Los concejales de Izquierda Unida han decidido echarse atrás en su negativa a que Granada acoja al disidente cubano y agente de la CIA Raúl Rivero, encarcelado por la justicia cubana acusado de espionaje y trabajar al servicio de una potencia extranjera. Sin embargo, veinticuatro horas después de haber declarado que se trataba de un […]
Los concejales de Izquierda Unida han decidido echarse atrás en su negativa a que Granada acoja al disidente cubano y agente de la CIA Raúl Rivero, encarcelado por la justicia cubana acusado de espionaje y trabajar al servicio de una potencia extranjera. Sin embargo, veinticuatro horas después de haber declarado que se trataba de un preso condenado por colaboración con los servicios de inteligencia de Estados Unidos, la concejala Lola Ruiz Domenech, sorprendíó a los asistentes al pleno municipal al mostrar el apoyo de su grupo a la moción del PP y PSOE en la que se declaraba que Granada será ciudad refugio, durante un año, para el agente contrarrevolucionario cubano.
La representante de IU no habló ayer de condenas por espionaje, se limitó a exponer la necesidad de defender la libertad de expresión, aunque indicó que también se podría extender a otros muchos presos, incluso en Estados Unidos, «donde existen algunos condenados a muerte».
Tras el apoyo de IU, el pleno municipal, ha aprobado por unanimidad remitir a las autoridades españolas un requerimiento para que se puedan agilizar los trámites de visados y documentos necesarios para acoger al disidente Raúl Rivero en la capital granadina. Esta moción se presentaba después de que grupos de periodistas e intelectuales granadinos hayan mostrado la necesidad de exigir la excarcelación del terrorista anticubano.
La Asociación de la Prensa de Granada, a diferencia de su postura sobre la actuación contra la libertad de expresión en Iraq, ha estado especialmente activa en la defensa de Raúl Rivero. Pese a que el acuerdo fue finalmente suscrito por los concejales de IU, el Partido Comunista de España (integrado en la coalición) mostró ayer su contrariedad y rechazo por la decisión.
Los comunistas aseguran que Granada no ha demostrado nunca sensibilidad política para acoger a escritores perseguidos y lamenta «profundamente» que se ponga en práctica esta iniciativa con Raúl Rivero, «un caso más que discutible».
A continuación Comunicado íntegro del Comité Local del PCA de Granada
El PCA se desmarca de la moción contra Cuba aprobada por el pleno del Ayto. de Granada
Respecto a la moción aprobada en Pleno del Ayuntamiento de Granada, el 30 de julio de 2004, referente a la acogida de Raúl Ramón Rivero Castañeda en Granada a través de la Red de Ciudades Refugio, el PCA informa de que:
Raúl Ramón Rivero Castañeda ha sido condenado, según las leyes cubanas, por un delito de actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado, con las circunstancias agravantes de formar parte de un grupo organizado y definido y con el fin de aumentar su patrimonio personal, y no por su actividad periodística, que ejerció sin restricciones durante años.
Raúl Ramón Rivero Castañeda ha recibido dinero y material (ordenadores, teléfonos, máquinas de escribir, cámaras de vídeo, impresoras, radios, etc.), por su colaboración con medios e instituciones que operaban de forma ilegal en Cuba, vinculados a la mafia cubana de Miami y que están financiados por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Estos medios son Radio Martí, la revista «De Cuba», la agencia «Cuba Press», la web «Cubanet», el periódico norteamericano «El Nuevo Herald», y las sociedades y fundaciones «Sociedad de Periodistas Independientes Manuel Márquez Sterling», «Reporteros sin Fronteras», «Fundación Cubano Americana» y «Fundación Hispano Cubana».
El pago del dinero y la entrega del material se ha realizado directamente, en muchas ocasiones, a través del personal de la Sección de Intereses de los Estados Unidos de Norteamérica en Cuba. Además, están constatadas con material fotográfico las reuniones de Raúl Ramón Rivero Castañeda con Vicky Huddleson y James Cason, jefes de dicha sección.
La financiación de grupos organizados y de agentes por parte de gobiernos para desestabilizar a otros está tipificado como delito en las legislaciones cubana, norteamericana y española.
Los intereses que han demostrado los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica acerca de Cuba son bien conocidos. Al bloqueo económico, los intentos de invasión y de magnicidio y el incumplimiento de los acuerdos migratorios para la desestabilización interna del país, se suman las presiones a terceros gobiernos para aprobar resoluciones condenatorias hacia Cuba en los organismos internacionales y la financiación de grupos y agentes terroristas.
La moción se enmarca en una campaña de propaganda anticubana para provocar que la opinión pública internacional confunda la legítima defensa de Cuba hacia la injerencia del gobierno imperialista de los EE.UU. en sus asuntos internos, con la vulneración de derechos humanos y libertades fundamentales, y conseguir así que se debiliten los lazos de solidaridad que la sociedad española ha mantenido siempre con el pueblo cubano.
Esta campaña persigue crear las condiciones para un ataque militar a Cuba, uno de los pocos países en Iberoamérica que no se pliegan a las presiones de EE.UU., de un modo similar a la función que cumplió la campaña de información falsa acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak.
El apoyo a la moción no significa una defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión, sino un apoyo a la estrategia imperialista del gobierno de los EE.UU. de desestabilización de los países que no se pliegan a sus intereses mediante la financiación de grupos organizados, campañas de información falsa, invasiones militares al margen de los organismos internacionales y creación de gobiernos títeres.
Ante los hechos expuestos, el PCA se manifiesta en contra de la moción porque Raúl Ramón Rivero Castañeda no es perseguido en su condición de periodista y escritor, sino por ser un agente norteamericano; y denuncia:
– la falta de respeto mostrada por el Pleno del Ayuntamiento de Granada a la legislación y el sistema de justicia del que se ha dotado el pueblo cubano;
– el mal uso que han hecho los ediles de los recursos públicos previstos para la acogida de Raúl Ramón Rivero Castañeda, lo que constituye un desvío de dichos recursos a la satisfacción de intereses, que, en última instancia, son los del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y de la oligarquía que lo sustenta;
– el ataque a la clase obrera que supone la presión constante a sus experiencias de emancipación.