La suerte está echada. La ciudadanía ha acudido a las urnas, para elegir 8.131 alcaldes y diputados en doce comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla. Los datos indican que es un desastre para la izquierda. El Gobierno de la nación no se ve respaldado por los resultados y tiene hasta fin de año para terminar […]
La suerte está echada. La ciudadanía ha acudido a las urnas, para elegir 8.131 alcaldes y diputados en doce comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla. Los datos indican que es un desastre para la izquierda. El Gobierno de la nación no se ve respaldado por los resultados y tiene hasta fin de año para terminar su gestión y hacer frente a sus compromisos. Acaba de abrirse la precampaña de las elecciones generales.
La participación en las elecciones municipales y autonómicas se sitúa, con el 98,92% del censo escrutado, en el 63,92%. Es un punto menos que hace cuatro años, cuando se registró un 49,93%. Se trata, además, del tercer dato histórico más bajo, por encima del de 1991, con un 62,78% y de 1979, con un 62,51%, en una jornada en la que los dos avances anteriores la movilización había crecido frente a lo registrado en años anteriores. Mucho nos queda por conocer, resultados definitivos en concejales y diputados conseguidos como el porcentaje de los sufragios.
Según todos los datos, se ha producido un claro giro electoral. La derecha ha ganado las elecciones, en la línea que se está produciendo en Europa. Da igual la corrupción, carecer de programa, no hablar de los problemas locales, defender a las inmobiliarias en vez de a los inquilinos, despreciar el calentamiento global, a las mujeres o a la igualdad. Vox a duplicado sus votos en relación a las anteriores elecciones. Jordi Ébole tuitea: «Dónde está nuestro error, sin solución, fuiste tu el culpable, o lo fui yo, ni tu ni nadie nadie, puede cambiarme…». Lo que si debemos entender es que la desunión de las izquierdas y el enfrentamiento a la izquierda del PSOE, han ocasionado esta derrota electoral infame.
La izquierda a la izquierda del PSOE sigue sin encontrar una fórmula que sume para el bloque progresista. Las elecciones municipales y autonómicas de este 28 de mayo han vuelto a demostrar que la división de la izquierda sigue lastrando la gobernabilidad de muchas CCAA, tiñendo España del azul del Partido Popular. Solamente Más Madrid ha logrado aguantar el tipo. Podemos ha vuelto a sufrir un duro batacazo electoral, ni con. Roberto Sotomayor, ha conseguido Podemos llegar al 5% de intención de voto, perdiéndose decenas de miles de votos por el camino.
Como decía, nos quedan muchos datos por conocer y cuales serán los acuerdos y pactos antes de que se formen los gobiernos en los Ayuntamientos y Comunidades. Mientras tanto permítanme que recuerde las elecciones del 3 de abril de 1979; primeras elecciones convocadas en democracia. Tras más de cuarenta años de dictadura, los españoles pudimos volver a ejercer el derecho al voto y elegir a los representantes políticos más cercanos. Fue la tercera convocatoria electoral en menos de un año. Las elecciones fueron un acontecimiento necesario para la consolidación de la democracia.
Como consecuencia del pacto global firmado por las direcciones de PSOE y PCE la izquierda se hizo con la mayoría de los grandes ayuntamientos, incluidos Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga. De las 50 capitales de provincia, el PSOE obtuvo 23 alcaldías, UCD 20, el PNV 3; y PCE, PSA, Unidade Galega y UPC 1 cada uno. La UCD logró la victoria en los comicios en España con 28.960 concejales y el apoyo del 30,6% del electorado. El PSOE quedó en segundo lugar con 12.077 concejales y el respaldo del 28,2% de los votos. El PCE conquistó la tercera plaza con 3.732 concejales y el 13,1% de los sufragios. Entre los partidos de ámbito estatal, por último, se situó Coalición Democrática (CD) con 2.339 concejales y el 3% de los votos.
Enrique Tierno, candidato a la alcaldía de Madrid por el PSOE, insistió en la necesidad de que los municipios de los pueblos, y ciudades del Estado español hayan hombres honestos, de manos limpias y bolsillos transparentes, en los ayuntamientos de todos que trabajen para evitar la especulación del suelo, la falta de centros escolares dignos, de transporte, de centros sanitarios y de hombres que acaben con la corrupción. En esta ocasión hubiera sido necesario un pacto progresista y de izquierdas, por unos servicios públicos de máxima calidad, una economía que funcione.
Todo ello, porque el municipalismo es la base del aprendizaje político y una plataforma vital por la que cualquier responsable político debería pasar. Como la Administración más cercana, los municipios son el lugar donde mejor se conocen las necesidades y problemas reales de las personas, y son precisamente sus gobernantes quienes se enfrentan a diario a la búsqueda de las mejores soluciones. En el ámbito del municipalismo rural, en donde la despoblación pasa por ser la principal problemática y revertirla requiere de la necesidad de mejora de los servicios públicos, tales como la conectividad, el transporte o los servicios del bienestar. La eficacia y eficiencia de la gestión pública hallan en los municipios su máxima expresión con una madurez y solvencia en la gestión, con una premisa clara: no dejar a nadie atrás.
Los valores del municipalismo aparecen en el Fuero de Brañosera, que dio lugar al primer municipio, cuyos principios se anticiparon en algunos casos a los de la Ilustración, la revolución francesa y las Constituciones de los siglos XX y XXI. El Fuero se otorgó para aportar población a territorios despoblados en zonas fronterizas para convertirlos en focos pujantes. Ahora continua siendo necesario impulsar políticas precisas para el desarrollo rural y la vida de los pequeños Ayuntamientos, porque lo importante son las personas, y la tarea de las Administraciones es facilitar que la gente viva donde quiera vivir de la mejor manera posible.
El programa electoral es un contrato entre los partidos políticos y la ciudadanía, un compromiso de realizar aquello que se necesita para mejorar la calidad de vida, mejorar la fiscalidad, incentivar la economía social, ayudar a las familias, incrementar las oportunidades laborales, mejorar la educación formación o cuidar el patrimonio. Ahora nos queda que los «programas, programas, programas» se cumplan.
El PP ha vuelto a ser la lista más votada en Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, La Rioja y Cantabria, donde podrá gobernar si alcanza con pactos con Vox, y además mantiene Madrid, con mayoría absoluta y Murcia, con más del 70% escrutado, mientras que está a la espera de los resultados definitivos de Castilla-La Mancha y Extremadura. Se declara ganador de las elecciones municipales y autonómicas.
Un mensaje a los candidatos a las alcaldías o comunidades socialistas que han perdido: por vuestra mala gestión y enfrentamientos, buscando la supuesta coherencia os merecéis lo peor. A las organizaciones a la izquierda del PSOE, la unidad de la izquierda es necesaria para avanzar en el progreso y el bienestar.