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La ignominia e impudicia de las críticas (secesionistas) a Joan Coscubiela

Fuentes: Rebelión

Con toda la indignación -y la templanza- de la que soy capaz, sin ocultar (de entrada) mi posición. Puede decirse así: en medio de tanta crispación, señalaba Jordi Évole el pasado domingo 10 de septiembre, «la Academia de Cine selecciona la película catalana ‘Estiu 1993’ [Verano 1993] para los Oscar. Y los Manel triunfan en […]

Con toda la indignación -y la templanza- de la que soy capaz, sin ocultar (de entrada) mi posición. Puede decirse así: en medio de tanta crispación, señalaba Jordi Évole el pasado domingo 10 de septiembre, «la Academia de Cine selecciona la película catalana ‘Estiu 1993’ [Verano 1993] para los Oscar. Y los Manel triunfan en un concierto multitudinario en Madrid con el público tarareando sus canciones en catalán» . Tengo tan pocas ganas de independizarme de esa España, proseguía Évole, como de independizarme de cierta Catalunya, y viceversa [1]. Lo mismo, exactamente lo mismo en mi caso.

A nuestro asunto.

He hablado con Joan Coscubiela dos veces en mi vida. En los dos casos, para criticar posiciones políticas defendidas por su grupo parlamentario. Una de ellas: el apoyo parcial de CSQES a la elección de Carme Forcadell como presidenta del Parlamento catalán. Fui, además, militante de CCOO -de la CONC para algunos- cuando él era secretario general. No nos relacionamos nunca. La moderación, por decirlo mal, del sindicato durante esos años me ponía de los nervios. Dejé la militancia. No exagero si afirmo que he estado muy pero que muy lejos de sus reflexiones y posiciones políticas en numerosas ocasiones. A veces, por supuesto, hemos coincidido.

Tampoco es la mía la posición que él mantiene -defiende un referéndum de autodeterminación limpio y en condiciones democráticas si no estoy equivocado- respecto al tema-monotema. Pero no es este, desde luego que no, el asunto de esta nota. Es este: criticar la ignominia, impudicia, intolerancia y descortesía de una parte muy sustantiva de los comentarios vertidos contra su intervención parlamentaria de la pasada semana en los ámbitos secesionistas de .Cat. No digo que sean todas; digo que son la inmensa mayoría. Descalificaciones e insultos. De todo tipo.

Empezaron el mismo día. Cuando fue aplaudido -yo también lo hubiera hecho- por representantes de la oposición y de algunos miembros de su grupo (no por Albano Dante y sus fieles que no tienen ningún problema en aplaudir los acuerdos secesionistas de un grupo tan revolucionario como Junts pel 3%), los diputados/as de la CUP, muchos de ellos jóvenes, sin que jamás hayan tenido ocasión de enfrentarse a un régimen fascista [2], cosa que sí que hizo el diputado agredido, con toda la bilis de la que fueron capaces (y es mucha), se rieron, sin ningún miramiento, señalándole a los diputados (que aplaudían) del PP, PSC o Ciudadanos. Mira quien te aplaude, le venían a decir, y te diré quien eres. Riéndose impúdicamente. Entre líneas: fachoso, impresentable, españolista de m.

En cambio, es otra vara con la que miden, que ellos sean aplaudidos, día sí, tarde también, por los diputados de PDCat, la antigua CDC, el partido responsable del mayor robo de la historia de Cataluña, centenares de veces, no les exige ninguna rectificación. Si los diputados del PSC (Ciudadanos o del PP) aplauden a Coscubiela es la caverna quien aplaude y tú [Coscubiela] eres un facha o medio facha; si a ellos y a ellas les aplauden los del 3%, los que han engañado y robado a este país durante más de 30 años, entonces es un grupo político «demócrata» y patriótico el que lo hace. La Patria, su Patria de privilegiados, lo justifica todo. Y ellos tan felices, tan cañeros, tan «radicales» y tan «revolucionarios» de boquilla.

Ese fue el inicio. Luego, los secesionistas de todo topo y condición han seguido, han ido tejiendo su negra tela de araña. Si miran por las redes, verán muchos comentarios. Fíjense en el tono y en las palabras usadas. Les retrata, a ellos y a parte de lo que defienden.

Pero lo más impúdico, hasta el momento, ha sido un artículo -«Carta del pare [padre]» [3] ha tenido el mal gusto de titularlo- de un ex diputado de la CUP en el que ha incluido una carta del padre [4] de un joven asesinado por la extrema derecha en 1993 cuyo contenido, por respeto (al padre), no puedo comentar con detalle. Un paso de la carta (yo mismo traduzco) dirigida a Joan Coscubiela :

Pero si realmente me escandalizó tu discurso fue cuando dijiste que no estabas dispuesto a que tu hijo Daniel viva en un país en el que la mayoría pueda tapar los derechos de quienes no piensan como ella. Quizás no te das cuenta que cuando dices esto, aunque las citaras, te has olvidado de las víctimas del estado que ahora defiendes, Estado heredero de los que fusilaron los compatriotas republicanos. De la vieja impunidad, vigente todavía.

Es evidente que Coscubiela no defiende ningún Estado represor y que consideró y considera el asesinato del joven Guillem Agulló i Salvador, un asesinato, un acto de barbarie que ninguna persona decente justifica ni puede justificar. Coscubiela no se ha olvidado de las víctimas, en este ca so , como les decía, una víctima de la extrema derecha fascista (existe, por lo demás, una declaración sobre ello de las Cortes Valencianas de 2016). .

El articulista y ex diputado finaliza su artículo con estas palabras:

Me pus e de pie, afirma, tras leer la carta, para aplaudir con los ojos enrojecidos. Aplaudía de agradecimiento que «sus otros hijos, los que tuvimos que renacer ese abril negro del 1993, les debemos: para hacernos crecer por dentro y hacernos conscientes por fuera». Guardará la carta, afirma, «en el bolsillo del pantalón de pana. Y este primero de octubre, en Barcelona, como el 9N, volveré a votar por él, por Guillem Agulló. El padre y el hijo. Y la familia entera Carme, Belén, Carmina». Y también, concluye el exdiputado, por los marginados «por cualquier discriminación, los olvidados de la historia y los perseguidos bajo cualquier poder liberticida». Cualquier poder empezando, supongo, quiero suponer, por el poder liberticida made in .Cat.

El ex diputado habla de ojos enrojecidos de agradecimiento. Debería hablar, en cambio, de oportunismo político, de indecencia y de falta de decoro. Y mirarse al ombligo, lo que nunca acostumbra ni acostumbran a hacer. ¿Dónde hemos llegado? ¿Qué es eso de usar la carta del padre de un hijo asesinado para defender una posición política?

El 9N votó y el 1-O votará, según dice el exdiputado, en el mismo sentido. Es decir, a favor de que se levante un muro que le separa a él y al mundo secesionista cupaire y pujolista de gente amiga del resto de España, inicialmente de ciudadanos del País Valencià como Guillem Agulló i Lázaro, el padre del joven asesinado. Ese es su programa revolucionario: levantar muros-estado de separación entre gente próxima. ¡Qué programa tan cañero ! [5]  

Notas

1) Un ejemplo de la Cataluña de la que a uno le gustaría independizarse: «Un exconseller d’ERC [Xavier Vendrell] adverteix al PSC que «aneu amb molt de compte» http://politica.e-noticies.cat/un-exconseller-derc-adverteix-al-psc-que-aneu-amb-molt-de-compte-112223.html#sectionComments

2) No se puede afirmar, de ninguna de las maneras, que los gritos y proclamas revolucionarias que suelen emitir estos jóvenes diputados de la CUP (dejo aparte el caso de Gabriela Serra) fueran así de contundentes en el caso de un régimen fascista real, no el que ellos y ellas tienen en su imaginación. De entrada, su internacionalismo es más que inconsistente. Uno de los actos más solidarios y emotivos que se celebran en Barcelona a lo largo del año tiene el 11S, Allende y la Unidad Popular como protagonistas. Su ausencia, cuanto menos este año, creo que también otros años, es clamorosa. Ni uno de ellos, salvo error en el cómputo, ha acudido a la plaza dedicada al Presidente chileno en Barcelona, en el Carmel.

3) https://directa.cat/carta-del-pare-0. Convendría, por lo demás, recordar la declaración de las Cortes Valencianas de 2016.

4) La carta completa del padre del joven asesinado (corren versiones castellanas por la red): «CARTA OBERTA A JOAN COSCUBIELA

El dia 7 de setembre, vaig veure amb molta atenció el teu parlament a les Corts Catalanes, escoltant amb perplexitat alguna de les coses que te vaig a referir a continuació. Primer vullguera que sapigueres que jo em sento un comunista convençut i que el dret a l’autodeterminació dels pobles és un dret fonamental que el comunisme sempre ha defensat.

Em vaig sorprendre i colpir tant amb les teues paraules com en veure com t’aplaudia la dreta i certa esquerra espanyolista representada en el Parlament Català, que no puc deixar d’escriure estes notes per recordar-te el que representa eixa esquerra i dreta espanyolista i com ens negaven les llibertats per les que lluitàvem nosaltres, els comunistes, moviment del que tu també vens. Com també saps, l’eurocomunisme parlava d’una Europa dels pobles que era la part més dinàmica de la democràcia, cosa que tu negues en el teu discurs. També que la lluita popular dels pobles sempre ha anat per davant de les lleis que han volgut fer claudicar als ciutadans. Per tant, no hi ha cap discussió que, en la pràctica diària de la lluita, està la solució.

Però si realment me va escandalitzar el teu discurs va ser quan digueres que no estaves disposat a què el teu fill Daniel visqui en un país en el que la majoria pugui tapar els drets dels qui no pensen com ella. Potser no te n’adones que quan dius açò, malgrat les citares, t’has oblidat de les víctimes de l’estat que ara defenses. Estat hereu dels que afusellaren els compatriotes republicans. De la vella impunitat, vigent encara.

I ací entre jo, quan me pregunte si el meu fill no tenia el mateix dret que el teu a defensar les seues idees. Dret que li varen negar segant-li la vida per ser independentista, antiracista i antifeixista. I són eixes majories les que ens han negat amb la mort, que pensarem lliurement, i eixa majoria independentista a la que tu te referixes serà la garantia i la primera defensora de què les minories puguen viure respectades democràticament. Mai voldrem per als altres el que nosaltres hem patit. Mai. Enlloc. Contra ningú.

I jo, personalment, eixiré en defensa de les minories sempre que hi haja una injustícia. T’ho ben prometo.

Guillem Agulló i Lázaro, pare de Guillem Agulló i Salvador, assassinat l’11 d’abril del 1993 a mans d’un grup feixista»

5) Sí, ya sé que los de la CUP están por los Países Catalanes pero, de entrada, su Cataluña separada rompe con el resto de territorios de eso que llaman Países Catalanes. Raimon, y muchos valencianos y no valencianos con él, ven en ese programa un desastre para la cultura catalana (escrita o dicha en catalán).

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