«Con aquella iniciativa de solidaridad con Iraq se trataba de trazar un vínculo de memoria y compromiso entre quienes vinieron a defender a la República española contra el fascismo y quienes viajaban a Iraq para -como las millones de personas que se movilizaron en todo el mundo- intentar impedir la agresión contra este país.» El […]
«Con aquella iniciativa de solidaridad con Iraq se trataba de trazar un vínculo de memoria y compromiso entre quienes vinieron a defender a la República española contra el fascismo y quienes viajaban a Iraq para -como las millones de personas que se movilizaron en todo el mundo- intentar impedir la agresión contra este país.»
El 16 de febrero de 2003 partía hacia Iraq el primero de los cinco grupos territoriales de brigadistas del Estado español, una iniciativa contra la inminente invasión de este país puesta en marcha por la Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq (CELSI), la plataforma de colectivos y organizaciones precursora de la actual Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI). Esta iniciativa permitió mantener una presencia continua en Iraq de más de 150 militantes y periodistas provenientes de Cataluña, Andalucía, Asturias, Madrid, Cantabria, Canarias y País Vasco. El inicio de la invasión impidió que nuevas brigadas de otros puntos del Estado español se desplazaran a Iraq, como estaba previsto.
Iniciada la guerra, nueve brigadistas permanecieron en Bagdad -el grupo internacional más numeroso presente en el país-, desde donde enviarían diariamente sus crónicas y donde elaborarían un informe sobre ataques a población civil, documentando hasta medio centenar de ataques contra barrios y pueblos del área metropolitana de la capital iraquí [1]. Este informe, el único elaborado durante las tres semanas que duró la invasión, ha sido aportado a la documentación de la demanda presentada ante por juristas europeos ante l Tribunal Penal Internacional contra el gobierno británico por Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad.
Resultado igualmente de aquella iniciativa fue la posterior elaboración de la película Bagdad Rap [2], dirigida por Arturo Cisneros y con guión de Santiago Alaba, ambos miembros del último grupo de brigadistas que llegó a Bagdad poco antes de que se iniciara la invasión, el del País Vasco.
Brigadistas árabes
La iniciativa «Brigadas a Iraq contra la Guerra» llevaba el nombre de Mohamad Belaidi, un mecánico árabe convertido en ametrallador que combatía en defensa de la República en la Escuadrilla Malraux, compuesta por uno de los primeros grupos de internacionalistas llegados a España. Belaidi resultaría muerto en un combate aéreo sobre la Sierra de Madrid, suceso narrado por el propio Malraux en su libro La Esperanza.
El recuerdo a Belaidi en aquella iniciativa de solidaridad con Iraq no fue arbitrario: se trataba con ello de trazar un vínculo de memoria y compromiso entre quienes vinieron a defender a la República española contra el fascismo y quienes viajaban a Iraq para -como las millones de personas que se movilizaron en todo el mundo- intentar impedir la agresión contra este país. Gracias a la tarea de Salvador Bofarull, funcionario jubilado de la UNESCO e investigador de los grupos nacionales minoritarios de las Brigadas Internacionales de la Guerra de España, podemos afirmar que los árabes constituyeron uno de los más numerosos contingentes de combatientes internacionalistas [3].
Gracias a su investigación de los archivos moscovitas del RGASPI (Archivo Gubernamental Ruso de Historia Política y Social, anteriormente, archivo de la Komintern), Bofarull -que participó el mismo en una de las brigadas a Iraq, permaneciendo en Bagdad una semana antes del inicio de la invasión- ha rescatado para la historia de la gesta de las Brigadas Internacionales a dos iraquíes que vieron a lugar a España junto a marroquíes, argelinos, egipcios, palestinos, sirios, libaneses e incluso saudíes. Estos brigadistas iraquíes fueron Nuri Anwar Rufail y Setti Abraham Horresh (en las fotos).
De ellos cuenta Bofarull:
«Se conservan los expedientes de dos voluntarios iraquíes: Nuri Anwar Rufail, de familia árabe, y Setti Abraham Horresh, de familia judía, este último procedente de Uruguay.
«Nuri Anwar Rufail, de nacionalidad iraquí, nació en Bagdad el 27 de marzo de 1905 y residió con su familia en su ciudad natal, en el número 313 de la calle Karrada Este. Cursó estudios de ingeniería en la Universidad Americana de Beirut, Líbano. También poseía el título de maestro, actividad que ejerció en 1930 y 1931 en Bagdad, dando clases de matemáticas en una escuela de secundaria. No tomó parte en actividades sindicales y en 1933 ingresó en el Partido Comunista de Siria, del que fue secretario general en 1934. Visitó varias veces Palestina y tomó parte en actividades en favor de su independencia. Visitó EEUU, donde cursó estudios de ingeniería durante dos años en el Massachussets Institute of Technology de Boston (Cambridge, Massachussets). Trabajó como ingeniero ayudante en topografía, en el Survey Department de Iraq en 1935, y nuevamente en 1937 en el Iraq Railways Survey del ferrocarril iraquí. Hablaba y escribía árabe, inglés y francés. Publicó artículos en el periódico iraquí Abali e hizo traducciones del inglés al árabe. El 29 de noviembre de 1936 fue detenido en Iraq por sus actividades políticas, siendo liberado el 15 de abril de 1937 en Bagdad, por falta de pruebas. El 20 de noviembre del mismo año huyó de su país, al enterarse de que la policía iba a detenerle.
«Se estableció entones en París donde permaneció hasta el 7 de febrero de 1938. Se incorporó a las Brigadas Internacionales, Lincoln Battalion, en Tarazona. Sirvió primeramente como soldado, siendo posteriormente ascendido a cabo y a sargento. Se afilió al PCE en noviembre de 1938. Luchó en la batalla del Ebro, en los sectores de Gandesa y Mora de Ebro. Para su repatriación pidió ir a EEUU. Como nota humorística, señalemos que en su hoja de servicio, del Comité Central del PCE, calle Balmes, 205, Barcelona, se le pidió su Christian name («Nombre cristiano»), lo que para un árabe musulmán parece un sarcasmo.
«Por su parte, Setti Abraham Horresh, nació en Bagdad el 15 de junio de 1905, de familia judía. Trabajó en la confección de sellos de goma, y como tipógrafo y linotipista. En 1929, emigró a Uruguay, donde se afilió al Partido Comunista. En diciembre de 1937, vino a España y se incorporó como soldado en la Segunda Compañía del 24 Batallón de la 15 Brigada Internacional, asignado al Parque Automovilista. En 1938 se afilió al PCE. En su hoja de servicio consta que habla y escribe árabe, español e inglés. Su expediente no contiene más datos, aparte de una foto de carné.»
Sobre la participación de brigadistas árabes en la Guerra Civil Española, Bofarull concluye:
«Mientras la participación de tropas coloniales o mercenarias integradas por marroquíes en la Guerra Civil junto a los sublevados es bien conocida, la participación de ciudadanos árabes a favor de la República es un hecho generalmente ignorado o del que sólo se tienen referencias muy imprecisas. En el Apéndice 8 de La Guerra de España y las Brigadas Internacionales, de Santiago Álvarez [4], se da la lista de los distintos países de donde vinieron voluntarios a luchar a España, mencionando argelinos y marroquíes; pero en esta lista no se menciona el número de voluntarios de cada nacionalidad. Entre los investigadores de las Brigadas Internacionales en nuestra Guerra Civil hay la impresión de que se trataba de un pequeño grupo cuyos integrantes eran difíciles de identificar. La realidad pudo ser muy distinta.»
Al cumplirse el tercer aniversario de la invasión de Iraq, cuando el esfuerzo resistente de su pueblo está logrando frenar la lógica militarista y agresiva de EEUU en todo el mundo, aportamos a la conmemoración del 75 Aniversario de la proclamación de República española el recuerdo de estos dos brigadistas iraquíes que acudieron en su defensa junto a centenares de árabes más, como el propio Mohamad Belaidi. Esta conmemoración se celebrará el próximo 14 de abril, la misma fecha en que llegaban sanos y salvos a Madrid los y las brigadistas que habían permanecido en Bagdad durante las tres semanas que duró el asalto británico y estadounidense contra Iraq.
Notas:
1. Evaluación de los ataques contra población civil de Bagdad llevados a cabo por los gobiernos de EEUU, Reino unido y países aliados entre los días 20 de marzo y 5 de abril de 2003 Mapa infográfico: Brigadas a Iraq contra la guerra: Ataques registrados contra zonas de población civil en Bagdad y alrededores entre el 20 de marzo y el 5 de abril de 2003
2. www.bagdadrap.com
3. Puede leerse un detallado trabajo sobre este hecho en Nación Árabe, núm 52 (pp.: 121-134): «Brigadistas árabes en España, 1936-39: Combatientes por la República»
4. Álvarez, S., Las Brigadas Internacionales, Ediciones del PCE, Madrid (sin fecha).