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La vida imita el arte …

Fuentes: Analítica.com

…mucho más que lo que el arte imita la vida. La idea se atribuye a Oscar Wilde y no sería extraño que fuese suya, dada su vocación por la paradoja luminosa. Ocurrió el jueves pasado, durante la inauguración de la II Feria Internacional del Libro de Venezuela. Jean Valjean, el héroe de la novela Los […]

…mucho más que lo que el arte imita la vida. La idea se atribuye a Oscar Wilde y no sería extraño que fuese suya, dada su vocación por la paradoja luminosa.

Ocurrió el jueves pasado, durante la inauguración de la II Feria Internacional del Libro de Venezuela.

Jean Valjean, el héroe de la novela Los miserables, robó un pan en su juventud para sus hermanos menores hambrientos. Por ello padeció cárcel y las miserias concomitantes un número desmesurado de años. Historia común también en nuestras calles. Un santo lo rescata de la amargura y Valjean se vuelve un hombre de bien y de provecho a pesar de la sociedad burguesa, estructuralmente incapaz de soportar la bondad cuando se hace real, es decir, cuando la realidad imita el arte. Solo entiende la bondad como fariseísmo o como fantasía paliativa.

¿Cuándo ocurren estas cosas? Cuando lo extraordinario se hace cotidiano, es decir, cuando hay revolución, como en esa inauguración dedicada, precisamente, al Che, el autor de esta idea, que pareciera inspirada por Wilde. O sea, la magia existe y no es sobrenatural sino lo más natural, pero solo cuando las cosas se hacen converger debidamente. A saber:

Una edición masiva de Los miserables, de Victor Hugo; un rescate masivo de personas en situación de calle; un banquete de libros, como la feria dicha; una nueva esperanza para un pueblo; los miserables dejando en masa de ser miserables. Cuando la pobreza extrema, como se llama hogaño la miseria, es hoy la mitad de como la dejó la IV República y sigue bajando aceleradamente, especialmente la que también hogaño llaman pobreza atroz.

Estuve soñando con este momento desde que leí Los miserables hace ya más de 40 años, creyendo que tal vez nunca vería la realidad imitando el arte. Que, por ejemplo, unos ciudadanos rescatados de la calle por la Misión Negra Hipólita reciben esta novela que de muchos modos narra su vida, de manos justamente de los encargados de esa liberación, encabezados por Hugo Chávez. En ese momento la realidad imitó el arte. Venezuela imitó y revivió en ese instante los tres tomos de la novela a 144 años de distancia.

¿Ves por qué me hastía cuando me preguntan por qué apoyo esta revolución?