El pasado lunes 11 de abril, días antes de que gobierno español, oposición, banqueros y directores de periódicos oficiaran de padrinos del poeta Raul Rivero ante todos los medios de comunicación, el ministro de cultura cubano Abel Prieto y el director del Instituto Cubano del Libro, Iroel Sánchez, presentaron en la Casa de América de […]
El pasado lunes 11 de abril, días antes de que gobierno español, oposición, banqueros y directores de periódicos oficiaran de padrinos del poeta Raul Rivero ante todos los medios de comunicación, el ministro de cultura cubano Abel Prieto y el director del Instituto Cubano del Libro, Iroel Sánchez, presentaron en la Casa de América de Madrid el libro Cuba 2005, junto con la editora Eva Forest (Hiru) y uno de los autores del mismo, Carlos Fernández Liria. Estuvieron presentes Belén Gopegui, Santiago Alba Rico y Carlo Frabetti, también autores del libro. La asistencia al acto por parte de la ciudadanía madrileña fue muy numerosa, hasta el punto de que hubo que habilitar asientos fuera del anfiteatro de la Casa de América; pese a ello, ningún medio de comunicación se hizo eco del evento.
Abel Prieto recordó que hacía 13 años había estado junto con Fidel Castro en la inauguración de la Casa de América. Era el año 1992, cuando acababa de derrumbarse la Unión Soviética. «Nadie daba una peseta por Cuba», comentó Abel Prieto. «Nos veían como dinosaurios. Las ideologías habían muerto, la historia había terminado, el mercado se iba a ocupar de regularlo y solucionarlo todo. Los amigos nos abrazaban con lágrimas en los ojos, los presidentes del resto de los países latinoaméricanos casi nos daban el pésame. Hasta el presidente de Guatemala se atrevía a darnos lecciones». «Y sin embargo», continuó, «trece años después me encuentro en el mismo lugar presentando un libro titulado Cuba 2005. Y mientras tanto, ¿qué ha sido de Menem y, lo que es peor, qué ha sido de Argentina? ¿Y del que era presidente de Guatemala o de Paraguay? ¿Quién se acuerda de ellos y qué ha sido de sus países? ¿Qué han hecho de ellos el mercado y el neoliberalismo?»
«Actualmente», prosiguió, «también es un momento grave para Cuba. Los EEUU, con su política criminal, pretenden sacar adelante en Ginebra una condena a Cuba por violación de los derechos humanos. Andan buscando algún país que presente la denuncia, pero dudo que lo consigan. En Madrid, nació el Manifiesto de Apoyo a Cuba, al que ya se han adherido cuatro premios nobeles. La voz de los intelectuales, precisamente en el momento en el que el hombre está dando un gran ejemplo de cómo autoliquidarse, debería estar al servicio de la verdad. En este libro, Cuba 2005, se debate y se discute, con independencia intelectual, los argumentos y los dogmas de las campañas contra Cuba. No es un libro guiado por el entusiasmo, sino construido desde la lucidez. En relidad, es un libro para los no convencidos, quienes, al margen de su ideología, si son honrados, intentarán pensar sobre la verdad».
Iroel Sánchez, a su vez, hizo un pequeño resumen sobre las partes que forman el libro. Comentó que la locomotora del libro era el texto de Carlos Fernández Liria, quien «desde los barrios más pobres ha sacado su microscopio sociológico y filosófico y le ha dado la vuelta a los argumentos habituales contra Cuba, volviéndolos contra los que nos critican». «El texto de Carlos dialoga con el trabajo de Santiago Alba, y luego vienen dos entrevistas, una a Abel Prieto y la otra a mí mismo. Por mi parte, he de decir que las preguntas de Santiago Alba me parecieron uno de los exámenes más difíciles a los que me he visto sometido. No sé qué pensará Abel». «La parte escrita por John Browm», prosiguió Iroel, «analiza y piensa sobre las aspiraciones de lo que debería ser Cuba. Me parece un trabajo necesario, pero haría una observación a John Brown cuando asegura que la intervención norteamericana es improbable; para nosotros, desde hace tantos años, esta amenaza es tan posible como que salga el sol todos los días, y si no se ha fraguado ya ha sido porque no ha sido rentable para las veinticinco multinacionales que se reparten la carne de los hombres».
«Tras los interesantes artículos de Carlo Frabetti, el libro concluye con una obra de teatro de Belén Gopegui, donde aborda un tema silenciado, el sentido del héroe en el siglo XX, en honor de nuestros cinco héroes encarcelados en EEUU». «Este libro», concluyó, «lejos de ser un libo sobre Cuba, es un libro sobre el mundo. Como dice Santiago, es parte de un ejercicio para intentar doblegar la realidad».
Novedad Editorial