Cuando en el acto por el 1ro. de mayo de 2003 el ensayista Pablo González Casanova leyó en la Plaza de la Revolución el «Llamamiento a la Conciencia del Mundo», lanzó la convocatoria al I Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad que realizaron, en octubre de 2003, un grupo de intelectuales […]
Cuando en el acto por el 1ro. de mayo de 2003 el ensayista Pablo González Casanova leyó en la Plaza de la Revolución el «Llamamiento a la Conciencia del Mundo», lanzó la convocatoria al I Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad que realizaron, en octubre de 2003, un grupo de intelectuales mexicanos. Con la lectura de aquel manifiesto y la celebración del Encuentro, la historia estaba asistiendo al nacimiento de una Red integrada por algunos de los más prestigiosos intelectuales del planeta que, de esta manera, estaban brindando su apoyo a las luchas por las causas más justas del mundo.
Era entonces el momento del inicio de la agresión a Irak, como poco antes lo había sido la invasión a Afganistán y respaldados por una «lista de estados patrocinadores del terrorismo» los heraldos negros de la guerra coreaban «Irak hoy, Cuba mañana».
Tres meses después, escritores venezolanos y cubanos se reunían en Caracas y como conclusión del encuentro afirmaron que ante la creciente expansión imperial y la multiplicación de las guerras «preventivas», era necesaria una movilización resuelta de los intelectuales latinoamericanos y de todos los sectores dispuestos a extender las fronteras de la solidaridad, por lo que acordaron celebrar un encuentro continental que se erigiera en una tribuna permanente donde pudieran escucharse las voces más lúcidas de la intelectualidad mundial.
Fue así que del 26 al 30 de abril de 2004, hombres y mujeres comprometidos con la defensa de los derechos humanos y de la justicia social, vinculados a diferentes movimientos sociales, academias, instituciones culturales y medios de comunicación, procedentes de América Latina, Europa y Oriente Medio, se reunieron en las ciudades de Oviedo, Gijón y Avilés en el Primer Seminario Internacional por el progreso del mundo «La Humanidad Frente al Imperialismo» y ratificaron el llamamiento del Encuentro Internacional en Defensa de la Humanidad, celebrado en la ciudad de México. En diciembre de ese mismo año, se fundó oficialmente en Caracas la Red En Defensa de la Humanidad, con la participación de intelectuales y artistas de 52 países.
La Red de redes En Defensa de la Humanidad se ha estructurado en capítulos que funcionan en México, Cuba, Venezuela, Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, Brasil, Canadá, EE.UU., España, Bélgica, Francia, Alemania, Portugal, Italia, Paraguay, El Salvador, Haití y Honduras. A partir del encuentro de Caracas, la Red trabaja en diez ejes temáticos: «En defensa de nuestro planeta para todos», «En defensa del conocimiento para todos», «En defensa de la participación popular», «En defensa de una economía emancipadora y solidaria», «En defensa de la veracidad y la pluralidad informativa», «En defensa de la integración de los pueblos», «En defensa de la soberanía y la legalidad internacional», «En defensa de la memoria», «En defensa de la unidad en la diversidad y la cultura para todos» y «En defensa de la paz».
Desde sus inicios la Red EDH contó con el apoyo activo de los Premios Nobel Gabriel García Márquez, Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú, Nadine Gordimer, y José Saramago, así como de intelectuales y artistas de la talla de Oscar Niemeyer, Noam Chomsky, Ernesto Cardenal, Eduardo Galeano, Theotonio Dos Santos, Harry Belafonte, Danny Glover, Ahmed ben Bella, Ignacio Ramonet, Richard Gott, Ramsey Clark, Samir Amin, Tarik Ali, Amina Baraka, Atilio Borón, Luis Britto García, Gustavo Pereira, entre muchos otros.
Casi una década después de su surgimiento, y ante la profundidad de las crisis en todos los órdenes que vive el planeta hoy se vuelve cada vez más necesaria esta iniciativa que pretendía «crear una red de redes de información, acción artística cultural, coordinación y movilización que vincule a intelectuales y artistas con los Foros Sociales y las luchas populares». A diez años de su fundación la defensa de la Humanidad, es un reclamo cada vez más urgente.