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Dos feministas pioneras: iraní, libanesa, universales

La obra de Mai Ghoussoub y Parvin Paidar representa un compromiso humano y vital con el mundo, un compromiso que es hoy más necesario que nunca

Fuentes: Open Democracy

Traducido del inglés para Rebelión por Atenea Acevedo

Las confusiones intelectuales, morales e históricas que marcan nuestra contemporaneidad (y a Oriente Medio tanto como a cualquier otra región) hacen que la pérdida de voces reflexivas y humanas deje un sabor sumamente amargo. Cuando esas voces han arrojado luz sobre los temas nodales de los derechos de las mujeres y el progreso del ser humano dejan un hueco imposible de llenar.

Tal es el caso de dos intelectuales públicas extraordinarias: la académica y activista iraní Parvin Paidar y la artista y editora libanesa Mai Ghoussoub. La orfandad en la que nos dejan sus muertes se profundiza cuando pensamos en lo mucho que todavía tenían para dar (Parvin falleció en octubre de 2005, a la edad de 56 años, Mai partió en febrero de 2007, a los 52). La conmemoración que merecen se debe a su obra y a lo que sus personas representaron, además de su muerte prematura, pues ahí radica su legado.

Lo más sorprendente de cada una de estas mujeres fue la firme claridad de su compromiso en torno a la cuestión posiblemente más crucial de nuestros tiempos: la emancipación total de las mujeres. A partir de las experiencias vividas en los distintos países en los que se formaron, resistieron la opresión internacional y nacional; se negaron a aceptar el silencio y la subyugación que se esperaban de ellas (que demandaban líderes nacionalistas y religiosos, pero también partidos autoritarios de izquierda), y participaron con confianza y entusiasmo en los debates mundiales en torno a la política y las cuestiones de género en las décadas de 1970 y 1980, años y debates en los que las mujeres de su generación se transformaron (y transformaron a los hombres). Fueron ejemplo de principios y compromiso dentro de aquella orgullosa tradición no anunciada, la del feminismo de Oriente Medio.

Para muchos de nosotros, ajenos en origen a Oriente Medio y, sin embargo, próximos a esta región debido a las exigencias de nuestro trabajo, los textos, las críticas y el ejemplo de Parvin Paidar y Mai Ghoussoub fueron una guía segura, tanto como vitales fueron su aliento y su sentido del humor. Ambas elevaron la generosidad a la categoría de obra de arte: Mai, que llegó a Londres en 1979 y (con André Gaspard) fundó Saqi, una casa editorial única, en 1983, y Parvin, que tras concluir sus estudios en Londres desarrolló una destacada carrera dentro de la Organización de las Naciones Unidas y promovió los derechos de las mujeres en Afganistán y Asia Central.

Corazón internacionalista Los textos de estas autoras dejan un legado complementario. Mai fusionó la literatura y el análisis político para diseccionar la mezcla de dogmatismo político, violencia y nacionalismo que desgarró su patria durante la guerra civil y desfiguró mucho de la izquierda árabe. Sus conmovedores relatos cortos, Leaving Beirut: Women and the Wars Within (Saqi, 1998; reimpreso en 2007) y sus reflexiones en torno al arte y la memoria (Selected Writings, Saqi, 2008) entretejen la vida doméstica y las fantasías de las libanesas con la agitación política que afectó a su país y las especulaciones sobre el lugar de las mujeres en el arte contemporáneo. En retrospectiva, sus primeras críticas a la violencia y el sexismo del nacionalismo árabe (publicadas tanto en New Left Review como en la publicación independiente Khamsin que ella coeditaba con camaradas de Palestina, Irán, Israel, Siria e Iraq) resultan penosamente proféticas y lacerantes de grupos «islamonacionalistas» como Hamas y Hezbolla.

La experiencia de Parvin nace de los debates y las luchas de la izquierda marxista independiente que surgió en Irán en los últimos años del régimen del Shah, y de las confrontaciones con el nuevo autoritarismo de la República Islámica que surgió de la revolución de 1979. Parvin y la corriente feminista iraní que contribuyó a desarrollar rápidamente tomaron la medida del entusiasta patriarcado del régimen del Ayatolá Khomeini, una vívida lección de que la igualdad de las mujeres y su libertad de no vestir ropas opresivas eran, como lo creía la izquierda ortodoxa, cuestiones primarias y no secundarias.

Parvin fue una de las editoras fundadoras de la publicación feminista persa Nimeh-ye Digar (La otra mitad). Su tesis de doctorado (de la que tuve el honor de ser uno de los sinodales) presentada en la Universidad de Birkbeck en Londres versa sobre la experiencia de las mujeres en el Irán de su época dentro de una amplia pincelada de historia política y social del Irán moderno, y fue publicada con el título Women and the Political Process in Twentieth-century Iran (Cambridge University Press, 1995). La obra fue merecidamente aclamada como uno de los mejores libros sobre el Irán moderno. En efecto, al desentrañar la trama del género y la política a lo largo de las tumultuosas décadas iraníes desde la revolución constitucional de 1906 hasta la revolución islámica, pasando por el monarquismo y el nacionalismo, constituye una obra extraordinaria en el ámbito académico dedicado al estudio de las mujeres y la vida pública.

Su experiencia personal y política hizo de estas mujeres dos verdaderas internacionalistas. El país de origen de cada una entrañaba diversos grupos religiosos y lingüísticos; ambas formaron parte, conscientemente, del movimiento internacional por los derechos de las mujeres que estalló en la década de 1970 (en Oriente Medio tanto como en Europa o Latinoamérica); cada una, en el exilio, buscó colaborar con feministas y socialistas independientes de otros países o grupos étnicos.

Mai, primero en Khamsin y después en Saqi, trabajó en diversas universidades de Israel, otros países árabes e Irán, además de colaborar con quienes tuvimos la fortuna de conocerla y trabajar con ella en Europa o en América. Parvin, tras terminar su doctorado, vivió en Uzbekistán y Afganistán, y trabajó con Save the Children y Unifem en la promoción de los derechos y la participación económica de las mujeres frente a grupos religiosos y tribales (y no rara vez violentos) que surgieron de los escombros del comunismo. Esta cualidad es hoy todavía más vital a la luz de las tendencias políticas, sociales e intelectuales en la región en años recientes: creciente marginalización y violencia contra las mujeres, y surgimiento de un discurso sinuoso que relativiza los derechos de las mujeres (en temas como la imposición del velo). La totalidad de la obra de Mai y Parvin contrasta con la grotesca y omnipresente remasculinización del espacio público que ha arrasado en Oriente Medio, simbolizada por clérigos barbados y desequilibrados; contrasta con creaciones como «el feminismo islámico», «la diferencia cultural», «la tradición», «el regreso al velo» y «las políticas de identidad». Frente a la misoginia y la mistificación, insistieron, sin concesiones a particularidades o sentimientos nacionalistas, en el derecho de las mujeres a hablar, vestirse, trabajar, organizarse y amar en libertad.

Huellas de una generación A pesar de toda clase de obstáculos, amenazas y expolios, muchas personas en Oriente Medio, mujeres y hombres, han permanecido fieles al compromiso igualitario, feminista y universalista que ejemplifican Mai Ghoussoub y Parvin Paidar. Sin embargo, no deja de llamar la atención que, al igual que en otras regiones del mundo, la mayor aportación para defender los derechos colectivos de, por ejemplo, las mujeres, los grupos de homosexuales y lesbianas, las minorías étnicas o los trabajadores, proviene de quienes siguen una orientación liberal (y no pocas veces «individualista») y no de grupos supuestamente mejor fundamentados en principios y con un espíritu más combativo, como la izquierda socialista y marxista.

En lo que respecta a las mujeres en Oriente Medio, las intelectuales árabes que han elaborado los Informes de Desarrollo Humano en el Mundo Árabe (documentos que hacen rendir cuentas a las sociedades de Oriente Medio en términos de indicadores de desempeño) son liberales vinculadas a la Organización de las Naciones Unidas. Ellas, al igual que abogadas como la heroica Shirin Ebadi y otras iraníes y mujeres del mundo árabe, llevan la antorcha del progreso con apoyo nulo de lo que queda de la izquierda política. La obra de esta nueva generación de feministas, independientemente de su identificación con el adjetivo, constituye también un testimonio de las huellas pioneras que dejaron Mai Ghoussoub y Parvin Paidar hace una generación.

Artículo publicado el 20 de abril de 2008 en Open Democracy.

Fuente:
http://www.opendemocracy.net/article/politics/middle_east_feminism_two_pioneers_remembered

Fred Halliday es un académico reconocido y especializado en asuntos de Oriente Medio, profesor de relaciones internacionales en la London School of Economics. Habla seis idiomas y es autor de numerosos libros, entre ellos The Middle East in International Relations: Power, Politics and Ideology (2005) y 100 Myths about the Middle East (2005). Nació en Dublín y creció en Dundalk. Obtuvo su licenciatura en Queen’s College, Oxford, y posteriormente obtuvo el grado de Maestría en Ciencias de la Facultad de Estudios Orientales y Africanos, Londres.