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La conquista de Túnez por los mallorquines de Al Andalus

Fuentes: Amanecer del nuevo siglo

El día 7 de Rabí II del año 600 de la hégira, correspondiente al sábado 15 de Diciembre de 1203 de la era cristiana, el mallorquín Yahya ben Ganya entró en la ciudad de Túnez que acababa de rendirse; así culminaba la formación del imperio mallorquín. En el siglo II antes del nacimiento de Cristo […]

El día 7 de Rabí II del año 600 de la hégira, correspondiente al sábado 15 de Diciembre de 1203 de la era cristiana, el mallorquín Yahya ben Ganya entró en la ciudad de Túnez que acababa de rendirse; así culminaba la formación del imperio mallorquín.

En el siglo II antes del nacimiento de Cristo el ejército cartaginés de la familia Barca, con los tres hermanos: Aníbal, Asdrúbal y el joven Magón cruzaron desde Cartago, el antiguo Túnez  y se apoderaron de la península y  de nuestras islas. En Menorca crearon un gran emporio comercial,  fundando en honor del pequeño de los Barca, la ciudad de Magón. (Ahora varios sabios le cambiaron el nombre a Maó)

 Más tarde Anibal, con treinta mil hombres, llevando infantes iberos y honderos mallorquines, cruzó los Alpes y se apoderó de casi toda Italia, y mil cuatrocientos años después, se repitió la misma historia, pero al revés.

El ejército mallorquín de la familia Ganya, con Alí, con Yahya y otros hermanos, cruzó el mar en 1184, desde Baleares, con solo con tres mil mallorquines y la intención de apoderarse del imperio de Marrakech, que comprendía desde la actual Mauritania hasta Egipto. Y se apoderó de Bujía, de Argel, de Trípoli, de Miliana etc, derrotando al ejército más poderoso del mundo en la batalla de Umra.

Después se repitió la historia y ocurrió lo mismo que en la lucha de Cartago contra Roma, en la segunda guerra púnica. En esta guerra, a la muerte de su hermano Asdrúbal en Metauro, Aníbal solo y sin ayuda, necesitó demostrar más su genio.

Igualmente en la región de Túnez, tras la muerte de Alí, se impuso el genio de su hermano Yahya, que transformado en un nuevo Aníbal, se dispuso a la lucha contra la primera potencia del mundo.

Habían pasado casi 20 años de lucha y a mediados de aquel año, estaban en poder de los mallorquines, las ahora naciones de Argelia, Libia y Túnez, siendo las dos capitales la ciudad de Tuzer, cerca del desierto y la fuerte ciudad costera de Al-Madyya. Para completar este imperio, solo faltaba apoderarse de las ciudades de Trípoli y Túnez y algunas plazas de segundo orden.

Cuando Tashfin ben al-Gazi, primo del soberano mallorquín Yahya ben Ganya, comunicó que Trípoli había caído en su poder, Yahya decidió apoderarse de la ciudad de Túnez, ultimo reducto del soberano almohade en Ifriquilla y convocó todas sus tropas para el asedio. Fueron cuatro meses muy duros, ya que entraban refuerzos, a los sitiados, por la bocana del puerto. Pero el hermano de Yahya, Ali-Ghazi ben Ishaq, tuvo una feliz ocurrencia, pues por medio de un dique taponó y cerró la entrada llamada Halq al-Wadi, «Garganta del río», o «La Goleta», impidiendo el paso de ayuda. Después los mallorquines plantaron sus tiendas bajo los muros de Túnez, cegaron el foso y así  ningún auxilio pudo llegar a los defensores. Tras montar ante las murallas almajaneques y maquinas de guerra se pusieron a esperar.

Esta es la traducción exacta de lo que escribió el historiador Al -Tijani, sobre la conquista de Túnez por los mallorquines:

Una vez dueño de Al-Mahdyya, el Mallorquín no tenía rival en Ifriquilla.

Las ciudades de Típoli, Gabes, Sfax, todo el Djerid , Kayruan, Tebessa y Bona, reconocían su autoridad. Decidió sitiar Túnez y se estableció delante de la ciudad, el sábado del mes de Madkur en el monte rojo al lado de los acantilados que dominaban la ciudad. Al cabo de varios días  decidió variar  el sitio y se estableció entre las puertas de Bab al-Suwiqa y la de Bab Qartadjanna, mientras su hermano Al-Ghazi Ibn Ishaq tomaba posiciones en Halq al-Wadi, el canal que comunicaba la bahía de Túnez con el mar. Hizo cerrar el canal por un dique, para impedir la entrada y salida de barcos, y cuando acabó, dejó tropas para guardar, y con sus guerreros se fue a plantar sus tiendas bajo los muros de la puerta Al-Yazira. Rellenó el foso, y plantó allí sus maquinas de guerra.

El sitio duró más de cuatro meses, y la villa cayó el sabado 7 del mes Rabi II del año 600.

El Mallorquín puso en prisión al gobernador Abu Zaid con sus dos hijos, y también a un grupo de notables ciudadanos y los encierra en Al-Qasva con guardia a la vista.

Los habitantes de Túnez, fueron dejados libres y sus bienes respetados, pero se les impuso una contribución de guerra de cien mil dinares que decían eran los gastos de la guerra. Esta cantidad debía ser pagada por toda la población, proporcionalmente a su fortuna. Uno de los habitantes de la ciudad llamado Abu Bakr Ben  Ab al- Azíz ben Sakkak, fue el encargado de recoger esta suma.

Un secretario de Yahya el Mallorquín, llamado Ibn Acfur, quiso precipitar el pago, tratando a los habitantes con mucha dureza y algunos se suicidaron.         Cuando el Mallorquín conoció estos hechos, paró la recogida de la multa y comunicó, a la gente que no había pagado, una rebaja de 15000 dinares.

Desde ese momento se trató a los habitantes con benevolencia y seguridad, y restituyó a la familia de Tidjani los bienes inmovilizados cuando entró el Mallorquí      Esto fue el 8 de Julio de 1204.

La conquista de la capital llevó enseguida la sumisión de las últimas ciudades que por una u otra razón todavía pertenecían al soberano de Marrakech. Entre éstas estaban Bicerta, Laribus, Sicca, Veneria…

Después de 19 años, 1 mes y dos días de lucha casi continua, la bandera negra mallorquina se extendía desde Constantina hasta después de Trípoli, cerca de Egipto. Se había formado un imperio.

Comentario. En la rebatiña actual y para no ser menos, podemos alargar la mano, con la palma hacia arriba, alegando derechos históricos, pues éramos un imperio, mientras que los que piden siempre, ni siquiera una región.

http://www.revistaamanecer.com/spanish/ViewArticle.asp?ArticleID=576&CategoryID=4