setenta como Hospital Joseph Ducuing, según entramos desde la place de Saint Cyprien, seremos recibidos por una enorme placa tallada en piedra que homenajea y nos recuerda el origen de nuestro hospital con el siguiente texto conmemorativo:
Homenaje a los guerrilleros republicanos españoles que han luchado contra la dictadura franquista y el nazismo. Muchos de ellos, en particular los comunistas, han contribuido a la creación del Hospital “Varsovia“ hoy.
Joseph Ducuing
Fuente: https://hojasdebate.es/cultura/memoria/hospital-varsovia-medicos-republicanos-exilio/