Las vergonzosas e irresponsables decisiones del régimen de Bush y los suyos protegiendo y favoreciendo al asesino confeso y terrorista internacional Luis Posada Carriles, han dado lugar a las más variadas conjeturas acerca del futuro del criminal y la posible forma en que la Casa Blanca pretenderá deshacerse de la «papa caliente» que pone en […]
Las vergonzosas e irresponsables decisiones del régimen de Bush y los suyos protegiendo y favoreciendo al asesino confeso y terrorista internacional Luis Posada Carriles, han dado lugar a las más variadas conjeturas acerca del futuro del criminal y la posible forma en que la Casa Blanca pretenderá deshacerse de la «papa caliente» que pone en evidencia toda la falacia de su supuesta «lucha global contra el terrorismo».
El prestigioso sitio Web Rebelión ha dado a conocer, por parte de los periodistas Clorinda Valdés y Pedro López, las maniobras sucias que se llevan a cabo desde hace varias semanas y se denuncia que otro terrorista connotado, Nelsy Castro, «ha estado negociando con diplomáticos checos para que ese país europeo lo acoja en su territorio una vez que sea deportado de los Estados Unidos».
El detallado reporte de Rebelión añade que «la idea inicial de las gestiones con los checos provino de Frank Calzón, un prominente cubanoamericano que fuera director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana y posee magníficas conexiones con la CIA».
Al comprar el silencio de Posada Carriles, poseedor de importantes y tenebrosos secretos de la CIA que involucran a George Bush padre, en su etapa de director general, precisamente cuando se produjo el salvaje atentado contra el avión civil de Cubana, ideado y organizado por Orlando Bosh Avila -hoy residente en Miami- y el propio Posada Carriles, ejecutado por dos mercenarios de menor cuantía.
Tampoco pueden olvidarse los compromisos de George W. Bush hijo con la mafia terrorista cubanoamericana de Miami, artífice crucial del fraude electoral del año 2000 en el Estado de Florida, que permitió al actual mandatario llegar a la Casa Blanca, a pesar de haber obtenido una menor votación popular que su rival Al Gore.
Ambos hechos se combinan, cuando se busca una explicación a todas las estratagemas y trucos de la Administración Bush para favorecer al asesino Posada que, por su parte, ya ha demostrado que es capaz de ejercer el chantaje, cada vez que ha percibido que se le quiere abandonar y dejarlo a su suerte en algún oscuro rincón del mundo.
Sobre si el gobierno de la República Checa se atrevería o no a dar tan arriesgado y aventurero paso en pleno corazón de Europa, el reporte de Rebelión considera que «los gobernantes checos han demostrado con creces en los últimos años que actúan con compulsión para agradar al gobierno de los Estados Unidos», y recuerda los viejos vínculos de la CIA con los llamados «disidentes» checos en las décadas del socialismo, a los cuales financió y organizó, y que actualmente ocupan importantes cargos.
«Favor con favor se paga», dicen los periodistas y agregan finalmente, con buena lógica: «¿acaso no hemos conocido de cárceles secretas de la CIA en territorio checo y de aviones de esa agencia que aterrizaron en Praga, en Brno y en cuanto aeropuerto les dio la gana sin ser molestados? ¿Qué tendría entonces de particular que un avión secreto de la CIA aterrice en la República Checa, en nocturnidad y en el anonimato llevando a Luis Posada Carriles a su exilio de terciopelo?».
En fin, que las posibilidades de que el terrorista internacional Luis Posada Carriles vaya a parar finalmente a la República Checa, enviado por sus protectores en el gobierno de Estados Unidos, no parecen ser remotas. Estemos al tanto.