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La verdad sobre Internet y los «disidentes» cubanos

Fuentes: www.amigosdecuba.com.ar

Informaciones de ONU y del propio gobierno de La Habana demuestran que Estados Unidos es el responsable de las limitaciones Internet. La verdad sobre los «periodistas» presos. Mucho es lo que se comenta o sale a la luz sobre el acceso a Internet en Cuba y la supuesta restricción que los caribeños cibernautas tienen por […]

Informaciones de ONU y del propio gobierno de La Habana demuestran que Estados Unidos es el responsable de las limitaciones Internet. La verdad sobre los «periodistas» presos.

Mucho es lo que se comenta o sale a la luz sobre el acceso a Internet en Cuba y la supuesta restricción que los caribeños cibernautas tienen por parte del gobierno de la isla. También, se ha hablado mucho sobre los supuestos 37 «periodistas independientes» encarcelados el año pasado.

El uso de las tecnologías de la información en el desarrollo socio-cultural en Cuba cuenta con un proyecto de desarrollo que tiene como bandera la participación popular y la equidad. Se mira la aplicación de estrategias que permiten convertir las tecnologías de la información y las comunicaciones en una herramienta a disposición de las transformaciones socio culturales. Eso dicen las autoridades gubernamentales en uno de sus últimos informes a la prensa difundidos en La Habana.>p>Datos que vienen a ser ratificados en cifras recogidas por la UNESCO, programa de Naciones Unidas (ONU) para la educación y la cultura: «En todas las escuelas de la isla se utilizan los medios audiovisuales e informáticos en un proceso docente-educativo. 30 mil estudiantes cursan estudios como programadores informáticas de nivel medio.

El uso de Internet y de cualquier nueva tecnología se usa creativamente y para el mayor beneficio social. Internet llegó a Cuba en mayo de 1994 y no por falta de computadoras o por errores en la red, sino porque hasta ese entonces permaneció bloqueado por Estados Unidos. En 1992, la ley Torricelli (que acentuaba el bloque dispuesto por Washington hace más de 40 año) identificó las comunicaciones con Cuba como una manera de debilitar a la revolución cubana. A través de centros sociales, educativos, culturales, académicos, artísticos y de otra índole, en los ámbitos especializados o comunitarios, se brinda el acceso a Internet a los artistas, escritores, intelectuales y otros.

Un dato para tener en cuenta es que el 60 por ciento de las más de 43 millones de computadoras en el mundo conectadas al «ciberespacio» tienen dominio en la administración por parte de Estados Unidos, según se desprende de in formes elaborados por la ONU.

El bloqueo que mantiene Estados Unidos sobre Cuba hace que la isla tenga que utilizar un ancho de banda y una conexión de satélite de altos costos y muy lentos. Pero la solución esta a solo kilómetros si se conectara un simple cable de fibra óptica entre Cuba y la Florida.

El que deja sin Internet a los cubanos no es el gobierno de Fidel Castro sino las autoridades estadounidenses, a través del bloqueo.

De Cuba no depende conectarse a Internet a la velocidad que quiera hacerlo o con una variedad de canales y proveedores independientes que elija. Todas las intenciones que tiene Cuba para dinamizar Internet se encuentran con que la contraparte estadounidense tiene que conseguir una licencia del departamento del Tesoro de Estados Unidos. Lo mismo sucede si una compañía norteamericana decide abrir un nuevo canal a Cuba o decide aumentar la velocidad de la conexión.

Respecto de los 37 periodistas encarcelados en Cuba es necesario tener algunos datos en cuenta como para poder hacer un análisis serio de la situación. Según datos difundidos por el gobierno de La Habana y nunca desmentidos por lo interesados, de los 37 acusados solamente cuatro estudiaron periodismo y ejercieron alguna vez la profesión.

Ninguno de ellos fue dirigente sindical; y tampoco podían serlo, ya que ninguno se encontraban trabajando. Eso si, vivían del dinero que les entregaban agentes norteamericanos por participar en las actividades antigubernamentales auspiciadas por la Casa Blanca y sus agencias de inteligencia. La propia administración de George Bush reconoció el carácter rentado de los denominados disidentes cubanos, cuando hace 10 días envío al Congreso un aumento en los fondos del Comité para acciones en Cuba, recientemente creado en el ámbito del departamento de Estado. Bush solicitó más de 80 millones de dólares, para ser destinados al mantenimiento de las actividades tendientes a «acelerar» la caída de Fidel Castro.

Otra de las acusaciones contra el gobierno de Cuba se vincula a una campaña sobre la supuesta existencia de «bibliotecarios independientes». Según datos oficiales, Cuba tiene 400 bibliotecas públicas. En el 2003 se publicaron más de 2000 títulos y casi 30 millones de ejemplares. En la feria internacional del libro del 2004 se vendieron 5 millones de ejemplares en 34 ciudades del país, a precios populares y con más de mil títulos de la mejor literatura del planeta. En el año 2001 se llevo acabo en Boston, Estados Unidos, la asamblea general de asociaciones bibliotecarias, en donde una muy importante resolución se aprobó con el 86 por ciento de los votos: a propuesta de los bibliotecarios de Estados Unidos y Cuba se resolvió «exhortar al gobierno norteamericano a compartir ampliamente los materiales de información con Cuba, en especial con las bibliotecas cubanas y no solo con «individuos y organizaciones no gubernamentales independientes» que representen los intereses políticos de los Estados Unidos».En ningún momento se hizo mención alguna al supuesto movimiento de bibliotecarios independientes sino a organizaciones al servicio de Estados Unidos, una potencia extranjera que según la legislación internacional -la ONU ha sancionada varias veces al bloqueo- comete actos de agresión contra un país soberano, sin causas que lo justifiquen.

La Plata, Argentina