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La catarsis del PSOE

Fuentes: Rebelión

«Por boca de Felipe González y de sus tropas está hablando la oligarquía de este país, la que se siente cómoda con un Gobierno ladrón, corrupto y neoliberal como el del PP« (Alberto Garzón) «Parece ser que algunos barones y dirigentes del PSOE se han saltado la lectura de algunas de las páginas de sus […]

«Por boca de Felipe González y de sus tropas está hablando la oligarquía de este país, la que se siente cómoda con un Gobierno ladrón, corrupto y neoliberal como el del PP«
(Alberto Garzón)

«Parece ser que algunos barones y dirigentes del PSOE se han saltado la lectura de algunas de las páginas de sus 137 años de historia, cuando hoy demonizan a ciertos partidos politicos, por cierto partidos con tanta legalidad y constitucionalidad como la que pueda tener el PSOE«
(Benito Sacaluga)

Era de esperar. Tenía que suceder tarde o temprano. Ya lo habíamos advertido en muchos artículos de este Blog, en sintonía con otros muchos analistas que nos sentimos y pensamos desde la izquiera. Ninguna organización, pero sobre todo ninguna organización política, puede permanecer instalada en el fraude, en la ambigüedad y en la mentira constante durante mucho tiempo. Es cuestión de tiempo que dicha organización sufra una involución, una metamorfosis, una catarsis, o un hundimiento. No obstante, hay que reconocer que el PSOE ha sido un auténtico maestro en el disfraz político, ya que lleva más de 30 años instalado en dicha situación. Al PSOE le estaba pasando como al protagonista de esa fantástica película titulada «La vida de nadie», magníficamente interpretada por José Coronado, que recomiendo a todos los lectores y lectoras que no la hayan visto. Coronado interpreta a un aparente esposo y padre normal, con su profesión y su trabajo, con su familia y sus amigos, pero cuya vida al completo es un puro artificio. Vive en la mentira constante. Nada en su vida es auténtico. Todo es un espejismo, un engaño. Pues la equiparación con la formación política del puño y la rosa es absoluta, ya que mientras se continúan reclamando de izquierdas en los mítines antes de las elecciones, lanzando proclamas sobre la igualdad social, la justicia, el trabajo digno y los derechos humanos (entre otras), cuando gobiernan o se sientan en sus escaños en los respectivos Parlamentos, dicen y hacen otras cosas bien distintas.

Pero tras los últimos descalabros electorales generales y autonómicos, unidos a la posibilidad (aún no confirmada) de Pedro Sánchez de comenzar negociaciones con Unidos Podemos, ha terminado por dinamitar completamente las estructuras de un partido del que sus dirigentes presumen de tener 137 años de historia. Pues toda su historia puede irse al carajo en un santiamén, dada la incapacidad de sus líderes de poner orden, de ser coherentes, y de salir de la situación de tremenda contradicción que les aboca. Desde las elecciones generales del 20D, todo han sido intentos por parte de la oligarquía, los grandes empresarios del IBEX-35, los barones capitaneados por Felipe González, y los medios de comunicación dominantes, todos ellos apoyados a su vez por Bruselas, determinados a que en nuestro paìs no gobierne la izquierda representada por Unidos Podemos. Les da igual si para ello tienen que rodar cabezas, si tienen que repetirse elecciones, o si el PSOE entra en este proceso de catarsis y descomposición. Ellos no cejan en su empeño. Y para ello, han puesto en circulación una serie de falacias, tales como que «hay que evitar nuevas elecciones», «España necesita urgentemente un gobierno», «los ciudadanos nos han colocado en la oposición», «este país no se puede gobernar con 85 diputados», y otras tantas, para esconder sus verdaderos objetivos, que como decimos, no son otros que impedir un gobierno de izquierdas en nuestro país.

Y viendo que la situación se le iba de las manos, y ante sucesivos hundimientos electorales en Galicia y País Vasco, la ofensiva de los barones históricos y territoriales sobre Pedro Sánchez y sus fieles en el partido ha sido atroz, llevando al partido a un auténtico precipicio. Al momento de escribir este artículo no sabemos cómo quedará finalmente la estructura del partido, ni el calendario para sus sucesivos eventos, ni siquiera los posibles cambios en el grupo parlamentario, pero todo ello es lo de menos…Lo importante es conocer qué PSOE va a surgir de esta catarsis, de esta limpieza, de esta involución, porque o mucho se endereza la cosa, o el PSOE correrá la misma suerte que corrió el PASOK en Grecia, después de su gran coalición con las fuerzas conservadoras. Porque está claro que si el PSOE continúa por esta deriva, se convertirá en un partido residual, incapaz de articular la suficiente fuerza política como para ser relevante ante un cambio de escenario. De momento los llamados «críticos» a Sánchez parecen tener más control sobre la situación, lo cual refuerza la hipótesis que acabamos de exponer. Si Susana Díaz y sus amistades peligrosas se hacen con el control del partido, está claro que su opción, para desgracia de la clase trabajadora, va a ser apoyar por pasiva un Gobierno de Rajoy, apoyado puntualmente por Ciudadanos. Es la opción que llevan deseando desde hace varios meses. Y mientras, es curioso contemplar hasta qué punto todo el aparato mediático dominante se preocupa por el hundimiento del PSOE, como pieza fundamental de su imprescindible bipartidismo. Ese bipartidismo reinante desde la Transición, que nos ha traído a la terrible situación que vivimos en la actualidad.

Hoy más que nunca, necesitamos una verdadera alternativa de izquierdas en nuestro país, una alternativa que lleve a cabo un rescate ciudadano, que impida las puertas giratorias, una alternativa que ofrezca una salida progresiva a la precariedad, al desempleo, a la pobreza y a la exclusión social de miles de familias. Una alternativa que haga frente a los poderosos, a las grandes empresas y a las grandes fortunas. Una alternativa que canalice las ansias de libertad y de igualdad que anhelamos, y que proporcione alternativas reales a los problemas de las clases trabajadoras. Una alternativa que devuelva la dignidad a los más desfavorecidos, que vuelva a garantizar la universalidad de todos los servicios públicos, y que deje de situar al mercado como el Dios supremo en nuestra economía. Una alternativa, en resumidas cuentas, socialista, feminista, ecologista y pacifista. Y si el PSOE o una parte del mismo sigue sin estar dispuesto a remar en esa dirección, lo mejor que puede hacer es hundirse definitivamente, disolverse y desaparecer, porque ya estamos muy hartos de soportar tanta humillación de un partido y de unos dirigentes que se autodenominan «socialistas», y que cada vez que pronuncian esa palabra entierran más en su tumba a su fundador Pablo Iglesias. Que dejen de engañar de una vez por todas. Que dejen de prostituir los auténticos objetivos del socialismo, y que se queden en el PSOE (si es que consigue salir a flote) únicamente aquéllos que estén dispuestos a la alternativa descrita. Los demás que se vayan. Tienen muchas opciones donde elegir: PP, CIUDADANOS…Que se complete la catarsis del PSOE, pero para seguir en la misma línea, que desaparezca definitivamente.

Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.