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La vía de la simplicidad en arquitectura

Fuentes: Rebelión

El pasado 28 de noviembre de 2019 el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España celebró la entrega de sus premios y distinciones. El premio de arquitectura Española fue concedido ex aequo a Life Reusing Posidonia, 14 VPO, Sant Ferran, Formentera. Autores: Carlos, Oliver, Antonio Martín, Joaquin Moya, Alfonso Reina y María Antonia […]

El pasado 28 de noviembre de 2019 el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España celebró la entrega de sus premios y distinciones. El premio de arquitectura Española fue concedido ex aequo a Life Reusing Posidonia, 14 VPO, Sant Ferran, Formentera. Autores: Carlos, Oliver, Antonio Martín, Joaquin Moya, Alfonso Reina y María Antonia Garcias del Institut Balear de la Vivenda. Se adjunta el relato de presentación de valores de la obra.

Hay que destacar al menos tres valores básicos desde la perspectiva de la obra y de sus consecuencias en los nuevos proyectos y formas de proyectar

Sobre el planteamiento ético y la traducción estética en el proyecto.

Sobre como la obra hace evolucionar un paisaje, en lugar de crearlo.

Sobre la ausencia de ornamento, o la vía de la simplicidad para alcanzar la dignidad.

Planteamiento ético y respuesta estética.

Existe en la obra que relatamos una expresión estética de unas formas de pensar nada nuevas y sin embargo olvidadas. Los epicúreos sostienen que el objetivo de la vida es el placer y los mejores y verdaderos placeres son tranquilos, sencillos, naturales y baratos (son las Riquezas Verdaderas de Jean Giono, Las Pequeñas Alegrías de Marc Augé, o el ensayo de Lo Pequeño es Hermoso. Economía Como si la Gente Importara de Ernst Friedrich Shumasher, entre otras muchas).

El cambio global, y en particular la disrupción climática nos obligan a incorporar nuevas formas de proyectar y diseñar bajo una ética ambiental que minimice la utilización de recursos y evite al máximo la entropía en el proceso de fabricación / construcción / gestión / mantenimiento /reciclaje.

Siguiendo el modelo de sostenibilidad de la biosfera las sociedades actuales podemos proyectar partiendo del uso de energías alternativas («renovables»), siguiendo la pauta propia de la economía circular (cerrar los ciclos biogeoquímicos y minimizar el transporte horizontal) y seleccionando los diseños / proyectos de máxima eficiencia.

El trabajo del equipo Posidonia asume estos condicionantes éticos ambientales y los traduce en una propuesta estética; los hace visibles y bellos.

En simpatía con el entorno

Josep Quetglas detalla que Le Corbusier, refiriéndose a la arquitectura dice: «debe dar la medida de un orden que sentimos en concordancia con el orden del mundo» y que «la emoción se produce cuando la obra resuena en nosotros en simpatía con las leyes del universo». Richard Buckminster Fuller comentaba que cuando hacía una obra la calculaba y, si finalmente la obra era hermosa, en el sentido de la proporción, sabía que los cálculos eran correctos. Darwin explicó, entre otras cosas, que las especies con mayor aptitud o adaptación al medio serían las que dejarían una mayor descendencia, o sea, las que están perfectamente proporcionadas para su función dentro del medio donde sobreviven (cuando Darwin habla de estas proporciones no solo se refiere a las formales y estructurales, también a las fisiológicas y a las de la población con su medio o ecosistema) por tanto en la naturaleza hay proporciones, y de la naturaleza viene el sentido de la proporción, si no, no funciona. Sir Walter Armstrong explicaba la belleza como una expresión de la aptitud de los objetos para cumplir su función; estaba contando lo mismo que Darwin (aunque la selección adaptativa también proporciona especies de belleza más que discutible). En las reflexiones citadas, y en muchas otras, podríamos encontrar la idea de alometría global plástica (estado armónico) y de la emoción implícita en este estado que también podemos llamar belleza, siguiendo a Armstrong.

La simpatía de la que habla Le Corbusier es formal, la de Darwin también es exterior, o del medio (su tamaño, sus nutrientes, el agua, la luz, etc.) con la producción primaria y ésta con los herbívoros y estos con los carnívoros y estos con los descomponedores, etc. es la proporción con el entorno, la armonía con el territorio y su belleza emergente, la emoción de este territorio, sería el paisaje.

¿Que es el paisaje? No lo vamos a resolver, no es una ecuación ni debe serlo, pero muchas pequeñas intervenciones, normalmente anónimas, y coherentes entre ellas y con el medio producen la emoción del paisaje o simpatía con las leyes del Universo, como decía Le Corbusier. Para la ciencia una compensación de dopamina.

Siguiendo el Tao, el Cosmos es un conjunto de proporciones en armonía, que traducido a lenguaje de la Teoría General de Sistemas quiere decir que la totalidad de los acontecimientos observables exhiben uniformidades estructurales y funcionales en los diferentes niveles de organización y que son o podrían ser expresables con funciones matemáticas.

La obra del equipo Posidonia no hace un nuevo paisaje, con sus nuevas proporciones sino que induce la evolución del paisaje preexistente, con sutileza plástica y en simpatía. Creo que estarían de acuerdo Lao-Tse, Le Corbusier, Ludwig von Bertalanffy, entre otros.

Sin ornamento no hay delito

Adolf Loos (1870-1933) tenía 12 años cuando Charles R. Darwin (1809-1882) murió. Quizá leyó El Origen de las especies mediante selección natural y El origen del hombre, y la selección en relación al sexo, publicado en 1871, en donde exponía entre otras cosas la teoría de la selección sexual para comprender determinadas características no adaptativas, como el plumaje de la cola del pavo real u otros ornamentos que según decía le revolvían el estómago. Darwin no era demasiado darwinista.

Recientemente Richard O. Prum ha recuperado la idea y con un muy significativo estudio de casos actualiza la visión darwiniana en su libro La Evolución de la Belleza, (2017) que quizá debería titularse la evolución del ornamento en animales. En resumen, en animales sujetos a evolución sexual, cuando son las hembras las que seleccionan la cópula tienden a elegir machos ornamentados con colores, plumas largas, colas, cantos espectaculares, incluso arquitecturas inútiles para un pájaro como pérgolas en el suelo o espacios de land art con chapas, capuchas de bolígrafos, etc. Cuando eligen las hembras la evolución va en el sentido de ornamentos de belleza, cuando son los machos los que eligen por copulación forzada, entonces aparece la lucha y los ornamentos de la violencia; cuernos, corazas, chulería, etc.

Los machos sujetos a selección sexual pagan un alto precio porque tienen que invertir mucha energía en exhibiciones y/o luchas caras. El delito aparece cuando se llega a un máximo imposible de mantener y conduce a la extinción.

Loos consideraba que era conveniente alejarse de la ornamentación en la arquitectura y en la sociedad y que para avanzar culturalmente había que abandonar lo innecesario. Esta reflexión, en la práctica arquitectónica se fue consolidando y no es hasta la mitad del siglo XX que se empieza a cuestionar el concepto de «la casa como máquina de habitar» de Le Corbusier.

Evidentemente los humanos somos sistemas complejos, no mecanicistas, somos naturaleza y en nuestro cerebro, que no deja de ser un palimpsesto de la evolución, existe el ornamento y su función, pero también la conciencia del delito. ¿Hasta dónde podemos llegar con lo innecesario?

El economista Georgescu Roegen exponía una ecuación básica en la que igualaba el stock de recursos a una tasa de consumo por el tiempo. El tiempo es la sostenibilidad y para alargarlo hay que eliminar el consumo innecesario, el ornamento, de la tasa de consumo y mantener el necesario para una vida digna y para las cosas que nos elevan como personas. El delito es el ornamento bélico que crece y el ornamento de tantas cosas innecesarias que nos rodean, desde coches de más de una tonelada que pasean a una persona, parafernalia tecnológica, arquitectura contemporánea, incluso supuestamente minimalista, con muchísima obra innecesaria y sometida a la forma más que a la función, etc.

Elogio de la obra

En el proyecto Posidonia se demuestra la calidad de vida digna que se puede obtener y lo atractiva que puede ser una vivencia en una arquitectura y un lugar que nos eleva por su belleza. Hay sostenibilidad en todo el proceso, hay dialogo con el paisaje y con el patrimonio preexistente y no hay delito.

El proyecto Posidonia invita a los placeres epicúreos comentados al inicio, nos invita a la liberación de los condicionantes sociales, nos invita a la obtención de la autosuficiencia máxima y su paisaje nos invita a la vida en libertad.

Algo bueno quedará de estas semillas que siembra el equipo del Institut Balear de la Vivenda, de la misma forma que algo bueno quedó de aquellos hippies isleños, Bronner, Sert, Utzon, Alomar…..que son las semillas que han dado por recombinación neuronal a Carles y su equipo.

Antoni Martínez Taberner, Universitat de les Illes Balears.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.