El pasado martes, el investigador Pepe Villalba dio una conferencia, en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, con el título «Canarias-África: nueva estrategia militar de la OTAN». Dicho acto, el primero de los que organizaba esta semana la Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad tenía como objetivo destapar las vinculaciones […]
El pasado martes, el investigador Pepe Villalba dio una conferencia, en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, con el título «Canarias-África: nueva estrategia militar de la OTAN». Dicho acto, el primero de los que organizaba esta semana la Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad tenía como objetivo destapar las vinculaciones de la estructura Atlántica con el continente africano y el papel que, en su consolidación, le está reservado al archipiélago como trampolín logístico para penetrar en él.
Villalba, colaborador habitual de Rebelión.org, ha afirmado en alguno de sus artículos que «una Canarias plataforma de la recolonización de África significa constituirse en un sostén geográfico de políticas basadas en la subordinación del desarrollo local a las necesidades del mercado global (…). África en estos comienzos de siglo XXI aparece como el gran mercado virgen, la última frontera del mercado global, al mismo tiempo que se presenta como una sociedad viva, inmersa en transformaciones políticas y sociales, que hereda las políticas neoliberales implementadas desde los ochenta por el FMI y el BM.
En su opinión, la «guerra de rapiña sobre África está en marcha. Los mercados africanos, y no sólo sus recursos naturales y humanos, son ahora objeto de la disputa entre las grandes potencias».
EE.UU, el nuevo depredador.
Para el experto en geoestrategia internacional, «asistimos a un diseño de relaciones de Canarias con África al margen de cualquier otra visión que no sea la mercantil, basado en ofertar el Archipiélago como sostén del nuevo proceso de recolonización del continente africano, repitiéndose el papel que Canarias ha jugado desde su colonización y su inserción en la periferia de la economía capitalista como satélite útil en la articulación de la dominación del Norte sobre el Sur».
Una de las caras de esta dominación la pone EEUU, que desde mediados de los 90 ya orientó su objetivo hacia el continente, con las visitas del entonces presidente Clinton y las declaraciones de su delegado de Comercio afirmando «Africa nos interesa»
En este sentido y pese a no haber sido, como señala Villalba en otro de sus trabajos, la potencia con más intereses económicos en el continente, sí aspira a serlo.
«Este interés -dice- se ha visto reforzado por la importancia creciente de la producción petrolera en la Costa Atlántica africana, en especial en el Golfo de Guinea, y ratificado en la Estrategia de Seguridad Nacional, de septiembre 2002, donde África se convierte en una prioridad para la seguridad nacional estadounidense».
Asimismo, «la existencia de grandes reservas de petróleo en África es vista como de vital interés para el comercio mundial, y sobre todo el estadounidense. Con la indisimulable complicidad de los países desarrollados, el petróleo sirve para mantener gobiernos corruptos que fundamentan su permanencia en el poder por el terror. Negocios son negocios».
Canarias, desde su posición geográfica privilegiada se ha convertido en frontera de la zona del Sahel, declarada por Estados Unidos como prioritaria en su llamada «guerra contra el terrorismo», que no es más que su nueva estrategia de depredación del continente.
Como consecuencia de ello, el experto canario insiste en que «la presencia norteamericana en esa región está suponiendo el rearme y militarización de un área ya de por sí conflictiva, el Magreb y África Occidental, de influencia tradicionalmente francesa(…)
En función de dicha pugna -afirma- la zona se convierte en escenario de la lucha por la hegemonía entre Estados Unidos y Francia modificando el mapa geopolítico y las relaciones de los Estados africanos con las distintas potencias imperialistas».
Marcha contra la OTAN
Como resulta evidente, Canarias no escapa a la escalada militar que aumenta en la franja africana del Atlántico y, de hecho, las maniobras de la OTAN en aguas territoriales del archipiélago se han visto notablemente incrementadas en los últimos años, ante la pasividad cómplice de sus autoridades.
Denunciarlo es la principal reivindicación que la Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad pretende manifestar en la Marcha prevista para el próximo sábado, 10 de marzo, en la capital grancanaria. El recorrido, que comienza en la plaza de Saulo del paseo de Las Canteras (a las 12:00 horas), finalizará en la Base Naval de Las Palmas donde se dará lectura al siguiente manifiesto:
MANIFIESTO PARA LA MARCHA POR LA DESMILITARIZACIÓN: OTAN NO, CANARIAS ZONA DE PAZ
En Canarias, celebramos el No a la OTAN, que expresamos en el referéndum de 1986. 21 años luchando por la paz, el desarme, diciendo no a la guerra y trabajando por la cooperación solidaria entre pueblos.
Hoy seguimos reafirmando NUESTRAS EXIGENCIAS Y COMPROMISOS de lucha, porque…
Queremos que Canarias sea una zona de paz, donde sigamos denunciando las guerras y donde no se colabore con su preparación, en ninguna de sus fases de terror y muerte.
Un archipiélago que proteste contra el gasto militar mundial y del estado español, que pasa a enterrar 63 millones de euros al día en inversiones militaristas y que nos militarizan, con un total de 23.052 millones de Euros del Presupuesto General del Estado (Casi 3 billones de pesetas), mayor que cualquiera de las inversiones de otros ministerios que están destinados a necesidades y servicios básicos(empleo, educación, sanidad, vivienda, servicios sociales…)
Unas islas donde nos devuelvan a la sociedad civil el uso y disfrute de los 75 Kilómetros cuadrados de territorio militar, el 1% de nuestras islas, que es propiedad del ministerio de la guerra. Que no se utilice nuestro espacio terrestre, marítimo ni aéreo para ningún tipo de uso ni maniobra militar.
Reclamamos un uso civil de todas las instalaciones militares en las islas, lugares a reconvertir en espacios de uso social, de encuentro, disfrute y mejora de la vida de toda la gente, denunciando su uso interesado en defender la dominación, la explotación y la violencia. Donde no permitamos el uso militar de nuestras infraestructuras civiles.
Lugar donde no se permita el tránsito ni el tráfico de armas, destinadas a seguir sembrando la muerte en otros países, con la máscara de legalidad internacional y desde un oscurantismo antidemocrático.
Canarias, como zona de exclusión militar, fuera del brazo armado y militarizado del sistema neoliberal que es la OTAN. Exigiendo al Gobierno español una política externa de no agresión, ni ocupación militar, ni intervención de supuestas acciones humanitarias, que no son más que un disfraz de nuevas colonizaciones imperiales.
Un archipiélago con Estatuto de Neutralidad, plataforma de paz y no de logística de los señores de la guerra, espacio de encuentro entre pueblos, donde se apóyela solidaridad y la resolución noviolenta de los conflictos bélicos.
Unas islas donde potenciemos la abolición de los ejércitos, favoreciendo la no incorporación de seres humanos al ejército profesional, denunciando la investigación militar y pidiendo la no colaboración con el gasto militar, ejerciendo la objeción fiscal.
Canarias desmilitarizada y solidaria, contra la ocupación por los ejércitos imperialistas de los territorios Palestinos, de Irak, Sáhara, Afganistán, Líbano, Haití… que no seamos plataforma de agresión ni expolio a África.
Trabajamos por erradicar la cultura de la violencia y el militarismo, donde, en proceso, construyamos unas relaciones y valores de cooperación, diálogo, encuentro, justicia, equidad…
Nuestro pueblo, tras 21 años de lucha, seguimos demandando, exigiendo y deseando
Una Canarias zona de paz,
Archipiélago desmilitarizado
Espacio de exclusión militar
y libre de la OTAN
COORDINADORA CANARIA POR LA PAZ Y LA SOLIDARIDAD