Asombrados se quedan numerosos visitantes cuando descubren que en Cuba sus habitantes expresan libremente sus opiniones, incluso hacen severas críticas, contrario a lo que desconocedores o mal intencionados vociferan, como parte de la campaña mediática a la que ha sido sometida la mayor de las Antillas desde el triunfo de su Revolución. Solo hay que […]
Asombrados se quedan numerosos visitantes cuando descubren que en Cuba sus habitantes expresan libremente sus opiniones, incluso hacen severas críticas, contrario a lo que desconocedores o mal intencionados vociferan, como parte de la campaña mediática a la que ha sido sometida la mayor de las Antillas desde el triunfo de su Revolución.
Solo hay que viajar en un autobús o en un taxi colectivo, pasear por el afamado y hermoso malecón habanero o participar en un encuentro familiar para comprobar rápidamente que los cubanos cuestionan todo lo que consideran mal hecho por sus propios compatriotas de a pie, funcionarios públicos y otras autoridades del país.
De las críticas no escapa nadie, ni ministros, ni dirigentes intermedios, cuando los ciudadanos son de la opinión que se están cometiendo errores en esta nación socialista, que ha luchado a capa y espada, y contra viento y marea, desde que alcanzó su verdadera independencia el 1 de enero de 1959.
Precisamente hace pocas semanas el Estado revolucionario que lidera hoy el presidente Raúl Castro decretó una rebaja a una larga lista de productos de primera necesidad para beneficiar a la población, fundamentalmente a los de menos ingresos, sin embargo los cubanos consideran que todavía es insuficiente, aunque reconocen los esfuerzos que realiza su gobierno, en medio de la actual y severa crisis internacional.
Diversos reportajes relacionados con ese tema y otros asuntos de interés de la población son publicados diariamente en los medios de difusión de la isla caribeña, además de en programas de debates televisivos, que incluyen fuertes cuestionamientos a negligencias, incompetencias y falta de gestión de directivos y colectivos de trabajadores de diferentes esferas.
Al mismo tiempo, en el decano archipiélago antillano acaba de iniciarse un profundo proceso al que se ha denominado Debate por el Futuro de Cuba, que será discutido, por los militantes del Partido Comunista (PCC), de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), así como por las diferentes organizaciones y amplios sectores de la sociedad.
En el citado proceso estarán en análisis dos documentos aprobados por el recién celebrado VII Congreso del PCC, referidos a la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.
Cuba apuesta firmemente por el perfeccionamiento de su economía en aras de mejorar las condiciones de vida de todos sus pobladores, pese a los escasos recursos de la Isla, y el injusto bloqueo que todavía le impone Estados Unidos, no obstante ambos países haber restablecido las relaciones diplomáticas tras casi medio siglo de ruptura de sus nexos, y una severa confrontación protagonizada por Washington.
Al decir de los cubanos, su prolongada batalla por lograr altos índices económicos, como los que tienen en las esferas de la educación, la cultura, la salud y las ciencias, entre otras, continuará con el bloqueo o sin el bloqueo de su poderoso vecino del norte, mientras aprecian que la visita del mandatario estadounidense, Barack Obama, a La Habana hace escasos meses sirvió de poco.
El pueblo de Cuba conoce muy bien el actuar de las administraciones de la Casa Blanca, sin que ello suponga rencor alguno por los ciudadanos y hombres y mujeres de negocios y de cultura de Estados Unidos, quienes cada vez más viajan a la mayor de las Antillas y se quedan perplejos ante la realidad y la hospitalidad de sus anfitriones, similar a otros tantos extranjeros de diferentes regiones.
Igual que en conceptos como el de los derechos humanos y democracia, los cuales han sido manipulados y utilizados para atacar a la Revolución cubana, la pequeña nación latinoamericana puede brindarles verdaderas lecciones de libertad de expresión a gobiernos que la niegan y la reprimen, incluso con el respaldo de leyes, en diversos países del mundo, donde son únicamente los poderosos los que imponen sus criterios.
Quienes quieran comprobar ese privilegio de Cuba lo pueden hacer con solo visitarla por unos pocos días y convivir con su solidario y aguerrido pueblo, que no esconde sus defectos porque le sobran las virtudes.
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