Una de las conferencias más interesantes y clarificativas a la que tuve la fortuna de asistir, durante la celebración de las jornadas de la Brigada Periodística contra el Terrorismo Mediático (Caimito, noviembre 2010), fue la impartida por el ingeniero, informático y experto Carlos del Porto, trabajador del Ministerio de Comunicaciones y Tecnología, que aclaró a […]
Una de las conferencias más interesantes y clarificativas a la que tuve la fortuna de asistir, durante la celebración de las jornadas de la Brigada Periodística contra el Terrorismo Mediático (Caimito, noviembre 2010), fue la impartida por el ingeniero, informático y experto Carlos del Porto, trabajador del Ministerio de Comunicaciones y Tecnología, que aclaró a todos los profesionales de la información allí reunidos, los aspectos mas interesantes y controvertidos de la inminente llegada a las costas cubanas del cable submarino de fibra óptica, adquirido por el gobierno de la Revolución a Venezuela, para soslayar el infame bloqueo de todo tipo que el gobierno USA mantiene hacia la isla desde hace más de 50 años.
Del Porto, con un lenguaje preciso, exento de tecnicismos, ordenado y divulgativo, fue rotundo en sus apreciaciones acerca de las ventajas de esa próxima llegada, que colocará a los usuarios ante la posibilidad, hoy lejana, de descargar fotos, canciones o películas, en un breve lapso de tiempo. Para que el lector se haga una idea de las consecuencias del bloqueo mediático que EEUU mantiene contra Cuba, baste decir que, al tener que utilizarse satélites para la comunicación para el acceso a Internet, el costo no sólo es enorme, sino que la velocidad de transmisión de datos es tan baja, que una foto que pesara 1 Megabyte, demora en descargarse actualmente más de 3 minutos.
Por fortuna para las clases más humildes y desfavorecidas, la victoria en las urnas de un presidente como Hugo Chávez, la solidaridad bolivariana y el sentido común, han hecho posible que ese asedio yanqui se mitigue en parte con la esperada llegada del cable que saldrá de territorio venezolano a finales de este mes, para arribar a las costas cubanas a mediados de febrero y siendo luego soterrado en la isla, para que Internet, los servicios telefónicos y de TV por cable, alcancen a la mayor parte de la ciudadanía cubana, abaratando de forma ostensible el precio que hoy mantiene, de 4 dólares la hora de conexión.
El dispositivo submarino multiplicará por tres mil veces la capacidad y potencia actual de entrada de información por Internet de la isla, que como señaló el experto, seguirá teniendo impedimentos para masificar el servicio; afirmación corroborada por el viceministro primero de Informática y Comunicaciones cubano, Ramón Linares, quien aseguró que la prioridad en este tipo de comunicaciones «…es continuar con la creación de centros colectivos de acceso a Internet, además de potenciar las conexiones en centros de investigación científica, educacionales y sanitarios del país de 11 millones de habitantes«, puntualizando que el objetivo de la Revolución es proteger y subvencionar para todo el pueblo un bien como el del acceso a las nuevas tecnologías.
El tendido marítimo y terrestre del citado cable, que enlazará a Venezuela con Cuba (de La Guaira a Siboney), estará a cargo de la empresa franco-china Alcatel Shanghai Bell, y se iniciará como decimos a finales de enero, tras haberse realizado los correspondientes estudios en aguas internacionales. La obra, que implicará la utilización de 1.630 kilómetros de fibra óptica y 640 gigabytes de capacidad, cuenta con una inversión de 63,4 millones de dólares. Para los miembros del gobierno cubano del ministerio de Comunicaciones, la baja conexión en la red es uno de los mayores impedimentos materiales que tiene la isla para elevar la calidad en el servicio telefónico.
Por su parte, el viceministro de Informática y Comunicaciones, Boris Moreno, ha afirmado recientemente que aún existen problemas de tipo técnico y financiero internos, que hay que resolver antes de brindar servicios de Internet a toda la población cubana.
Una vez más, como ejemplo de eficacia y servicio público, las autoridades de la isla dejan claro que es más importante servir antes a todo un pueblo, que solo a un sector privilegiado por el poderío económico.
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