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La izquierda no aguanta más

Fuentes: Rebelión

«La necesidad pervierte los valores» he leído en un artículo de Rebelión. La explotación pervierte los valores, afirma en cambio una corriente de pensamiento y acción que algunas veces es llamada izquierda. El capitalismo pervierte los valores. Otros no lo creen  La historia de la literatura está llena de personajes que admiran a los explotadores […]

«La necesidad pervierte los valores» he leído en un artículo de Rebelión. La explotación pervierte los valores, afirma en cambio una corriente de pensamiento y acción que algunas veces es llamada izquierda. El capitalismo pervierte los valores. Otros no lo creen  La historia de la literatura está llena de personajes que admiran a los explotadores pues les parece que ellos, los explotadores, no necesitan someterse a los dictados de la necesidad. Si excluimos, claro, la necesidad de explotar a otros.

La Habana no aguanta más, dice ese artículo apelando a las dificultades económicas. ¿Entonces qué?, preguntamos. Porque si la Habana no aguanta más lo que viene a continuación, y eso nadie puede dejar de saberlo, es el capitalismo. Un régimen en donde los cubanos serían explotados. En donde unos cuantos cubanos sacarían partido de ello, y unos cuantos españoles, y unos cuantos franceses y holandeses y norteamericanos. ¿Se trata de eso? ¿Tanta retórica, tantos adjetivos, tantos «tiempos descreídos y cobardes» para llegar ahí, para decir que la única disyuntiva que existe es entre capitalismo y capitalismo? Por el momento los cubanos tienen dificultades y nadie se está beneficiando de ello, pero si muchos cubanos tuvieran dificultades y un porcentaje menor no las tuviera, entonces sería posible que algunos no-cubanos se beneficiaran. Al capitalismo ese artículo no le llama el «sálvese quien pueda». Y resulta extraño, porque si en Cuba se salvan todos, aunque modestamente, entonces no se salva quien pueda sino todos, pero no hay duda de que en Madrid como en Donosti, de momento, como en Paris o en Nueva York son unos pocos los que se salvan a costa de muchos que están en esas mismas ciudades y también fuera.

Se dice en ese artículo que Fidel pertenece para algunas generaciones al ámbito de la prehistoria, imagino que Chávez debe de pertenecer a un lugar aún más lejano. Por el contrario, muchos pensamos que si tiene sentido avanzar hacia algún sitio, si hay algo que nos espere distinto a la voracidad, la humillación y la tristeza, ese algo estará relacionado con la capacidad de los pueblos y de sus individuos para no aceptar ser explotados por otros, ser comprados por otros, ser dominados por otros. Muchos pensamos que lo que existe ahora en nuestros países, el abandono de los débiles, el despilfarro a costa de los débiles, la destrucción del futuro para satisfacer los caprichos de un porcentaje de la población, el consumismo que se lleva cualquier otro valor por delante, muchos pensamos que eso es lo que debería pertenecer al ámbito de la prehistoria.

Dice en fin el artículo que la Revolución se fue, como si la revolución tuviera otras piernas y otros brazos distintos a los de los cientos de miles de personas que la componen. Pero a mi modo de ver lo más desolador de ese artículo no es lo que dice, no son las medias verdades que siempre actúan como mentiras o el deseo de complacer a todos con frases del tipo: combatiente «contra un enemigo por lo demás nada metafórico». Lo más desolador es el lugar en donde se coloca para decir lo que dice. El lugar de quien siente nostalgia por la Revolución pero en realidad no la siente pues menosprecia todo aquello que la Revolución lucha por conseguir, el lugar de quien encubre la argumentación política con letras de canciones, olores, sentimientos, y no obstante está sin embargo argumentando, y su argumento es el mismo de quienes prometen: puesto que siendo libre y sufriendo los ataques de todos nosotros no has logrado alcanzar la prosperidad que yo disfruto, sé mi esclavo y te recompensaré, recompensaré a los diez o a los veinte o a los cien primeros que acepten ser esclavos así que date prisa. O capitalismo, o capitalismo.

Yo no sé si los cubanos están cansados de ser, además de muchas otras cosas la, como se dice en ese artículo, utopía del otro, eso tendrán que decirlo ellos. No obstante da la impresión de que quien está cansado es ese otro imaginario, ese otro que insinúa: ¿si a mí no me va tan mal, por qué voy a tener que seguir afirmando que la injusticia no es inevitable?. Pero ese otro no es el único. Hay más, hay un otro compuesto por todos los que hemos visto como los poderosos se permitían el lujo de jugar con nuestras vidas. Para ese otro Cuba no es una utopía sino el aliado más valioso. Ese otro está harto de oír cómo desde la derecha y con paternalismo se juega a decir a quien está siendo atacado: «ríndete, ya verás qué bien te va». Y no aguanta tener que oír lo mismo desde una supuesta izquierda nostálgica.


Noticia relacionada: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=18926