En el marco de una “solución sostenible de movilidad” para la expansión del museo, el gigante energético vasco aprovecha para beneficiarse de 638.116 euros en ayudas públicas para el soterramiento de la línea eléctrica en la Reserva de Urdibai, tras patrocinar con 400.000 euros un centro educativo “contra el cambio climático”.
Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, es el hombre en Madrid encargado de conseguir financiación del Estado para el macroproyecto de expansión del Guggenheim en Urdaibai. De hecho, recientemente consiguió una aportación extra de las arcas públicas, concretamente 285.306 euros, destinada al “soterramiento de las líneas eléctricas de alta tensión en la Reserva de la Biosfera”. La iniciativa se formalizó a través de un convenio del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con la energética vasca Iberdrola.
El soterramiento cuenta además con otra línea de financiación del Gobierno Vasco, 352.810 euros, en el marco de otro convenio, en este caso firmado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente con el gigante energético Iberdrola.
El acuerdo contempla asimismo la creación de un comité de supervisión formado por dos personas: el Director de Patrimonio Natural y Cambio Climático del ejecutivo encabezado por Imanol Pradales, y Francisco Olarreaga, responsable de Relaciones institucionales de Iberdrola, a su vez exdirector de Planificación Ambiental del Gobierno Vasco.
Soterramiento vinculado al Guggenheim Urdaibai
El interés de Iberdrola en Urdaibai tiene que ver con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pues el macroproyecto aspira a ser financiado por la Unión Europea a través del programa de ayudas Next Generation EU. Parte del soterramiento, en concreto la “acometida eléctrica en Murueta de aproximadamente 600 metros”, está incluído en el convenio de julio de 2023 entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y la Diputación de Bizkaia “para impulsar actuaciones singulares de desarrollo sostenible en el entorno del Estuario de Urdaibai” en el marco de la expansión del Guggenheim.
La iniciativa contará con parte de los 40 millones de euros comprometidos para el proyecto Guggenheim Urdaibai. En concreto, tiene previsto llevarse a cabo “aprovechando la construcción de un nuevo tramo de carril-bici en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai” como solución sostenible a la movilidad para el proyecto de expansión museística en la zona.
En este contexto, el acuerdo entre el Ministerio y la Diputación también incluye la renovación y acondicionamiento del carril-bici ya existente entre Murueta y Dalia, un nuevo tramo de carril-bici entre la BI-2235 y el astillero de Murueta, así como nuevos tramos de carril-bici en Forua y desde Forua a Dalia.
Otra de las actuaciones será el acondicionamiento de un nuevo tramo de senda peatonal de aproximadamente 400 metros de llegada al astillero de Murueta, y adecuación de los tramos ya existentes como la instalación de pasarelas.
Sin embargo, pese a la propaganda vertida desde MITECO, Gobierno Vasco y Diputación, la solución sostenible de movilidad peatonal y ciclable ante las 140.000 visitas estimadas que recibiría el museo en Urdaibai, abierto al público durante cuatro meses al año, sigue siendo objetivo de amplias críticas, pues la viabilidad de una conexión ferroviaria de Euskal Trenbide Sarea entre las dos futuras sedes del museo en Urdaibai (la antigua fábrica Dalia en Gernika y los astilleros de Murueta) está más cerca de la ficción cinematográfica de Stargate que de la realidad geológica y topográfica de la zona.
Al respecto, la asociación Zain Dezagun Urdaibai ha denunciado que la expansión del Guggenheim en la zona liquidará “de facto” la reserva de la biosfera, produciendo “daños permanentes e irreversibles” para proyectar un enclave “turístico-hostelero de alto standing y culturalmente elitista”.
Según la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop, las administraciones públicas están presentando el proyecto por partes, ya que “de presentarse el proyecto completo, el impacto medioambiental que supondría sería insostenible, inaceptable e injustificable”.
Segunda operación de «greenwashing» en la zona
En el pasado, Iberdrola ya protagonizó otra operación de greenwashing en un enclave que llegó a estar en las quinielas para emplazar la expansión del Guggenheim en Urdaibai, concretamente en las colonias de la BBK en Sukarrieta. En 2021 decidió patrocinar con 400.000 euros a Klima Abentura, un centro educativo de la BBK dedicado a la “lucha contra el cambio climático” abierto en junio de 2022.
De fondo, la lucha intestinal en el PNV por el control del proyecto, que trata de seguir entregando dinero público a las grandes empresas con puertas giratorias para los políticos jeltzales, así como para consultoras de confianza del PNV. Entre otros gastos se pueden destacar: el derribo la histórica fábrica Dalia (2 millones); una de las soluciones a la movilidad sostenible vinculada a la afluencia de visitas (2,7 millones); la “asistencia técnica para la elaboración del Plan Estratégico Comarcal de Busturialdea-Urdaibai” como condición previa a la implantación del museo en Urdaibai (128.260 euros); o el plan de comunicación del relato turístico de Urdaibai (206.728 euros).
Por Iberdrola, en cuyo consejo se sienta el extesorero del PNV y presidente de la BBK Xabier Sagredo, han pasado jeltzales de la talla de Juan Mari Atutxa (expresidente del Parlamento Vasco), Javier Balza (exconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco), Alfonso Basagoiti (exconsejero de Hacienda), Joseba García Bengoetxea (exviceconsejero de Lehendakaritza) o Roberto Otxandio (exalcalde de Basauri), y además la energética cuenta entre sus accionistas a Jokin Bildarratz (exconsejero de Educación) y Mikel Legarda (exviceconsejero de Seguridad). Recientemente, Iberdrola ha fichado a la hija del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, como técnico para campañas de marketing de la energética.