La temporalidad en los contratos laborales multiplica por tres el riesgo de sufrir un accidente con baja médica en el puesto de trabajo, según la Sociedad Española de Epidemiología. El presidente de la Sociedad, Ildefonso Hernández, declaró que el estrés, la ansiedad y la inseguridad que provoca un contrato que se acaba hace que el […]
La temporalidad en los contratos laborales multiplica por tres el riesgo de sufrir un accidente con baja médica en el puesto de trabajo, según la Sociedad Española de Epidemiología. El presidente de la Sociedad, Ildefonso Hernández, declaró que el estrés, la ansiedad y la inseguridad que provoca un contrato que se acaba hace que el trabajador tenga más probabilidades de sufrir un accidente con baja y mortales.
España, según destacó, es uno de los países que mayores tasas de temporalidad laboral presenta, y advirtió de que esta situación puede conllevar consecuencias relevantes en materia de salud pública.
A este respecto, Hernández recordó el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que, con el título ‘Perspectivas de empleo’, recomienda a España reformar la legislación laboral para crear «más y mejores puestos de trabajo». Según explicó, los datos sobre la temporalidad y accidentalidad de que dispone la Sociedad Española de Epidemiología provienen de un estudio realizado por uno de los mayores expertos en este asunto, el epidemiólogo de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Fernando García Benavides.
Riesgo de morir
Hernández afirmó que las investigaciones en torno a este asunto ya han confirmado diversos riesgos para la salud de la temporalidad en el empleo, como son los accidentes y los efectos en salud mental.
Sin embargo, aún son «demasiado recientes» otros hallazgos, como por ejemplo al aumento de riesgo cardiovascular, y abogó por que se impulsen las líneas de trabajo en este sentido para apoyar las políticas dirigidas a conseguir un empleo de «más calidad». La temporalidad también suele estar asociada a un mayor riesgo de dolores de espalda y cabeza, así como a padecer hasta un 30% más de insatisfacción y cansancio.
En opinión del experto, esta variable lleva aparejada que el trabajador preste menos atención, desconozca en mayor medida los riesgos de la actividad que ejerce y tenga menos experiencia en las labores encomendadas, por lo cual se convierte en «más vulnerable» a la hora de sufrir un percance.
Diversos estudios apuntan que las personas cuyas contrataciones son más eventuales tienen propensión a sufrir más trastornos mentales (principalmente ansiedad, depresión y estrés) no sólo en comparación con los trabajadores fijos sino, incluso, mayor riesgo que los desempleados que buscan un puesto de trabajo.
La incidencia del tipo de contratación en la salud ha suscitado un creciente interés en la comunidad científica internacional ya que, incluso, actualmente se trata de comparar en otros países el riesgo de morir con el tipo de contrato.
Hernández destacó que el «capital humano» debe adquirir una mayor importancia para la administración y el ámbito empresarial, debido a que redunda directamente en la sostenibilidad y productividad de la propia empresa.
García Benavides considera que la ausencia de un contrato fijo causa una sensación de incomodidad en el trabajador que también desemboca en desmotivación y una menor actitud por aprender y mejorar la productividad de la empresa con respecto al fijo.
Nota: La Sociedad Española de Epidemiología alerta de que la precariedad también pone en peligro la salud mental y la cardiovascular