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La ministra de defensa y el rey

Fuentes: Rebelión

Las declaraciones de la ministra de defensa Margarita Robles en el programa La Sexta Noche, por esperadas, no dejan de resultar profundamente perturbadoras, proviniendo como provienen de una destacada socialista.

Su falta de coherencia y su indisimulado conservadurismo muestran a las claras que no representa a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas que, con sus votos, han hecho posible una mayoría de progreso en el Parlamento, posibilitando, por lo tanto, que forme parte de un Gobierno de coalición progresista.

Gobierno que tiene el respaldo de un sector mayoritario de la ciudadanía, pues ha despertado, en momentos especialmente adversos, enormes esperanzas de progreso en la clase trabajadora y, en general, entre amplias capas sociales de nuestros pueblos y naciones históricas.

Sin embargo, de caer estas esperanzas en saco roto, abrirían la puerta al fascismo. No es una opinión, sino un fenómeno inexorable corroborado trágicamente en la Europa de los años 30 del siglo pasado. En ese sentido, es inquietante que el partido ultramonárquico vox se esté organizando, con su indisimulado ardor guerrero, junto a sus homólogos europeos.

Por ello, estimamos erróneo e irresponsable el blanqueamiento sistemático de la monarquía española y de su ejército, mayoritariamente franquista, que la Sra. Ministra se empecina en reiterar de forma recurrente, siempre que tiene ocasión. Franquismo militar exaltado del que alardean una nutrida proporción de oficiales, generales y almirantes, al pasar a la reserva, sin el menor pudor.

Son los mismos que, desde los más altos puestos en la cadena de mando, encabezada por el rey Felipe VI, han sido y siguen siendo represores de cualquier atisbo de ideología democrática en el seno del ejército; siempre apoyados, claro está, por una justicia militar habitualmente servil con sus superiores e implacablemente injusta cuando actúa contra militares demócratas.

La lista de militares investigados o represaliados por su actitud democrática sería larga de enumerar. Sirvan como prueba los casos de algunos destacados compañeros y compañeras del movimiento democrático militar, firmantes del manifiesto antifranquista, oponiéndose al manifiesto ultraderechista firmado por más de mil oficiales:

En el Ejercito de Tierra:

Teniente D. Luis Gonzalo Segura, escritor, columnista y analista político en RT, autor de las novelas “Un paso al frente”, “Código Rojo”, y del imprescindible ensayo El libro negro del Ejército español, seguidos de los no menos imprescindibles ensayos: “En la guarida de la bestia”, sobre los abusos sexuales en el ejército; y, el más reciente, “El Ejército de VOX”.

Activista en redes sociales @luisgonzaloseg

Cabo D. Marco Antonio Santos Soto, destacado miembro del colectivo Anemoi. Durante los interrogatorios a los que fue sometido dijo: «Firmé, por supuesto que firmé. Firmé en nombre de los que tienen miedo, firmé en nombre de los que creemos que no se puede alabar a un genocida”.

Expulsado injustamente hace unos meses por su valerosa actitud democrática, con el beneplácito de la ministra de defensa.

Activista en redes sociales @lareirinha

Cabo D. Jenner López Escudero, autor de numerosos artículos en el diario Público: Jenner López Escudero, expulsado de las Fuerzas Armadas: «Ha sido por visibilizar las penurias dentro del Ejército»

Activista en redes sociales: @jennermostoles

En la Armada:

Cabo 1º de la Armada D. Josué de la Rosa Macias, miembro activo del colectivo Anemoi. Activista en redes sociales: @1galerna

Cabo 1º del Cuerpo de Infantería de Marina D. Carlos Vidal Ojea, autor de una esclarecedora carta abierta al general Chicharro: Carta abierta al ciudadano Chicharro. Activista en redes sociales: @carlosvidalojea

En el Ejercito del Aire:

Cabo Dña. María Teresa Franco Martínez, «Me llamo María Teresa Franco y no tengo miedo»: el interminable acoso a una militar que lucha precisamente contra el acoso Vocal de la Junta Directiva del Foro Milicia y Democracia (FMD). Activista en redes sociales: @Llampico

En la Guardia Civil:

Guardia Civil D. Maximino Bardio Martinez, Los militares estamos para servir al pueblo y su voluntad y respetar esa voluntad a través de los representantes elegidos democráticamente y no para ninguna otra cosa más. Actualización del manifiesto antifranquista.

Es motivo, por tanto, de seria preocupación, no solo para los ciudadanos y ciudadanas demócratas en general, sino también para los militares que -ya sea en activo, en la reserva o retirados- seguimos manteniendo indemne nuestro compromiso con el pueblo.

Por lo tanto, en nombre del colectivo de militares demócratas y republicanos Anemoi, expreso nuestro profundo malestar e indignación por las declaraciones que Dña. Margarita Robles, ministra de defensa, ha hecho en favor de la monarquía el sábado pasado en el programa “La Sexta Noche”.

Las desacertadas declaraciones de la ministra no representan los anhelos de cambio profundo que impulsan a las ciudadanas y ciudadanos que, con sus votos, sustentan al actual Gobierno, del que forma parte.

La Sra. Ministra de Defensa ha propuesto, entre otras cosas, que la monarquía no sea sometida a debate. ¿Está insinuando, quizás, que ese debate -que ya existe en la sociedad- ha de ser sofocado? ¿Quién y cómo ha de sofocarlo?

Por otro lado, sus argumentos en apoyo del rey Felipe VI no pueden ser más frívolos, pues vincula monarquía con estabilidad, cuando estamos constatando todo lo contrario.

Es evidente que los escándalos de la familia real no solo afectan a una parte de sus miembros, sino también al conjunto de la cadena dinástica, ya que esta, de tener alguna justificación -que no la tiene-, habría de escudarse en su pretendida ejemplaridad y no en una inexplicable inviolabilidad, que humilla nuestra dignidad de demócratas.

Sin embargo, el rey Juan Carlos, último jefe de la dictadura, fundador junto al general genocida Francisco Franco de una dinastía de nueva planta, entroncada jurídicamente con la dictadura, está arrastrando el buen nombre de nuestra patria por un lodazal de escándalos internacionales.

La presunción de inocencia es un derecho fundamental que implica que toda persona, contra la que sea dirigido un proceso, debe ser considerada como inocente hasta tanto no sea declarada su culpabilidad en sentencia judicial firme.

Por lo tanto ¿cómo puede seguir afirmándose que el Reino de España es un Estado de Derecho, si la Constitución Española de 1978, en su art. 56.3, establece que la persona del rey es inviolable y, consiguientemente, no puede ser investigado ni siquiera por el Parlamento, sede de la soberanía popular? Por otro lado, en su artículo 1.2, dice: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. ¿Entonces?

Aún retumba en nuestros oídos la famosa frase del rey: “La justicia es igual para todos”, que no por jocosa deja de ser dramática para muchas familias del pueblo trabajador.

La Familia Real española no merece seguir detentando los privilegios de los que ha venido abusando impunemente. Por ello, es más necesario que nunca que impulsemos entre todas y todos un debate republicano valeroso, que sea capaz de construir día a día la República magnífica y fraternal, de personas y pueblos libres, que necesitamos. Pues República y monarquía son dos formas antagónicas de entender la libertad y los derechos de las ciudadanas y ciudadanos ante la ley. Y es precisamente en situaciones de extrema gravedad y de crisis cuando más lacerantes e insoportables resultan las desigualdades e injusticias sociales.

Nosotros, militares republicanos del colectivo Anemoi, constatamos cómo hoy en día el sentimiento republicano, y los valores que este vehicula, se acrecientan con rapidez, no solo entre la población en general, sino también entre los militares más conscientes de nuestros ejércitos de Tierra, Mar y Aire.

Ánimo, pues.

Manuel Ruiz Robles, ex miembro de la disuelta Unión Militar Democrática (UMD), miembro fundador del colectivo de militares demócratas y republicanos Anemoi.