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Entrevista a Esther Vivas, joven militante implicada en el lanzamiento de Izquierda Anticapitalista de cara a las próximas elecciones europeas

«La derrota política e ideológica de las clases dominantes abre un espacio para las propuestas anticapitalistas.»

Fuentes: Kaosenlared

Kaosenlared – Izquierda Anticapitalista acaba de nacer (en el momento de hacer la entrevista, aún no había tenido tiempo de presentar un programa político de cara a las elecciones europeas.) ¿Puedes adelantarnos cuales podrían ser los ejes centrales? IA – Planteamos un programa de ruptura con las política neoliberales desde una perspectiva estratégica anticapitalista. En […]

Kaosenlared – Izquierda Anticapitalista acaba de nacer (en el momento de hacer la entrevista, aún no había tenido tiempo de presentar un programa político de cara a las elecciones europeas.) ¿Puedes adelantarnos cuales podrían ser los ejes centrales?

IA – Planteamos un programa de ruptura con las política neoliberales desde una perspectiva estratégica anticapitalista. En un momento marcado por la crisis es necesario plantear con más fuerza que nunca políticas de ruptura con el orden actual y radicalizar el contenido de las propuestas alternativas. Consideramos que frente a la lógica de la Europa del capital es necesario anteponer otra lógica, la de los movimientos sociales y la del bien común. Apostamos por una Europa al servicio de los pueblos y de las y los trabajadores.

Es difícil resumir nuestras demandas programáticas de cara a las elecciones europeas en poco espacio, a la vez que éste es un trabajo que queremos realizar conjuntamente con activistas sociales que participen en esta iniciativa, pero a grandes rasgos podemos señalar que: nos oponemos a la precarización del empleo y a los despidos sistemáticos, que se pretenden «justificar» en nombre de la crisis; defendemos la reducción de la jornada laboral sin reducción de salario y la garantía de un ingreso mínimo que haga posible vivir dignamente; exigimos un plan de urgencia y de «rescate» para los sectores más necesitados, así como una reforma fiscal que grave a los especuladores financieros y a las grandes fortunas. Es necesario una política activa en defensa del sector público y de renacionalización de las empresas privatizadas.

Frente a la crisis medioambiental, es urgente una reconversión ecológica radical de la economía y la implementación de políticas que rompan con la espiral productivista y consumista del capitalismo. Ante la Europa fortaleza, anteponemos una Europa basada en la igualdad y exigimos la regularización de los «sin papeles» y el cierre de los centros de internamiento. Denunciamos los recortes de las libertades en aras de una mayor seguridad y apelamos a la derogación de la Ley de Partidos como ejemplo máximo de este recorte de derechos y de libertades colectivas.

Así mismo, defendemos el derecho de los pueblos de Europa a la autodeterminación y a decidir libremente su propio futuro. Apostamos por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, por el aborto libre y gratuito y por su despenalización. También revindicamos los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgéneros y su lucha contra la opresión y la discriminación.

Combatimos la especulación inmobiliaria y apostamos por la expropiación de las viviendas vacías y en desuso. Es necesaria una educación pública y de calidad, la derogación de la LOU y parar la implementación del Espacio Europeo de Educación Superior -el proceso de Bolonia-, así como denunciar la creciente represión a sindicalistas, estudiantes, inmigrantes, jóvenes… ante su ejercicio legítimo del derecho a la huelga y a la organización colectiva. Éstas son solo algunas de nuestras propuestas que surgen de las demandas de los movimientos sociales junto a los que luchamos.

El vacío político que existe en el espacio político del anticapitalismo en la mayoría de los territorios del estado español es evidente desde hace tiempo. ¿Por qué este momento es propicio para el nacimiento de un partido anticapitalista?

La situación de crisis económica, social, ecológica y su impacto en la mayor parte de la población y en el medio ambiente hace más necesario que nunca empezar a plantear alternativas concretas. El capitalismo ha demostrado sobradamente su incapacidad para garantizar las necesidades básicas de las personas. Ésta crisis, de dimensiones sistémicas, abre una brecha para plantear iniciativas que hasta hace poco parecían alejadas de la realidad: nacionalización sin indemnización del sistema bancario y puesta bajo control público, «cero despidos» en empresas con beneficios, entre otras. La derrota política e ideológica de las clases dominantes abre un espacio para las propuestas anticapitalistas.

Además, la incapacidad por parte de la izquierda política hoy hegemónica de promover respuestas reales frente a la crisis obliga, más allá del trabajo en los movimientos y las resistencias sociales (de las cuales formamos parte y consideramos indispensables), a plantear también una alternativa política. La respuesta a la crisis por parte del gobierno de Zapatero se basa en el apoyo sin fisuras a las empresas privadas y, en especial, a la banca y profundiza en las medidas fiscales regresivas, las privatizaciones y la reducción de los costes laborales. El objetivo es claro: socializar las pérdidas y hacer que la crisis la paguemos las y los trabajadores. En este contexto, la subalternidad de fuerzas como Izquierda Unida (IU) aún hacen más dramática la situación.

Experiencias como las de Izquierda Unida han llegado a su fin. Aún y el cambio de coordinador, no hay renovación y siguen los mismos que han llevado a IU a la situación de crisis. Sus compromisos gubernamentales en Catalunya y en Euskadi reflejan su subalternidad al social-liberalismo, totalmente alejados de los movimientos sociales, y su corresponsabilidad con gobiernos de gestión del capitalismo. Se trata de una formación que carece de total credibilidad para encarnar una política de izquierdas consecuente. El triste papel de Iniciativa per Catalunya-Verds en el gobierno de la Generalitat es un caso clamoroso. Es necesario construir una alternativa anticapitalista a esta izquierda gestionaria. Nosotros esperamos ayudar a avanzar en esta dirección.

¿Por qué lanzar la nueva formación mediante una candidatura electoral y por qué a las elecciones europeas? ¿No corre el riesgo esta propuesta de ser percibida como un proyecto prioritariamente electoralista?

 

Izquierda Anticapitalista no nace de la nada sino que cuenta con una extensa trayectoria política y en los movimientos sociales de las gentes de Espacio Alternativo. El apoyo de más de 800 personas significativas de los movimientos sociales, del mundo de la cultura, sindicalistas, intelectuales al manifiesto «Cambiar el mundo de base es más necesario que nunca. Por una candidatura anticapitalista a las elecciones europeas de 2009», recogidas en poco más de tres semanas, son buena prueba de esta implantación en las mismas.

No se trata de un proyecto electoralista ya que nuestro compromiso está en las luchas y en la calle como hemos venido haciendo durante años y continuaremos así. Pero el contexto actual de crisis del sistema capitalista y de derrumbe y descrédito de la izquierda política hoy hegemónica obliga a impulsar nuevas iniciativas, también en el terreno electoral. Las contiendas electorales son un campo de batalla para la izquierda radical, aunque no el más favorable, y no podemos renunciar a él y dejar que la izquierda gestionaria y la derecha lo monopolicen.

Las elecciones europeas permiten poner sobre la mesa y denunciar el impacto de las políticas de la Unión Europea en nuestra vida cotidiana. Ante la crisis, las élites económicas y las instituciones que las amparan endurecen aún más sus políticas impulsando el desmantelamiento de los sistemas de protección social, la reducción de los costes laborales, etc. La directiva Bolkenstein, de liberalización de los servicios públicos; el Plan Bolonia, de privatización del sistema universitario; o la directiva del retorno (de la vergüenza) son tan sólo algunos ejemplos. Frente a un proyecto de integración europea al servicio del capital es necesario impulsar la coordinación de las resistencias y anteponer «otra lógica».

La candidatura anticapitalista a las elecciones europeas de junio del 2009 quiere ser un paso más en esta dirección. Esta lista participará en un bloque anticapitalista europeo junto con otras formaciones como el Nuevo Partido Anticapitalista en Francia, liderado por Olivier Besancenot, Sinistra Critica en Italia, entre otras.

¿Qué novedad aporta Izquierda Anticapitalista con respecto a los otros partidos, organizaciones y movimientos que llevan años trabajando el espacio político del anticapitalismo?

Izquierda Anticapitalista formamos parte de la izquierda combativa en el Estado español presente en las luchas y en las resistencias a la globalización neoliberal. Venimos trabajando desde hace años en el seno de estos movimientos, sin sectarismos ni dirigismos. Consideramos que la crisis sistémica del capitalismo y la crisis de la izquierda institucional hace más urgente que nunca el plantear nuevas iniciativas políticas y nuestra propuesta va en esta dirección.

Si hasta el momento la bandera de la resistencia ha sido alzada por la izquierda social, hoy es necesario darle a ésta un impulso político. Intentamos ofrecer un proyecto ligado a las luchas y al movimiento real, capaz de comprender el mundo actual y sus contradicciones y que pueda repensar el contenido de un proyecto socialista democrático para el siglo XXI.

¿Izquierda Anticapitalista es solo un cambio de nombre de Espacio Alternativo o va a suponer un intento de confluencia con sectores de fuera de la organización?

 

La candidatura anticapitalista a las elecciones europeas es una iniciativa lanzada desde Izquierda Anticapitalista pero abierta a gentes de movimientos sociales y a todas aquellas personas que quieran participar en la misma. Pensamos que esta propuesta puede generar un debate en el seno de los activistas acerca de la necesidad de impulsar un proyecto anticapitalista unitario.

En lo que respecta a la colaboración con otras corrientes políticas a nivel estatal, consideramos que no existen los suficientes acuerdos ni un trabajo estable previo para lanzar una iniciativa unitaria. Algo así tendría que ser fruto de una práctica previa común, que de momento sólo se ha dado en plataformas o campañas puntuales. Pensamos que promover proyectos unitarios a nivel estatal sin éstas previas sería un paso en falso contraproducente. Sin embargo, pueden darse situaciones nacionales o regionales específicas que sí lo permitan.

El paralelismo con la propuesta de Nuevo Partido Anticapitalista lanzado por la LCR francesa es evidente. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos proyectos? ¿No sería un error calcar un proyecto político y aplicarlo en contextos bien distintos?

El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) en Francia, impulsado por la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), es un de nuestros aliados y referentes a nivel internacional con quien compartimos un proyecto común en la Conferencia de la Izquierda Anticapitalista Europea, pero cada uno tenemos nuestro propio camino. Ni Izquierda Anticapitalista es el NPA ni el Estado español es Francia.

Considero que la experiencia del Nuevo Partido Anticapitalista es una buena muestra de las potencialidades de una iniciativa política que sume a amplios sectores de la izquierda social y política. El NPA es una formación que incorporará a varios miles de afiliados y se ha convertido en el principal actor de la izquierda francesa a la izquierda del Partido Socialista.

Para nosotros, se trata de un ejemplo estimulante. Obviamente, en el Estado español, nos encontramos muy lejos de la situación que vive la izquierda radical francesa, pero la propuesta que lanzamos quiere ser un primer paso en esta dirección. Se trata de fortalecer las resistencias sociales al capitalismo y avanzar hacia la construcción de un polo anticapitalista amplio, del cual Izquierda Anticapitalista será tan solo una parte. La experiencia del Nuevo Partido Anticapitalista en Francia es un buen ejemplo de hasta donde queremos llegar, pero no estamos en esta etapa. Si algún día hay condiciones para crear una nueva fuerza anticapitalista al estilo del NPA aquí habrá que ver cuales son las fórmulas y las vías a seguir.

¿Cómo crees que podrá darse un proceso de construcción de la oposición de izquierdas al gobierno de Zapatero? ¿Es esa la intención de Izquierda Anticapitalista o requerirá la participación de otras organizaciones?

 

Está claro que la formación de un polo anticapitalista amplio, que signifique una oposición de izquierdas al gobierno de Zapatero, va más allá de nuestra organización. Pero consideramos que la iniciativa que ahora lanzamos es un primer paso en este sentido y abre un debate en el seno de la izquierda social sobre esta cuestión. El cómo, el cuándo y los quienes serán fruto de un largo debate y de un proceso de recomposición y reestructuración de la izquierda, del movimiento obrero y del conjunto de los movimientos sociales del Estado español.