El diario El País en España se ha hecho eco el pasado 30 de octubre de una información procedente del semanario brasileño Veja que acusa a Cuba de financiar la campaña electoral del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con dos millones y medio de euros. El periódico da credibilidad a la información argumentando […]
El diario El País en España se ha hecho eco el pasado 30 de octubre de una información procedente del semanario brasileño Veja que acusa a Cuba de financiar la campaña electoral del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con dos millones y medio de euros.
El periódico da credibilidad a la información argumentando que el «reportaje es fruto de un mes de trabajo de investigación en varias ciudades del país». Afirma que el semanario ofrece todo «un rosario de detalles sobre cómo se llevó a cabo la operación hasta que los tres millones llegaron a São Paulo, a la sede del comité electoral del PT», para después reconocer que lo «que queda por descubrir es cómo los dólares llegaron a Brasilia». En conclusión, que nadie sabe cómo llegaron los millones desde La Habana a Brasilia, pero ellos saben que fue así. Para más inri, quien recibió el dinero es un extesorero del PT, ya expulsado de la formación brasileña. Es bueno saber que ya algunas informaciones anteriores de esta revista brasileña nunca fueron confirmadas como ciertas. Medios mexicanos han revelado que tiempo atrás ese medio afirmó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), también aportaron fondos en la campaña de Lula, lo que nunca se demostró. Ya esta revista ha demostrado estar muy alejada de la objetividad periodística para desempeñar una función de acoso a la actual administración de Lula. «Quiero derribar a Lula», confesó en un artículo su periodista estrella, Diogo Mainardi.
La respuesta del gobierno cubano ha sido contundente. El embajador de Cuba en Brasil ha calificado de «calumnias» las afirmaciones y ha señalado en una nota escrita que «jamás ha interferido en los asuntos internos de esta hermana nación, y responsabiliza totalmente de esta maniobra propagandística a los agresivos planes del imperialismo contra Cuba y contra Lula».
Según señala «quienes orquestan esta campaña de mentiras contra Cuba y contra el gobierno brasileño buscan afectar las relaciones bilaterales entre nuestros dos países, caracterizadas por el diálogo fraternal, el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos de nuestras naciones». Lo que pretenden -afirma- es «obstaculizar los planes cada vez más amplios de cooperación entre nuestros dos países y, especialmente, persiguen afectar la implementación de la Operación Milagro en Brasil, la cual permitirá que decenas de miles de brasileños de escasos recursos sean operados y recuperen la visión».
Cuba detalla en qué ha consistido su ayuda al Gobierno de Brasil, esa que tanto molesta a muchos. La propuesta solidaria y desinteresada de operar diariamente de la vista a no menos de 100 pacientes brasileños, cuyo tratamiento, alojamiento y transporte aéreo no tendría coste alguno para el Gobierno de Brasil ni para los pacientes. Además, Cuba ha propuesto conceder becas de especialización en oftalmología a médicos brasileños recién graduados en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, y la colaboración de especialistas cubanos si fuera necesario. Además de todo ello, donará un centro oftalmológico equipado con la más alta tecnología que se conoce en el mundo, que permitiría a Brasil realizar hasta 100 mil operaciones gratuitas anualmente.
Efectivamente, el gobierno de Cuba está conspirando para ayudar a Brasil, todos los días cien brasileños recuperarán la vista fruto de esa conspiración. Brasil aceptando esa ayuda para que sus ciudadanos con problemas oftalmológicos puedan volver a ver ha demostrado una complicidad imperdonable. Otro delito más de la revolución cubana y del socialismo.