Ahora resulta que los mismos de Miami y sus secuaces en otras capitales que apoyan el criminal bloqueo de Estados Unidos a Cuba, están muy molestos por el acuerdo de Diálogo Político y Cooperación suscrito el pasado lunes por las autoridades de la nación caribeña y de la Unión Europea (UE), el cual enterró definitivamente […]
Ahora resulta que los mismos de Miami y sus secuaces en otras capitales que apoyan el criminal bloqueo de Estados Unidos a Cuba, están muy molestos por el acuerdo de Diálogo Político y Cooperación suscrito el pasado lunes por las autoridades de la nación caribeña y de la Unión Europea (UE), el cual enterró definitivamente la injerencista denominada Posición Común.
Por supuesto que el nuevo pataleo de esos conocidos coléricos era de esperar tras la apertura de una nueva etapa en las relaciones entre la UE y Cuba, luego de 20 años de controversias y distanciamientos a causa de la «Posición Común» que adoptó en 1996 el bloque comunitario del Viejo Continente contra la mayor de la Antillas, por orden de Washington.
Un grupo minúsculo de esos autotitulados opositores o disidentes, que en realidad no son otra cosa que mercenarios o agentes al servicio de potencias extranjeras, enviaron una carta a la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, en la cual manifiestan su rechazo al pacto que rubricó en nombre del también llamado Grupo de los 28 con el Canciller cubano, Bruno Rodriguez, en Bruselas, este 12 de diciembre.
En la misiva, los referidos apátridas dicen, entre otras ya cansonas mentiras, que refutan el citado acuerdo por «no condicionarse al ejercicio de las individualidades y colectivas del pueblo» y «el cumplimiento de los derechos humanos» del país caribeño.
Sin embargo, en el texto del mensaje ofensivo a la Mogherini, y de facto a todos las naciones que integran la UE, los citados mercenarios obvian que su «lucha pacífica» ha sido y es financiada desde Estados Unidos, además de por fuerzas de derecha europeas, que los utilizan para subvertir el orden en el decano archipiélago antillano.
Los suscriptores de la carta, en su mayoría miamenses y residentes en Madrid, son los mismos que aplaudieron al expresidente derechista español José María Aznar, cuando hace dos décadas incitó al Grupo de los 28 a imponerle a Cuba la «Posición Común», cumpliendo instrucciones de su entonces amo y mandatario norteamericano George W. Bush.
A nadie debe extrañarle que el exjefe del gobierno español esté detrás de la irrespetuosa misiva a Mogherini porque la decisión independiente y soberana asumida por la UE esta semana es otro guantazo político al bautizado como «palanganero» de W. Bush por su afamada sumisión a Washington.
Recordemos que fue Aznar quien implicó a España en la sangrienta invasión de Estados Unidos a Iraq y en los centros de torturas secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el Viejo Continente, entre otras flagrantes violaciones de los derechos humanos.
De igual modo, los que firman el mensaje a la dignataria de la UE son los mismos que se oponen al levantamiento del bloqueo norteamericano a Cuba, y al proceso de normalización de las relaciones entre ambos países vecinos.
Evidente que esos mercenarios, herederos de sus ancestros anexionistas, quieren seguir viviendo a costa del sistemático acoso del que ha sido blanco la Revolución en la mayor de las Antillas desde hace más de 50 años, y ese capítulo está llegando a su fin, hecho que para ellos significará la ruina.
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