La Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, es una de las emblemáticas agrupaciones en Miami, con sólidos e incuestionables antecedentes batistianos, anexionistas y plattistas, que combinados con sus destrezas mafiosas y terroristas le dan una imagen tan bien ganada, que inspira suspicacia. Pero no es la única. Hay otros intentos de los fascistas de origen cubano […]
La Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, es una de las emblemáticas agrupaciones en Miami, con sólidos e incuestionables antecedentes batistianos, anexionistas y plattistas, que combinados con sus destrezas mafiosas y terroristas le dan una imagen tan bien ganada, que inspira suspicacia.
Pero no es la única. Hay otros intentos de los fascistas de origen cubano en Estados Unidos, para constituirse en conductores de una imaginaria futura Cuba. En Internet se puede encontrar un sugestivo anuncio: Bienvenido al mundo del Partido Nacionalista Democrático de Cuba.» Nunca antes había leído un título tan apropiado y recomendable para estar prevenidos sobre el mundo diseñado por sus acólitos.
A continuación los contrarrevolucionarios anuncian: «En el mismo encontrarás ideas y conceptos que esperamos sirvan de luz, combustible y mapa para llegar a una meta feliz en el ya largo camino hacia la libertad de Cuba».
Luz, combustible y mapa, son los tres ingredientes sugeridos y eso me recordó los miles de actos de terror ejecutados contra Cuba en más de 50 años y me intrigó a conocer quiénes eran los gestores de este engendro político.
Fue fácil y obvio encontrar la respuesta, aunque ahora se presentan travestidos como fervorosos amantes de la libertad y la democracia, no podían despojarse de su verdadero origen terrorista.
Sus modestos «padres fundadores» se presentan así: «Quienes fundamos el PND tenemos una larga hoja de servicios a nuestra patria» No cabe duda de ello y la historia registra los servicios prestados a los intereses de una potencia extranjera que les pagó, armó, organizó y entrenó para los actos de terror que cometieron, las personas que asesinaron, las víctimas que causaron y los daños materiales ocasionados.
Este instrumento norteamericano aglutina a los terroristas históricos y a los neo mercenarios, a las damas bien pagadas y otros especimenes por el estilo, que con el antifaz de disidentes suspiran por y promueven un horizonte al estilo del falso «sueño americano», conque pretenden embelesar a las presentes y futuras generaciones de cubanos.
En el año 2003 un grupo de estos elementos de un nítido pasado violento, se reúnen para producir este engendro de Partido Nacionalista, registrado el 16 de agosto de ese año, al igual que la FNCA, como una corporación no-lucrativa Made in USA.
En su argumentación fundacional afirman: «Somos portadores de una antorcha» lo cual me recordó a la Antorcha Martiana nombre del líbelo de la banda terrorista Movimiento Insurreccional Martiano, dirigido por el inveterado criminal Héctor Alfonso Ruiz Fabián, que realizó decenas de actos de terror dentro y fuera de Cuba.
El Partido Nacionalista en acción, sus primeras actividades
Las primeras acciones de sus agrupados certifican su verdadero carácter, se dieron a conocer por medio de un fastuoso almuerzo en el exclusivo restaurante del Big Five Club, el 3 de abril del 2004. Lo cual sustenta el carácter elitista de su membresía que aboga por «lo mejor para Cuba», bloqueada por 11 administraciones norteamericanas hace más de medio siglo.
Si al lector, le quedan dudas de qué es el Partido Nacionalista, les presentamos su segunda obra benéfica y la transcribo textual: «Asistencia financiera a familiares y presencia en los juicios de los compatriotas Posada, Novo, Jiménez y Remón juzgados en Panamá y acusados de atentar contra la vida del tirano».
Los mencionados son exponentes de lo peor del terrorismo anticubano e internacional, causantes de más de tres mil muertes de cubanos, de innumerables hechos violentos todavía impunes, que afectaron a cientos de familias.
Su Secretario General, es nada menos que Alfredo M. Cepero. Pero dejemos que sea el propio terrorista Luis Posada Carriles, quien se refiera a él: «La Agencia Central de Inteligencia (CIA), enviaba explosivos (C3), lapiceros de tiempo, mecha, cordón detonante, detonadores y todo lo necesario para actos de sabotaje. En aquel tiempo (1960), este tipo de actividades eran conocidas con el nombre de «Acción y Sabotaje».
«Yo formaba parte de esos grupos. José Puente Blanco, ex-presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, y su hermano Roberto, comandaban un Movimiento. Fui a Estados Unidos y allí conocí a Alfredo Cepero, que pertenecía al mismo Movimiento; con él trazamos planes para introducir material bélico en Cuba y entregárselo a nuestros amigos en La Habana».
Posada Carriles tiene bien presente a Cepero. En su autobiografía Los caminos del guerrero lo menciona así: «Cuando ya la invasión a Cuba era inminente, junto a Sylas Cuervo Castillo, Raúl y Gustavo Lora Hernández, Feliciano Foyo, Alfredo Cepero, López Franco y otros se enrolaron en las fuerzas que se preparaban».
Alfredo M. Cepero Sotolongo es un activo miembro de la Brigada 2506, que fue derrotada en la invasión mercenaria de abril de 1961, que a nombre del gobierno norteamericano traía la «libertad» a Cuba.
Este es parte de ese mundo violento, que el llamado Partido Nacionalista Democrático destina y prepara para más de once millones de cubanos. Continuará…
*El autor es profesor e investigador universitario
Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/06/16/cuba-que-anoran-fundacion-nacional-cubano-americana/