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La economía cubana con los pies en la tierra

Fuentes: La República

Garantizar la alimentación de toda la población en momentos de crisis financiera y lograr la soberanía alimentaria como si se tratase de un objetivo de seguridad nacional marcan en Cuba el debate sobre la implementación de nuevas medidas económicas. Actualmente el país caribeño gasta más de mil 500 millones de dólares anuales en importar el […]

Garantizar la alimentación de toda la población en momentos de crisis financiera y lograr la soberanía alimentaria como si se tratase de un objetivo de seguridad nacional marcan en Cuba el debate sobre la implementación de nuevas medidas económicas.

Actualmente el país caribeño gasta más de mil 500 millones de dólares anuales en importar el 60 por ciento de los alimentos que consume, mientras mantiene el 50 por ciento de sus tierras sin cultivar, algo insostenible según reconoció el presidente cubano Raúl Castro.

Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Movimiento de Agricultura Urbana y Suburbana en Cuba, defiende entre las posibles soluciones para superar el déficit productivo eliminar tierras ociosas en urbes y poblados cabeceras así como la creación de fincas debidamente reforestadas.

El propio Raúl Castro es uno de los impulsores del plan de Agricultura Urbana que comenzó a gestarse en 1997 y tomó más fuerza al asumir el Gobierno nacional en 2008 tras el relevo del ex presidente Fidel Castro.

En tan sólo tres años se han duplicado las fincas en funcionamiento, hasta alcanzar las 100 mil, con una perspectiva de llegar a las 150 mil para 2015, según datos del Instituto de Investigaciones Fundamentales en la Agricultura Tropical (Inifat).

Después de 14 años de iniciado en el país el programa de agricultura de ciudad es inadmisible que el irregular uso de los terrenos disponibles continúe como un señalamiento en casi todos los análisis realizados en los municipios cubanos, afirmó Nodals, también director del Inifat.

Los organopónicos urbanos se instalan en pequeñas parcelas, normalmente solares yermos y utilizados de basureros espontáneos, que tras su limpieza se convierten en espacios fáciles de explotar y muy cerca de los consumidores.

En el capitalino barrio de Alamar, una cooperativa es capaz en tan sólo 11 hectáreas de cultivar más de 400 toneladas de 26 variedades diferentes de vegetales y frutas, según nos explica Miguel Salcines al frente de este organopónico.

En 2009 el 70 por ciento de la producción de alimentos en el país fue gracias al trabajo de unos 350 mil pequeños agricultores y alrededor de mil cooperativas, a pesar de contar estas con menos del 40 por ciento de las tierras cultivadas.

El Decreto Ley 259 abre surcos nuevos

Después de los trabajos de limpieza del marabú y otras malezas, el 76,4 por ciento de las tierras entregadas en usufructo por el Decreto Ley 259 están en explotación en Cuba

El Ministerio de la Agricultura indicó que hasta diciembre de 2010 se habían entregado un millón 179 mil 795 hectáreas y recibido más de 155 mil solicitudes, de las cuales más de 128 mil fueron aprobadas y otras 19 mil estaban todavía pendientes.

Las principales dedicaciones de estas áreas agrícolas son la ganadería, los cultivos varios y los frutales según afirmó a medios locales Gustavo Rodríguez, ministro de la Agricultura.

Rodríguez reconoció que aún existe lentitud en el proceso de aprobación de las solicitudes además de retrasos en las evaluaciones de los convenios entre los usufructuarios y los distintos niveles del proceso productivo.

Necesidad de microcréditos

Varios agricultores consultados por La República coinciden en señalar que obtener la tierra es el principal escoyo pero no el único, por ello destacan la importancia de poder acceder a microcréditos para empezar a poner las fincas a producir.

Fuentes bancarias reconocen que muchos de los beneficiarios de las tierras en usufructo todavía desconocen que tienen la posibilidad de acceder a este financiamiento y sus condiciones.

Actualmente los bancos estatales están proponiendo a los nuevos agricultores los créditos a una tasa de interés del tres por ciento en los dos primeros años y cinco puntos en los siguientes tres años y a continuación un siete por ciento.

Problemas aún por resolver

A pesar de las iniciativas emprendidas, el programa todavía no alcanza los objetivos propuestos, debido, entre algunos factores externos a los destrozos ocasionados por los tres ciclones que asolaron la Isla en 2008, el impacto de la sequía y el impedimento del bloqueo estadounidense al acceso a tecnología y convenios de cooperación.

Pero también factores internos afectan en su desarrollo como el deficitario sistema de comercialización, los todavía bajos precios que reciben los productores y la falta de insumos y herramientas a precios más competitivos.

La solución a estos problemas tiene muchas miradas puestas en el próximo VI Congreso del Partido Comunista de Cuba que se celebrará a mediados de abril con «los pies en la tierra», como señaló Raúl Castro a los diputados de la Asamblea Nacional el pasado diciembre.

Fuente: http://www.larepublica.es/spip.php?article23921