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La relación entre el Gobierno vasco e Israel: 40 años de entendimiento

Fuentes: El Salto

Si bien Iñigo Urkullu ha negado relaciones con el Gobierno de Israel, las instituciones públicas vascas han impulsado desde los años 80 relaciones comerciales con empresas israelís e incluso realizado distintos viajes al país para recibir asesoramiento en la lucha contra el terrorismo. Tanto la Ertzaintza como distintos departamentos del Gobierno Vasco han sido equipados o formados por fuerzas israelís, en ocasiones relacionadas con antiguos miembros del mossad.

Cuando Iñigo Urkullu era presidente del Euzkadi Buru Batzar, en 2012, recibió en la sede del partido, Sabin Etxea, al embajador de Israel en el Estado español, Alon Bar, para quien era “injusto y difícil aceptar la terminología de ‘colonos’ en Cisjordania” porque esa “también es la antigua tierra de Israel”. Seis años más tarde, ya como lehendakari, recibió en el Palacio de Ajuria Enea al embajador de Israel en el Estado español, Daniel Kutner, quien había enviado una carta a la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para hacerle llegar su malestar por recibir a la activista palestina de 17 años Ahed Tamimi en la Casa de la Villa, donde denunció que en las cárceles israelíes había más de 350 niños encarcelados.

En 2017, ante la solicitud de “información documentada” formulada por Elkarrekin Podemos, el lehendakari Urkullu afirmó que, según información “contrastada por la Secretaría General de Acción Exterior, por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras y por la Sociedad Pública SPRI”, el Gobierno Vasco no había mantenido relaciones con el Gobierno de Israel. También señaló, esta vez sobre las posibles relaciones comerciales, que no disponía “de datos concretos de empresas que materialicen operaciones”. 

Ello contrastaba con la documentación pública remitida por el propio Gobierno Vasco. Sin irse muy lejos, el informe sobre la “Estrategia de Internacionalización 2020” señalaba que “en Oriente Medio, Israel constituye un socio preferente del que aprender”. De manera más reciente, en enero de 2022, el consorcio formado por el grupo ferroviario vasco CAF y la constructora Shapir resultó ser adjudicatario del proyecto de la Purple Line del tren ligero de Tel Aviv. El grupo CAF ya había sido seleccionado en 2019 para colaborar en las obras de la segunda línea del tren ligero entre Jerusalén Oeste y los asentamientos israelíes de Cisjordania.

Al mismo tiempo, bastaba chequear el trabajo de las organizaciones sociales para comprobar que las declaraciones de Urkullu tenían lagunas. En el informe Comercializando injusticia: Las relaciones comerciales entre Israel y el País Vasco y Navarra en el sector agroalimentario, Mundubat ya mencionaba en 2015 que una de las grandes exportadoras vascas a Israel es Heredad Ugarte, representada por el arquitecto de Sabin Etxea, Koldo Ugarte, amén de ofrecer un importante listado de empresas de origen israelí con actividades en los asentamientos y directamente o indirectamente relacionadas con Hego Euskal Herria.

Relaciones industriales y agrícolas desde los 80

Pese a las palabras de Lehendakaritza, las relaciones comerciales entre Israel y Euskadi son notorias. De hecho, se remontan hasta la década de los años 80, cuando las cooperativas de transporte público israelí decidieron incorporar a un importante proveedor de carrocerías vasco, el Grupo Mondragon, que fraguó su relación mediante la empresa de autobuses que entonces pertenecía al grupo, Irizar, que en 2019 decidió aliarse con la startup israelí Mobileye. En 2001, estas relaciones dieron lugar a una alianza entre Fagor y la israelí Elco para adquirir el 10% de la empresa de electrodomésticos francesa Moulinex. Irizar, ya fuera del grupo Mondragon, ha continuado operando en Israel, como demuestra la adquisición de 40 unidades i6S Efficient por parte del mercado israelí el pasado mes de julio.

En la década posterior, la de los 90, las relaciones comerciales se siguieron estrechando. Una empresa vasca de ingeniería controlada por una familia de origen alemán, la fabricante de bienes de equipo Pasch –firma que en su momento participó en el desarrollo del submarino militar E-1 de Horacio Echevarrieta y en la actualidad centrada en el sector ferroviario– firmó un acuerdo con IDE Technologies, una compañía israelí de desalinización de agua, para la representación en el mercado español de sus equipos y servicios en materia de desalación de aguas.

Durante esta década, las relaciones comerciales caminaron hacia un diálogo todavía más cerano con las administraciones vascas. Una firma que distribuía tecnología israelí, Micro-Link, suministró entonces a la Consejería de Interior del Gobierno Vasco diversas cámaras de vigilancia. Asimismo, la Ertzaintza compró micrófonos del tamaño de un alfiler a firmas israelíes, entre ellas Micro-Link, que había desarrollado un sistema para detectar “pinchazos” en el teléfono móvil.

El desarrollo de estos contactos solo se hicieron públicos de manera amplia a finales de 1993, cuando se oficializaron las relaciones económicas y políticas a través de diversos actos diplomáticos. Debido a la buena marcha de las relaciones entre ambos, un grupo de 12 sociedades de Euskadi mostraron interés en establecer vínculos comerciales con Israel. También se solicitó a la Embajada española en Israel toda la información económica disponible sobre todas las empresas israelíes. En este marco, el Gobierno Vasco organizó una delegación para visitar Israel y estrechar los vínculos.

La delegación institucional la encabezó el consejero de Trabajo del Gobierno Vasco, Paulino Luesma, más tarde delegado del Gobierno español en Euskadi. Le acompañaron en el viaje un representante del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, Alfonso Gorroñogoitia, a su vez fundador del Grupo Mondragón, quien inició las relaciones. También participaron en el viaje Alfredo Montoya, presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias de Euskadi, Juan Luis Arrieta, secretario general del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, Javier Aguirre, presidente de Forjas de Elorrio, y Francisco Tejada, gerente de Creaciones Alfa.

Esta agenda tenía encuentros programados con el ministro israelí de Absorción, la ministra de Trabajo, el viceministro israelí de Agricultura y el presidente de la Federación de Industrias Kibutzianas de Israel, Mija Hertz. Además, se celebró un encuentro “no previsto en el programa” con el vicepresidente de la Unión Europea, el socialista Manuel Marín, junto al ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Simón Peres, a la salida de una reunión de trabajo sobre los acuerdos entre la Unión Europea e Israel con el trasfondo de los acuerdos de paz en Oriente Medio.

Debido a la exitosa colaboración y los buenos contactos realizados en los distintos foros internacionales, ese mismo año, en 1993, tuvieron lugar más viaje oficiales en otras áreas económicas, como los que tenían el objetivo de adquirir “conocimiento en materia de agricultura”. En esta ocasión estuvo encabezado por el director de Agricultura del Gobierno Vasco, José María Alonso Vallejo, y contó con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Desarrollo Rural de Euskadi.

Las visitas para cerrar relaciones agrícolas han seguido ocurriendo con diferente asiduidad. Hace cuatro años, por ejemplo, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi organizó un viaje para “profundizar en el conocimiento del Kibutz” y en el que participó el viceconsejero de Trabajo del Gobierno Vasco, Jon Akue. Este último viaje estaba promovido por la Asociación Cultural Euskadi-Israel, liderada por Laurence Franks, a su vez presidente del Fondo Nacional Judío, una de las principales herramientas de colonización sionista de Palestina.

Si seguimos la cronología de esta década y nos remontamos a un año mas tarde, 1994, podemos observar que una delegación del PNV encabezada por el entonces presidente del partido, Xabier Arzalluz, mantuvo una serie de reuniones con altos funcionarios del ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. Estas fueron interpretadas como “conversaciones exploratorias” que buscaban “un posible asesoramiento para solucionar el terrorismo de ETA”, según publicó el diario El País citando fuentes de la delegación.

En los siguientes años, el Departamento de Comercio del Gobierno Vasco llegó a financiar, con 129.686 euros, dos misiones de negocios a Israel en los años 1996 y 1997.

Hasta el momento, los únicos encontronazos entre ambos tuvieron lugar cuando el servicio de inteligencia israelí, Shin Bet, tuvo en su punto de mira las posibles ayudas que pudieran llegar del Gobierno Vasco a ONG que trabajan en Palestina.

Tecnología para el apartheid en Euskadi

Si bien la colaboración en materia económica ha sido estrecha entre el Gobierno Vasco e Israel, las relaciones en lo referido a defensa y la ciberseguridad –industrias que han convertido al país en una potencia militar contemporánea– han tenido siempre el peso principal. Meses antes de la visita a Israel de Arzalluz para recibir asesoramiento, la empresa israelí Tandu Technologies & Security Systems (que participa en el proyecto europeo ‘Picasso’ sobre seguridad del tráfico marítimo en los océanos) impartió cursos de formación a unidades especiales de la Ertzaintza y asesoró en la implementación de sistemas de seguridad, tal y como reconocía el Gobierno Vasco en una carta.

Como contratista del ministerio del Interior de Israel, esta empresa es proveedora de “servicios de seguridad y comunicaciones para los puestos de control a lo largo del Muro de Anexión”. Así lo indica el informe M’undo Amurallado: hacia el apartheid global‘, publicado por Centre Delàs d’Estudis per la Pau. 

De nuevo, las relaciones entre ambos en materia de control es extensa en el tiempo y abarca buena parte de la infraestructura tecnológica de los cuerpos de seguridad, desde las telecomunicaciones hasta la tecnologías de radio, espionaje e información.

A finales de la década de los años 90, la instalación de los radioenlaces de la Red de Comunicaciones de la Ertzaintza corrió a cargo de las compañías israelíes Ceragon Networks y ECI Telecom. En 1999, esta última había alcanzado un acuerdo con otra firma, Dominion, para proveer equipos a la Ertzaintza y otros cuerpos de seguridad.

Poco después, Telión, controlada por Dominion, se encargó del mantenimiento del Sistema de Monitorización Telefónica de la Ertzaintza, al menos hasta noviembre del 2003, fecha en la que la actualización del sistema fue encargada a la israelí Verint Systems. Para octubre de aquel año, esta firma ya tenía negociado que iba a comprar el negocio de “vigilancia gubernamental” de ECI Telecom. 

La relación entre las administraciones públicas vascas y la industria de la seguridad israelí se siguió consolidando con el tiempo. Especialmente en 2006, cuando representantes del Gobierno Vasco y las tres diputaciones, acompañados de un grupo de empresarios, visitaron Israel para interesarse por el Instituto Tecnológico TECHNION, Israel Asociation of Electronics & Software Industries (IAESI) y Israel Aircraft Industries (IAI), entre otras.

TECHNION cuenta entre sus mayores logros el desarrollo del Bulldozer D-9, una excavadora por control remoto con la que se destruyen hogares y campos de familias palestinas. Además, ha desarrollado parte de los sistemas de vigilancia del Muro de segregación en Palestina, así como construído tanques y aviones no tripulados utilizados en ataques contra palestinos. IAESI es contratista del ministerio de Defensa israelí e IAI trabajó con la firma armamentista vasca Sener en el programa europeo aeronáutico denominado Vulcan.

Pegasus y la Ertzaintza

Volviendo al actual sistema de intervención de las comunicaciones de la Ertzaintza, este es de fabricación israelí, Verint Systems, empresa que intentó comprar el gigante NSO Group. Asimismo, la tecnología que utiliza la policía vasca para la extracción de datos de los teléfonos móviles también ha sido fabricada por una firma de Israel (Cellebrite).

La española Excem, encargada del mantenimiento del sistema de intervención de las comunicaciones de la Ertzaintza y representante de la israelí Verint Systems, era a su vez distribuidora del spyware Pegasus de la firma NSO Group, creada por exalumnos de la “8200 Unit” de las Fuerzas de Defensa israelíes. 

Cabe mencionar que Dars Telecom y Bae Systems, ambas distribuidoras del spyware israelí Pegasus, habían sido invitadas a participar en la licitación por el Sistema de Intervención de las Comunicaciones utilizado por la Consejería de Seguridad del Gobierno vasco, un concurso clasificado como secreto.

Por otra parte, otras dos firmas relacionadas con la Ertzaintza, Cellebrite y Hacking Team, han sido mencionadas por la comisión del Parlamento Europeo en su informe para “investigar el uso de Pegasus y equivalentes software espía de vigilancia”.

El socio local de Hacking Team, la firma vasca Galea Electric, pertenece a una familia jelkide cuyo patriarca presidió la Junta Municipal del PNV en Getxo y se encargó de la construcción del Museo del Nacionalismo Vasco. En 2015, la firma vasca había presentado sus productos en el stand de la Ertzaintza de la Feria Milipol.

CTERA, creada por exalumnos de la “8200 Unit” de las Fuerzas de Defensa israelíes y especializada en el almacenamiento en la nube, es fabricante de un software instalado en los servicios informáticos y de comunicaciones del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Por otra parte, la Ertzaintza cuenta con “equipos de grabación de voz” de la firma Neptune Intelligence Computer Engineering (Nice), creada en 1986 por varios exmiembros del Ejército israelí.

En 2014, el diario Gara publicó que la policía vasca habría vuelto a recibir formación de Guardian Defense & Homeland Security, según publicitaba la propia empresa, formada por exaltos cargos del servicio de inteligencia de Israel. En 2021, el periodista Luis Miguel Barcenilla desveló que las instituciones vascas, entre ellas muchos municipios, han gastado más de un millón y medio de euros en contratar a Guardian Defense & Homeland Securities y a sus distribuidoras.

La empresa, a la que entre otras cosas se han comprado portagranadas, está dirigida por Ilan Arzoolan, exagente del Mossad, el Servicio de Inteligencia de Israel. Recientemente, también le ha suministrado chalecos antibalas. A lo que debemos añadir que otra marca israelí, Rabintex, está colocando sus chalecos antibalas en varias policías locales de Euskadi.

Existen muchos síntomas que muestran la confianza entre empresas en la órbita de la agencia de seguridad israelí y la Ertzaintza. Puede encontrarse uno notable en la firma encargada de la vigilancia de los supercuarteles ubicados en Erandio, Oiartzun y también de la Academia Vasca de Policía en Arakaute. Se trata de la israelí ICTS, en su momento asesorada por el exdiputado del PP Jorge Trias y mencionada en el informe Defensa, Seguridad y Ocupación como negocio: relaciones comerciales militares, armamentísticas y de seguridad entre España e Israel, publicado también con la colaboración del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, por “su sistema de seguridad utilizado en los aeropuertos de Israel, que cataloga y evalúa el grado de riesgo de cada pasajero en función de una serie de criterios como edad, nombre, origen o comportamiento durante el interrogatorio”. 

ICTS, especializada en el control de accesos en aeropuertos del Estado como el de Loiu, también fue contratada por el Gobierno Vasco para el servicio de seguridad y vigilancia de los puertos de Bermeo, Ondarroa, Lekeitio y Mundaka. A efectos de la seguridad ferroviaria, la Ertzaintza participa en el programa de seguridad europea Lets-Crowd junto a la empresa de seguridad israelí Railsec Ltd, a su vez asesora del Ministerio de Interior español en esta materia.

Por último cabe mencionar la relación de Gobierno Vasco con el complejo militar-industrial-académico israelí, pues su Departamento de Seguridad colabora con la Universidad de Tel Aviv en el proyecto europeo Engage para afrontar ataques terroristas y con la también israelí Universidad Bar Ilan en el programa Notiones contra ciberataques.

La nación emprendendora israelí llega a Euskadi

De acuerdo con las conclusiones de un artículo que analiza los discursos que enmarcan a Israel como una “Start-Up Nation”, el supuesto logro económico que ofrece este modelo empresarial de éxito para el mundo, que ha calado especialmente en Euskadi, se basa en la imposición de lo que se denomina “sionismo neoliberal”. Esto es, una lógica que produce “un ciudadano-sujeto israelí emprendedor cuyos atributos culturales únicos derivan del servicio militar obligatorio y de un pasado sionista desprovisto de conflictos con los palestinos”.

Además, como reza el estudio, los discursos que posicionan al sujeto sionista neoliberal “como económicamente superior a árabes y palestinos” da lugar a “un nacionalismo excluyente que acostumbra a movilizarse mutuamente y funcionar como modelos de ‘gestión’ para que otros Estados los adopten”.

Por eso, respecto a cómo esta ideología neoliberal sobre la start-up ha llegado al territorio vasco gracias a Israel, puede señalarse que la Diputación de Bizkaia suscribió en 2018 un convenio para acelerar las start ups locales con la empresa tecnológica israelí SOSA, firma que cuenta con una división comandada por un exagente de la agencia de seguridad Shin Bet y que trabaja para el ministerio de Defensa del país.

Mucho antes, en septiembre de 2011, una delegación de 15 empresas israelíes visitó Euskadi y se reunieron con el viceconsejero de Industria y Energía, Xabier Garmendia, para conocer la experiencia vasca en tecnologías limpias. En diciembre de ese mismo año, una delegación encabezada por Xabier Garmendia visitó de vuelta Israel para conocer su modelo de emprendimiento y de apoyo a start ups.

En diciembre de 2022, Cardumen Capital, una gestora de inversiones vasca cuya especificidad es que solo invierte en startups israelíes y que desde principios de 2023 cuenta con una inversión del Gobierno Vasco, firmó un acuerdo con el Basque Culinary Center para crear un nuevo fondo destinado a invertir en empresas de Euskadi vinculadas al sector desde la perspectiva tecnológica. Un mes antes, la cotizada israelí Mysize se hizo con la startup vasca Naizfit, especializada en medición de tallas para compra de moda online. Hace medio año, la Embajada de Israel en España premió a la startup vasca H2Site por su solución para el transporte de hidrógeno. Asimismo, la fundación vasca Tecnalia y un gigante eléctrico con sede en Bilbao, Iberdrola, participaron en el proyecto de seguridad Integ-Risk, vinculado al uso de la nanociencia para mejorar la gestión de los riesgos emergentes en la industria innovadora, junto a la israelí Ekon Modeling Software Systems LTD.

Pero si estas relaciones entre las nuevas empresas vascas y las israelís se han consolidado en los últimos años es gracias a proyectos tecnológicos financiados por la Unión Europea. Ikusi, una importante contratista de la Ertzaintza (que llegó a fichar como consejero a Ricardo Martí Fluxa, exsecretario de Estado de Seguridad) y S21sec, distribuidor de la israelí Voyager Labs, participaron en el proyecto europeo Carper, un programa para crear una plataforma que permitirá compartir datos contra el crimen organizado en el que también colaboraba el ministerio de Interior de Israel.

Pocos meses después de la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de Palestina en 2006 obtenida por Hamas, Iñigo Urkullu, en calidad de presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, viajó allí invitado por la citada formación política como miembro de una comitiva encabezada por la entonces presidenta del Parlamento Vasco y ahora europarlamentaria Izaskun Bilbao, natural de Bermeo, municipio gobernado en la actualidad por una alcalde de EH Bildu, Nadia Nemeh Shomaly, de origen palestino.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/israel/relacion-gobierno-vasco-israel-cuarenta-anos-entendimiento