Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Una abrumadora mayoría de los parlamentarios británicos de todos los partidos, incluyendo al Primer Ministro, Tony Blair, han hecho declaraciones escritas declarando que no apoyarían ninguna acción militar contra Cuba por Estados Unidos.
Esto ilustra el abismo entre la política exterior de EE.UU. y los puntos de vista de los miembros de la Casa de los Comunes británica.
Un informe presentado hoy, revela que un 79% de los parlamentarios, que respondieron a cartas de sus electores sobre el tema de la política agresiva de EE.UU. contra Cuba, declararon que no sólo no apoyarían una acción militar de EE.UU., sino que también pensaban que la administración Bush debería cambiar sus políticas hacia la isla.
La vasta mayoría de los 402 parlamentarios que respondieron por escrito también creían que la política exterior de EE.UU. había causado privaciones para 11 millones de cubanos y dañado la economía del país.
El estudio fue hecho como reacción ante la posición cada vez más hostil de la administración Bush contra la isla. En el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre, Bush y altos miembros de su administración han estado tratando de complacer a los votantes cubano-estadounidenses opuestos a Castro en Florida, estado clave para las elecciones.
Peter Hain, líder de la Casa de los Comunes, en una carta a un elector declaró: «Estoy totalmente opuesto a que se tome una acción militar contra Cuba y me opongo también al continuo bloqueo de Cuba por Estados Unidos. Visité Cuba hace dos años y quedé muy impresionado por los adelantos sociales que han sido hechos a pesar de toda la presión de EE.UU.»
Rob Miller, director de la Campaña de Solidaridad con Cuba dijo hoy: «Las respuestas que tenemos de una mayoría de los parlamentarios británicos envían un claro mensaje al presidente Bush de que una agresión militar contra Cuba es un tema de la política exterior de EE.UU. que no sería apoyado por Gran Bretaña
«Con el respaldo de estas respuestas estamos solicitando a Tony Blair que envíe a la administración Bush un claro mensaje de que Gran Bretaña no apoya su política respecto a Cuba, y que trabaje por fomentar mejores relaciones entre Cuba y Gran Bretaña en estos tiempos peligrosos.»
Notas para los editores:
a.. En junio de 2004 la administración Bush introdujo nuevas medidas para hacer más estrictos los términos del bloqueo de 44 años y dedicar 59 millones de dólares para actividades para acelerar «el cambio de régimen».
b. Sobre la base de las recomendaciones de un informe de 450 páginas de la así llamada Comisión de Ayuda a una ‘Cuba Libre’, estas medidas incluyen el uso de aviones militares para transmitir propaganda de EE.UU. hacia la isla y el financiamiento de una campaña global para debilitar la industria turística cubana y devastar aún más la economía del país.
c. Grietas en la ‘Relación especial de Gran Bretaña con Estados Unidos’ y Cuba, incluyendo todos los resultados y una evaluación de las respuestas de parlamentarios y funcionarios ministeriales puede ser obtenido de la Campaña de Solidaridad con Cuba, junto con información sobre las nuevas medidas contra Cuba de Estados Unidos.
d. Copias de todas las respuestas de los parlamentarios pueden ser vistas y copiadas a pedido.