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Reacción frente al anteproyecto de ley integral contra la violencia de género

La derecha no quiere desigualdades entre hombre y mujer

Fuentes: Rebelión

Una de las promesas electorales del PSOE fue la promulgación de una ley de protección integral a la mujer. El PP, tras dos legislaturas, hizo más bien poco para acabar con los continuos asesinatos de mujeres  por sus parejas. El PSOE a los dos meses de su llegada al poder ha preparado un antreproyecto de […]

Una de las promesas electorales del PSOE fue la promulgación de una ley de protección integral a la mujer. El PP, tras dos legislaturas, hizo más bien poco para acabar con los continuos asesinatos de mujeres  por sus parejas.

El PSOE a los dos meses de su llegada al poder ha preparado un antreproyecto de ley, en el cual, entre otras medidas, eleva las penas en estos supuestos, que no son otros que el marido o compañero que agrede a su mujer.

La derecha que esta teniendo una mala digestión de los últimos resultados electorales, se esta dedicando a hacer una oposición tan sucia como la que nos tenia acostumbrado, de hecho, cuando estaban en el gobierno seguían haciendo oposición. Ante la evidencia de que no era tan complicado promulgar una  ley  de protección integral, ha descubierto la igualdad y aprovechando su presencia mayoritaria  en el Consejo General del Poder Judicial, este organismo ha emitido un informe no vinculante en el que valoran negativamente el anteproyecto, afirmando que se ha vulnerado la constitución por que la ley no protege a todos, que establece una discriminación positiva en favor de la mujer y negativa frente al hombre.

Estos jueces conservadores siempre se las dan de ser muy técnicos e independientes y poco politicos, pero a poco que «rasques» sus sentencias o informes aparece su más rancio machismo y su catolicismo fundamentalista. En esta ocasión  se quejan del trato desigual en favor de la mujer, pero en otros casos apoyan ciegamente discriminaciones positivas o negativas que existen en el Código Penal español.

Veamos algunos ejemplos que se me ocurren. Un caso de discriminación negativa es el del joven que quema una cabina telefónica en Euskadi por motivos políticos (Kale borroka) al cual le cae una pena muy superior (cinco o seis años más) que a otro joven en cualquier otro punto de España cuando lo hace por simple diversión.

También hay supuestos de discriminación positiva en razón de la condición de la víctima del delito, cuando se atenta contra un funcionario o agente de la autoridad la pena es mayor que cuando se agrede a otra persona. Y la pena se agrava más aún cuando el agraviado es diputado, senador, miembro del gobierno o rey. Discriminación clara y objetiva.

Pero aún existen más discriminaciones sangrantes en el código penal, en su preámbulo se afirma que se va a acabar con el régimen privilegiado de los funcionarios, estableciéndose, dice mayor pena para estos. Pero en la práctica es justo al contrario porque se establecen tipos atenuados (menor pena) para cuando el delito cometido por funcionario, agente o autoridad se ha realizado con ocasión de investigación de una  causa criminal, lo que en la práctica hace que siempre los funcionarios tengan una pena menor que el resto de ciudadanos cuando comentan un delito.

Desde luego existen argumentos para defender las anteriores desigualdades en la ley, pero también los hay para defender la discriminación positiva en favor de la mujer, y el más importante es el número y porcentaje de mujeres muertas o agredidas por su marido o novio.

Dicho todo lo anterior, también tengo que dejar constancia de mi opinión que las leyes penales poco sirven para evitar el delito y menos en estos casos. Sólo tenemos que pensar la multitud de casos en el cual el hombre tras asesinar a su compañera acaba suicidándose. El machismo y la violencia sobre la mujer tiene raíces mucho más profundas.

Además, en este proyecto se echan en falta otras medidas: agilizar los trámites de divorcio y separación, desmitificando estas situaciones. En la sociedad española aún se oye con excesiva frecuencia, volumen e insistencia, la voces de la iglesia católica que hablan de la indisolubilidad del matrimonio. Sólo si la enseñanza obligatoria fuera pública y laica se podría intentar educar a los niños en la igualdad de sexos. También debería haberse profundizado en la discriminación positiva en favor de la mujer dentro del ámbito laboral, así como implementar ayudas sociales, en este caso tanto para el hombre como para la mujer, para que las rupturas matrimoniales no fueran tan traumáticas con lo son en la realidad para las dos partes.

Pero sobre todo, tenemos que desechar la fuerza como medio para solucionar conflictos y este sería un gran paso para la erradicación de la violencia doméstica, por que al final ocurre que, en el conflicto de pareja o familiar así como en otros ámbitos, el más fuerte impone su criterio.