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La reforma avanza

Fuentes: Progreso Semanal

La historia del vaso medio lleno o medio vacío, por dialéctico o polémico, permite considerar que si en Cuba el Producto Interno Bruto a precios constantes este año, es de 3.1 %, (aunque se previó fuera de 3,4%) será porque se ha trabajado mejor, en medio de lo muchísimo que falta por adelantar. Como siempre […]

La historia del vaso medio lleno o medio vacío, por dialéctico o polémico, permite considerar que si en Cuba el Producto Interno Bruto a precios constantes este año, es de 3.1 %, (aunque se previó fuera de 3,4%) será porque se ha trabajado mejor, en medio de lo muchísimo que falta por adelantar. Como siempre hay parámetros, usemos uno cercano. En el 2009, ese PIB fue de apenas 1.4 %. Luego hubo evolución de entonces para acá.

Sin comparar, que es fácil la pifia, (casi siempre se suele contrastar con los más industrializados), un país pequeño y en desarrollo que ha sufrido muy fuertes contingencias y se mantiene sometido a las emanadas de la crisis global, o al bloqueo y hasta debido a infortunios climáticos gravosos, la Isla (otra desventaja, esa insularidad) no está en condiciones aún de tirar fuegos de artificio, pero sigue con la nariz fuera del agua. Con seguridad plena, un poco más que eso.

Pero tampoco se puede ignorar la sucesión de cambios anunciados a lo largo del año, especialmente en el último cuatrimestre, que rompió la sensación de inercia que planeaba en la sociedad. Este período fue pródigo en anuncios relacionados con la reorganización del estado, o para mejor decir, en el inicio de la descentralización que será un proceso–, entre mucho que aumenta la capacidad de las regiones a la hora de decidir o tener presupuesto propio a partir de cuanto se genere en las actividades locales, posibilidades que deben potenciar el interés de los actores económicos oficiales o privados, para elevar la producción, cualquiera sea, su calidad y costos, lo mismo en lo agropecuario que en lo industrial o servicios.

[B]Otras novedades[/B]

La propuesta de darle paso a un mercado mayorista, es muy sugerente y apunta hacia horizontes, espacios y equilibrios urgentes. Tendrá fuerte impacto en el movimiento y en las relaciones comerciales, vaticinan algunos expertos consultados.

Si no entendí mal la seña del pitcher, se le abren posibilidades a la compra de insumos al sector particular, en diferentes escalas, para su uso directo o trasformado, que debe generar una gradualidad sensata en los precios y, de paso, anomalías como esa esfera informal a costa tanto del estado como de la sociedad necesitada. El anuncio conjuga con los recientes anuncios relativos a las cooperativas urbanas, comenzando por las gastronómicas y quizás concluyendo por, entre no-se-cuántas destinadas a convertirse en pymes, como denominan a la pequeñas o medianas empresas en varias latitudes.

Nada en economía es de ahora para luego. Menos cuando se están cambiando oxidadas estructuras, hábitos, pensamiento. Pero solo comenzar ya es alentador. Especialmente si se tiene en cuenta la segunda parte del asunto: según el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo Jorge, zar de las reformas, como lo califican por ahí, ese mercado mayorista permitirá garantizar superiores aseguramientos a los productores y al área de servicios.

Entre otras cuestiones, se prevé que la comercialización mayorista pueda realizarse por personas jurídicas y naturales. Luego el asunto no nace con demasiados límites. Pero «Además, los productores podrán vender a precios de oferta y demanda las producciones y servicios excedentes luego de cumplir los compromisos previstos dentro del Plan. También a las empresas importadoras seleccionadas se les asignará una capacidad financiera para respaldar en el mercado la presencia de productos ampliamente solicitados».

Pero Murillo no quedó ahí: anunció que las medidas «más complejas y de mayor impacto» de los cambios se producirán en los próximos dos años.

Así fue publicado en una versión publicada por el diario Granma, sobre lo tratado en el último Consejo de Ministros que valoró cómo y con qué resultados se desarrolla la implementación de la reforma.

Hace solo días un campesino dijo a una reportera de la televisión cubana, en referencia al malestar que provocan los precios de los alimentos: «Es que ahí andan muchas manos ¿comprende?». Recordé la mala fama de Acopio y el malestar evidente de agrónomos o productores por tanta concentración de potestades nada bien empleadas e ineficientes.

Consulté a varios de ellos lo expuesto en la síntesis del matutino oficial. Todos coincidieron en que ese mercado mayorista y los anexos que tiene o ya se aplican, como la venta directa del campesinado en el ámbito turístico, va a constituirse en un avance de alcances extraordinarios y no solo en la agricultura, donde -no se olvide- todo se viene modificando bastante aprisa, con leyes flexibles, aperturistas, de dinamismo muy esperado por los de adentro y posibilidades crecientes también para el área de inversiones extranjeras.

«Cuando se habla de productividad, eficiencia, crecimiento, encadenamientos productivos y la tipicidad de cada uno de ellos en el contexto cubano, se está haciendo referencia a un problema más cardinal: cómo potenciar un crecimiento económico que no redunde en la pérdida total o parcial del sistema social equitativo y solidario» estimó Edel José Fresneda Camacho, historiador y sociólogo, en artículo publicado en la Revista Temas, a mediados de este 2012 que ya se va como agua entre los dedos.

Yo no sé qué piense usted, pero me parece que también mantener esos principios, mientras se ensayan trasformaciones casi monumentales, en -¿ya lo dije?- una islita acosada, hacen la diferencia. En camino, ya les iremos contando, con semejante luz, vienen progresos. ¿Qué apenas se ha comenzado a mover lo que fue un aterrador panorama? ¡Caramba, si me dice otra cosa no se lo creo! El caso es que la Actualización o reforma, como ud prefiera, avanza.

Fuente: http://progreso-semanal.com/ini/index.php/cuba/6306-la-reforma-avanza