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Entrevista a Oscar Matute, portavoz de Alternatiba

«La única puerta que queda es la de la soberanía»

Fuentes: Berria

Traducido para Rebelión por Ramon Bofarull

Oscar Matute tiene claro el camino que hay que seguir. Visto lo sucedido con el Estatuto catalán y con la propuesta de un nuevo estatuto, Matute no tiene ninguna duda de que el camino es trabajar por el reconocimiento del derecho a decidir. Necesita poco tiempo para contestar a las preguntas, pero sabe que la formación de la izquierda vasca soberanista que reclama requerirá su tiempo. No obstante, en vista de la política derechista del PNV, PSE-EE y PP, ve la oportunidad de atraer a la sociedad, «una oportunidad que no debe dejarse pasar», en sus palabras.

¿En qué consiste Alternatiba?

Es una organización joven, que quiere dinamizar el debate en el seno de la izquierda vasca, para pasar de la atomización actual a un proceso de unificación. Es un proceso por niveles, que necesita tiempo. Queremos una izquierda soberanista para trabajar en diversos ámbitos, en la lucha feminista, en la defensa del medio ambiente, en la lucha por la soberanía y, en general, en la lucha social. Queremos crear un nuevo paradigma, dar una nueva imagen a la izquierda, con algunas características radicales, pero que sea atractiva para toda la sociedad. Siempre hemos dicho que hemos nacido para morir. Nuestra intención no es poner una sigla más en el mapa político vasco, sino contribuir con nuestra organización a recomponer una izquierda soberanista que sea plural y democrática.

¿Qué tipo de relaciones tenéis con Eusko Alkartasuna (EA), la izquierda abertzale y Aralar?

Buenas. Tenemos buenas relaciones y duraderas. Soy optimista, porque durante muchos años las siglas de izquierda han vivido de espaldas las unas hacia las otras. Vemos capacidad para crear un nuevo espacio de izquierda y poner en cuestión la hegemonía impuesta. Intentamos crear empatía y ponernos de acuerdo en algunos temas. Actualmente no es más que una idea, pero acaso pronto sea una realidad.

¿Lo ves posible para las próximas elecciones?

Hay dos niveles de dificultades. Por un lado, a causa de la Ley de partidos una de las opciones que debería entrar en ese espacio no tiene las mismas oportunidades que tenemos nosotros y, entre las fuerzas de izquierda, es la que tiene más apoyo en la sociedad. Y, por el otro, un proceso de confraternización y colaboración necesita su tiempo, sobre todo si se tiene en cuenta que durante los últimos 30 años nos hemos limitado cada uno a destacar las carencias del otro. Nos gustaría que se hiciera realidad lo antes posible, pero no se convertirá en nuestra obsesión.

¿Ves posible, por tanto, poner en cuestión el predominio del PNV, PSE-EE y PP?

Estamos ante una oportunidad, no sé si de oro, pero al menos existe la oportunidad de romper el falso bipartidismo que han impuesto el PNV y el PSE-PP. Parece que sólo puede influir el voto al PNV o al PSE-EE y al PP. Pero todos realizan la misma política. No cuestionan el sistema en nada. Carecen de capacidad para ofrecer alternativas al neoliberalismo y coinciden en la defensa de las infraestructuras que destrozan nuestro entorno natural. La visión que tienen de las condiciones de vida de los ciudadanos, de las mujeres o de los inmigrantes es la misma. Creemos que existe la oportunidad de construir una izquierda fuerte capaz de poner en cuestión la hegemonía establecida.

Si no se forma ese espacio de izquierda, ¿qué hará Alternatiba?

La decisión se tomará en la asamblea que realizaremos en el próximo mes de octubre. De momento ya hemos decidido que estaremos en las elecciones, pero cómo y con qué táctica lo decidirá la asamblea.

¿Son distintas las ideas que defendéis actualmente y las que habéis defendido dentro de IU-EB?

Por un lado, la mayor parte de Alternatiba no procede de IU-EB. Afortunadamente, son mayoría quienes no han tenido relación política directa con IU-EB. Tenemos algunas ideas comunes, pero, actualmente, tenemos la oportunidad de llevarlas a la práctica y ya no somos simples adornos. IU-EB ha adoptado un camino, y lo respeto, pero, por poner un ejemplo práctico, en el caso Udalbiltza, a pesar de que han solicitado la absolución, hicieron público que no participarían en la manifestación de Bilbao [manifestación convocada por la izquierda abertzale, Aralar, EA, Alternatiba y los sindicatos ELA y LAB el pasado 17 de julio para exigir el archivo del sumario contra los procesados en el juicio contra la Asamblea de Ayuntamientos Vascos constituida en 1999 en el marco del Acuerdo de Lizarra-Garazi(1)]. A mi juicio, existe una característica fundamental entre la gente de izquierda: la solidaridad. Por eso Alternatiba no entiende la decisión de IU-EB en este asunto. Nosotros no nos sentimos incómodos en el desarrollo del Acuerdo de Lizarra-Garazi, pero parece que actualmente quienes están al frente de IU-EB no estaban tan a gusto.

¿Puede entrar Alternatiba en el pacto entre EA y la izquierda abertzale?

El acuerdo entre EA y la izquierda abertzale es la consecuencia de una dinámica entre ellos. Es una base entre ellos. Lo valoramos positivamente y pensamos que es un buen camino para desarrollar posteriormente un espacio plural y democrático.

Pero ¿os podéis adherir?

Nosotros siempre hemos dicho que no tenemos ningún problema en realizar juntos algunos procesos de reflexión, y si eso nos lleva a que algún día saquemos un escrito juntos, ningún problema. De momento ya nos hemos unido para la manifestación Somos una nación. Autodeterminación y para la huelga general. Tampoco tendríamos ningún problema en unirnos después en cosas estratégicas si anteriormente hemos realizado ese proceso de reflexión. Ahora es demasiado pronto para hablar de eso.

Cada vez se da más importancia a la participación ciudadana. En tu opinión, ¿son capaces los ciudadanos vascos de tomar el liderazgo por encima de los partidos?

Debemos alejarnos del despotismo ilustrado. No puedes crear unas herramientas, ya sean políticas, sociales o del tipo que sean, para los ciudadanos sin tener en cuenta a los propios ciudadanos. La capacidad ciudadana es fundamental. Afortunadamente, en el País Vasco existe una gran masa social crítica. Un gran número de ciudadanos está dispuesto a trabajar y participar de modo eficaz en las iniciativas para resolver los problemas que tenemos. Eso es enriquecedor. El capital humano es básico para formar esa otra izquierda que queremos construir. En eso los partidos políticos tenemos mucho que aprender.

¿Qué hay que hacer para que sea reconocido el derecho a decidir?

La sentencia del Tribunal Constitucional español sobre el Estatuto catalán y la respuesta que anteriormente había dado el Gobierno de España al Plan Ibarretxe dan por acabado un modelo para avanzar hacia el derecho de autodeterminación. Hace algunos años se pensaba que reformando el estado era posible que todas las naciones, lenguas y culturas fueran reconocidas. Yo respeto esa idea, y en su momento le di crédito, pero el Tribunal Constitucional ha cerrado totalmente esa puerta. La única puerta que queda abierta ahora es la de la soberanía. Cuando nos reconozcan nuestro ser y nuestro derecho a decidir, cada ciudadano decidirá qué tipo de relación quiere con España. Ésta es una época interesante, porque en Cataluña ya se han puesto en eso y espero que también en el País Vasco se ponga en marcha pronto alguna iniciativa que lo posibilite. No tenemos por qué estar esperando a que el estado emprenda el camino del federalismo.

¿Significa eso que se necesitarían dos plataformas, una para defender las ideas de izquierda y la otra para defender la soberanía?

Nosotros no entendemos la construcción nacional si no es de consuno con la construcción social. Queremos construir el País Vasco, pero queremos construirlo con rasgos de izquierda. Nosotros siempre hemos dicho que ambas cosas van de consuno. Construimos un país para crear una sociedad especial, y queremos crear una sociedad especial para poder construir un país. No diferenciamos las dos dimensiones, y aun más importante es, en la actual situación de crisis económica, poner en cuestión el modelo económico, cuando se cometen atentados ecológicos y cuando se subvenciona a los bancos, que han creado esta crisis.

¿Qué opinión tienes del primer año de gobierno del partido socialista?

No puedo dar una opinión general, porque no he analizado todos los decretos, iniciativas y cambios de cargos. Mi opinión es la de un ciudadano corriente. Considerando los temas que más eco mediático han tenido, la opinión es negativa. El ambiente sigue crispado, el debate identitario no ha desaparecido. Actualmente ponen banderas españolas en cualquier sitio. En el ámbito económico no ha hecho nada. En educación y sanidad, a causa de la mala gestión, el conflicto es cada vez mayor. Aunque quisiéramos destacar lo que vemos bien, nos resultaría difícil. Por no mencionar lo del cambio de la txapela de los ertzaina por una visera porque pasaban calor. No se me ocurre ninguna otra cosa buena.

¿Qué te parece la posición que ha adoptado el PNV en el debate sobre la situación del Estado?

Creo que el PNV actúa según intereses de partido, y es legítimo. No sé qué sacará de ello, pero me parece que son cálculos a corto plazo, pues las elecciones están al caer. Y, en el otro lado, veo al partido socialista totalmente atemorizado con lo que dicen las encuestas.

¿Agotará la legislatura el Gobierno vasco?

Sí. Con el pacto con el PP se alimentan mutuamente. Al PP le da una capacidad de influir en este país que no tendría sin la Ley de partidos. El partido socialista, en cambio, se apoya en la derecha más recalcitrante de Europa y gracias a eso tiene el poder, saciando el deseo de mucha gente. Parece que eso no cambiará durante los próximos años. El PSE-EE quiere gobernar a cualquier precio y el PP se aprovecha de eso. No creo que esta pareja rompa.

A tu juicio, ¿qué está haciendo ETA?

No lo sé. Y no sé si hay quien lo sepa. Yo sé lo que le gustaría a una gran mayoría de la sociedad vasca y a la mayoría de gente de izquierda del País Vasco: que ETA hiciera un gesto firme y se adhiriera al proceso iniciado en Alsasua. Cuando digo que se adhiera digo que debe aceptar la apuesta realizada en Alsasua por la izquierda abertzale a favor de las vías políticas, pacíficas y democráticas, asumiendo los principios Mitchell. Debe empezar a andar el camino que le conduzca a la desaparición.

¿Crees que el caso Udalbiltza acabará como el caso Egunkaria?

En Alternatiba todos queremos eso. El desenlace de ese proceso político debe ser la absolución. Vistas las pruebas, no hay otra opción que la absolución, de eso no hay duda, y de consuno con la absolución, debería indemnizarse a los procesados, así como a la propia institución. Pero los tribunales españoles no son conocidos por su rigor, sino por la tendencia a amoldar las sentencias a la situación política.

Nota:

(1): Acuerdo suscrito en Estella (Navarra) el 12 de septiembre de 1998 por las organizaciones políticas PNV, HB, EA, IU-EB, Zutik, Batzarre, así como por la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru), que constataba la existencia de un «conflicto histórico de origen y naturaleza políticos» en el País Vasco y proponía «un proceso de diálogo y negociación abierto, sin exclusiones» que posibilitara la consecución de «marcos abiertos donde puedan tener cabida las aspiraciones de soberanía de las ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria». Tres días después de la firma del acuerdo ETA declaró una tregua indefinida y se abrió un proceso de colaboración entre los partidos firmantes del acuerdo, frustrado por la actitud saboteadora del Ministerio del Interior español, a la sazón en manos del PP, y por la materialización del anuncio de la ruptura de la tregua por parte de ETA en enero de 2000. (N. del t.)

Berria, 25 de julio de 2010

http://paperekoa.berria.info/euskalherria/2010-07-25/008/004/geratzen_den_ate_bakarra_subiranotasunarena_da.htm