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Miami y la revista Encuentro

Juntos por naturaleza

Fuentes: La Jiribilla

Ningún lugar más propicio para presentar la revista Encuentro que la ciudad de Miami. En realidad es esta una publicación cuya política editorial se aviene, a pesar de sus retoques y maquillajes seudoculturales, muy bien con el entorno reaccionario de esa urbe al sur de la Florida. El hecho de que la sede de la […]

Ningún lugar más propicio para presentar la revista Encuentro que la ciudad de Miami. En realidad es esta una publicación cuya política editorial se aviene, a pesar de sus retoques y maquillajes seudoculturales, muy bien con el entorno reaccionario de esa urbe al sur de la Florida.

El hecho de que la sede de la revista se encuentre en Madrid, es solo una cortina de humo para incautos, un intento fallido de ocultar -distancia geográfica mediante-, los lazos financieros que le unen a uno de los principales patrocinadores de la agresión contra Cuba: la National Endowment for Democracy, una organización del gobierno estadounidense cuyos aniversarios son celebrados con discursos del presidente Bush.

En su excursión miamense, los directores de la revista, tratando de confirmar una vez más su presunta diferencia, desestimaron lugares más acordes con su propaganda como la sede de la Brigada 2506, la Torre de la Fundación, o los campamentos de entrenamiento de los Comandos F−4, para presentar el último número de la revista nada más y nada menos que en el Centro Cultural Español de Coral Gables.

Los lectores recordarán aquel affaire que por primera vez tuvo esta revista con la capital del terrorismo y el desaparecido Centro Cultural de España en La Habana, cuando la ex directora de este último fue sorprendida por los aduaneros del aeropuerto de Miami con un fajo de 10 mil dólares, los cuales, por supuesto, no estaban ni destinados a ayudar a su abuelita y mucho menos a Cuba.

Los directores de la revista deberían dejar de jugar a ese falso «capricho español» y poner su sede definitivamente en Miami. A fin de cuentas, la mayoría de las organizaciones contrarrevolucionarias patrocinadas por la National Endowment for Democracy, la institución paraguas de la CIA que subvenciona a Encuentro, tienen su sede en esa ciudad.