Campos preside una cooperativa textil trans y encabezará la boleta de Nuevo Encuentro para la Cámara alta mendocina. «Soy trans, pero antes una persona que quiere hacer política como cualquier otra», dice.
El Frente para la Victoria postuló a la primera candidata a senadora provincial trans. Cristina Campos, de 47 años, presidenta de una cooperativa textil trans, encabezará la boleta de Nuevo Encuentro para la Cámara alta en la provincia de Mendoza. La postulante milita desde los ’80 en la localidad de Guaymallén, donde crió dos hijos y armó una salida laboral que dio a sus compañeras una salida de la prostitución. Peronista de toda la vida, la mesa de Nuevo Encuentro se reúne en su casa.
Campos sacó su nuevo DNI con la Ley de Identidad de Género y en su localidad armó con el apoyo del Estado, que puso las máquinas, la cooperativa Vientos de Cambio, en la que hoy trabajan 16 chicas trans. «Mendoza es una provincia muy conservadora, llena de tabúes. Muchas compañeras se han tenido que ir porque no les daban un trabajo digno, o las metían presas sin que hubieran hecho nada. Por eso, armar la cooperativa fue una lucha.»
El taller funciona en el edificio de una escuela abandonada, que fue recuperado y convertido en el centro cultural Leonardo Favio. «Es un lugar para todo el barrio, ahí se dan clases de inglés y de computación, vienen los jóvenes, pero además es un espacio amplio y seguro, lo que es importante porque las chicas quieren sobrevivir a la situación de prostituirse, donde todo el tiempo se corre el riesgo de la violencia.»
«Empecé a militar en política, y sólo después por la diversidad y los derechos de género. La política me interesó desde siempre, por mi mamá, que era muy peronista. Las reuniones del barrio se hacían en su casa, y ahora en la mía se junta la mesa de Nuevo Encuentro de Guaymallén. Por eso, al Senado yo quiero llevar propuestas no sólo por la inclusión de las personas trans, sino por trabajo digno, buena atención en los hospitales, políticas de vivienda y en favor del cooperativismo. Porque soy trans, pero antes una persona que quiere hacer política como cualquier otra. Como candidata a senadora vengo a eso, a trabajar por una sociedad mejor.»
Campos pasó por Buenos Aires junto a Florencia Canali, candidata a diputada provincial por la misma lista. «Con Cristina estamos trabajando en el frente de género y diversidad, en ese aspecto nos parece fundamental que las compañeras trans, las compañeras mujeres y toda persona que esté en situación de vulnerabilidad milite. Pero no sólo tenemos que hablar de género y diversidad, temas en los que muchas veces quedamos encasilladas, sino que podemos tratar cualquier tema, y en eso es en lo que estamos trabajando. Por ejemplo, nos parece fundamental trabajar en el tema de la vivienda. En el Estado provincial se ha hecho, pero queda mucho por hacer.»
Campos es madre de dos jóvenes, Leonardo -de 25 años- y Flavia -de 20-. «Me hice cargo de ellos por una situación económica, y durante muchos años, para poder tenerlos conmigo, dejé de lado mi condición. No me podía vestir de mujer porque me llevaban presa», cuenta. «Luché mucho para lograr la tenencia de los chicos, y por una cuestión de responsabilidad dejé de lado mi elección; mientras ellos crecieron agaché la cabeza, me ponía la ropa que quería solamente cuando iba a bailar. El resto del tiempo me vestía de hombre; trabajaba en una fábrica de aceitunas donde sufrí mucho la discriminación, pero preferí esperar a que ellos fueran más grandes, hasta que salió la ley.»
«Hoy ya son independientes, tienen su secundario, su casa… yo no los crié esperando que ellos me ayudaran cuando fuera mayor, me hice cargo pensando en que un día iban a hacer su vida, bien hecha: hoy cada uno tiene su trabajo. Como en cualquier casa, vienen a comer conmigo, hablamos, me mandan mensajes… pero ya están formados. Y en ese sentido, soy una mujer hecha.»
La Ley de Identidad de Género, agrega, «Cambió mi militancia porque cambié como persona. Hoy estoy orgullosa de lo que soy. No sé si voy a ser senadora, pero lo que sé es que voy a seguir militando y teniendo como referencia a la presidenta Cristina Kirchner. Me siento orgullosa de lo que está pasando, porque creo que lo que pude hacer yo, lo puede hacer cualquier persona. Podemos hacer estoy y mucho más, para que haya más inclusión, para ser más visibles, para que todos vean que una chica trans puede hacer mucho más que estar parada en una esquina prostituyéndose».
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-269826-2015-04-06.html