Aunque muchas decisiones importantes fueron pospuestas porque los delegados tenían que abandonar la conferencia para coger sus vuelos, sí se creó un órgano subsidiario para los pueblos indígenas en virtud del artículo 8J de la convención [1].
Según la ONU, este órgano se convertirá en un espacio permanente para que los pueblos indígenas y las comunidades locales participen en las decisiones relativas a la biodiversidad. A pesar de la evidente importancia de reforzar la participación de los pueblos indígenas en las decisiones que afectan a sus territorios (donde se encuentra la mayor parte de la biodiversidad mundial), queda por ver si esto mejorará el respeto de los derechos humanos de los indígenas. No se ha llegado a ningún acuerdo sobre el mecanismo de financiación y el seguimiento del Marco Mundial para la Biodiversidad (GBF por sus siglas en inglés), especialmente el objetivo 3, que es ahora la mayor amenaza para las tierras y las vidas de los indígenas.
En general, el statu quo (el robo de tierras indígenas en nombre de la conservación de la naturaleza y la apropiación de fondos para la biodiversidad por parte de la industria de la conservación) sigue sin cuestionarse.
Estos son algunos de los fracasos de la COP:
– Aplicación: los delegados no han logrado ni siquiera ponerse de acuerdo sobre cómo financiar la aplicación del Marco Mundial para la Biodiversidad (GBF).
– Financiación: los delegados del Sur están enfadados porque no se ha prometido suficiente dinero para la aplicación del Marco.
– Distribución: los delegados del Sur Global están comprensiblemente enfadados por el hecho de que grandes instituciones con sede en el Norte Global (como WWF) estén acaparando lo poco que se ha puesto a disposición a través del Fondo del GBF creado en el marco del Fondo para el Medio Ambiente Mundial en 2022 (ver el informe de Survival sobre este tema aquí).
– Se ignoran las necesidades de las naciones biodiversas: la mayoría de los países que albergan la mayor parte de la biodiversidad mundial pidieron la creación de un nuevo fondo específico. Otros 160 millones de dólares fueron ofrecidos por un grupo de gobiernos del norte, pero insisten en que sean distribuidos por el Fondo del GBF, a pesar de la amplia oposición a este mecanismo.
– Falta de protección de los derechos humanos: todavía no se ha acordado un plan para supervisar los proyectos financiados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Las propuestas sobre la mesa no incluyen ninguna medida para garantizar el respeto de los derechos de los pueblos indígenas. La protección de los derechos humanos de los indígenas es esencial en un momento en el que se está intentando casi duplicar la superficie de Áreas Protegidas de conservación de la naturaleza en todo el mundo. Con demasiada frecuencia, en muchas partes del mundo, las zonas de conservación se militarizan y a los pueblos indígenas se los expulsa de sus territorios, lo que supone una flagrante violación de sus derechos humanos.
La responsable de la campaña para Descolonizar la Conservación de Survival International, Fiore Longo, ha declarado:
“Esta COP16 muestra una vez más el poder de la industria de la conservación y de los Gobiernos por encima de las necesidades reales de nuestro planeta. La urgencia de actuar para proteger nuestra biodiversidad es real, pero estos actores siguen proponiendo falsas soluciones e impidiendo un cambio verdadero.
Si queremos salvar nuestro planeta no necesitamos más business-as-usual, más mercantilización o más poder para las corporaciones… ¡Lo que necesitamos es justo todo lo contrario! Sobre todo es necesario respetar y reconocer los derechos territoriales de los pueblos indígenas.”
Sistema de créditos para la biodiversidad
Como era de esperar, la COP16 benefició a los promotores de la privatización y la mercantilización de las políticas de conservación de la naturaleza.
La poderosa coalición formada por el Grupo Asesor Internacional sobre Créditos de Biodiversidad, Biodiversity Credits Alliance y el Foro Económico Mundial presentó unos “principios de alta integridad”, que al parecer solo lo eran de nombre: incluían muchas características problemáticas. Por ejemplo, los principios de la coalición permiten la compensación y la venta de créditos antes de que se produzca ningún impacto positivo.
Aunque las organizaciones de la sociedad civil expresaron su grave preocupación por esta iniciativa condenada al fracaso, no pudieron desactivarla.
Esto significa que se necesita mucho trabajo para concienciar sobre las peligrosas consecuencias que estos esquemas pueden tener sobre los territorios y las vidas indígenas (ver el informe de Survival sobre los fracasos del Fondo para la Biodiversidad aquí).
Nota:
[1] Este artículo establece que cada signatario “respetará, preservará y mantendrá los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades indígenas y locales que entrañen estilos tradicionales de vida pertinentes para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica (…)”.
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