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La Federación madrileña aprueba un plan de trabajo hasta 2012

Las asociaciones vecinales configuran su hoja de ruta

Fuentes: Diagonal

40 años después de la creación de las primeras asociaciones vecinales, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) organizó, el 7 y 8 de marzo, un congreso histórico en el barrio de Orcasitas en el que aprobó su Plan Estratégico, un extenso documento que es fruto de dos años de consultas y […]

40 años después de la creación de las primeras asociaciones vecinales, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) organizó, el 7 y 8 de marzo, un congreso histórico en el barrio de Orcasitas en el que aprobó su Plan Estratégico, un extenso documento que es fruto de dos años de consultas y debates.

Es difícil hallar un escenario tan idóneo para un evento de estas características. El espacioso edificio de la asociación vecinal Meseta de Orcasitas (Usera), que fue levantado a principios de los ’70 por los propios vecinos y se encuentra en la plaza de la Asociación y entre la calle de la Expropiación y la ronda de las Cooperativas, acogió el segundo fin de semana de marzo un acontecimiento tan «necesario» como poco usual, el Congreso del Movimiento Vecinal madrileño.

150 personas, representantes de 51 asociaciones vecinales y 20 organizaciones sociales con las que la FRAVM trabaja habitualmente, discutieron durante dos días las prioridades y nuevos proyectos de una organización que aglutina a 260 entidades y unos 120.000 asociados en la región. «Hubiera sido deseable que participase más gente y tal vez deberíamos haberlo organizado en otro momento, pues ahora estamos muy ocupados con cosas como la campaña por la sanidad pública o los actos del 40º aniversario, pero es un valor importante que una sola organización logre juntar a más de cien personas en Madrid para hablar de política», indicó a DIAGONAL el presidente de la FRAVM, Nacho Murgui, tras el Congreso.

Sin embargo, más allá de la afluencia en estas jornadas, lo «realmente importante ha sido la elaboración de un documento que hace un recorrido exhaustivo por los conflictos de la región, presenta numerosas propuestas y actualiza fuertemente el movimiento vecinal y sus reclamaciones, estableciendo una continuidad con su pasado», afirmó Murgui. El Plan Estratégico de la organización ciudadana, que en breve será publicado y ahora deberá hacerse carne en proyectos concretos, «ofrece un punto de partida a partir del cual seguir avanzando y fortaleciendo el movimiento vecinal». Una de las prioridades que establece este documento marco pasa precisamente por fortalecer las asociaciones vecinales, muchas de ellas en crisis desde hace años por causas como la falta de renovación, la escasez de medios humanos y materiales o la falta de conexión con las nuevas realidades sociales. Y, para hacerlo, es imprescindible trabajar con otros colectivos en los barrios, en la medida en que «ha surgido en ellos un tejido social en el que la asociación vecinal ya no es el único actor», indica el extenso texto aprobado. Entre su batería de propuestas destaca el fomento de iniciativas de democracia participativa en los barrios al margen de los actuales modelos de la Administración, el rechazo a toda legislación que recorte los derechos ciudadanos de los migrantes, el cierre de los CIE, la reclamación de una ley que garantice el derecho a una vivienda digna y de una norma que asegure la «expropiación temporal del usufructo de las viviendas vacías y su incorporación al patrimonio gestionado por las agencias públicas de alquiler».

Coherente con la línea desplegada desde su creación, la FRAVM acordó intensificar su compromiso en defensa de unos servicios cien por cien públicos y de calidad, sobre todo en estos momentos en los que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre promueve la liberalización de sectores básicos como la educación, el agua o la sanidad públicas. En este marco, el 17 de marzo las asociaciones vecinales salieron a la calle en numerosos barrios y pueblos de la región para mostrar su rechazo al proyecto autonómico de área única sanitaria y libre elección y reclamar más medios en los centros médicos públicos.

En el Congreso, la FRAVM también aprobó fomentar el uso participativo y democrático de las nuevas tecnologías de la comunicación, el reconocimiento de los medios comunitarios y la promoción del debate social en torno a la renta básica, entre otras muchas cosas.

Dos años de consultas

Tan importante como el texto final del Plan Estratégico ha sido el proceso que lo ha parido, que se inició en 2007. «No se trata de un documento que la Junta Directiva presenta a sus asociaciones, sino el fruto de un proceso de participación de abajo arriba que ha sido objeto de varias consultas y devoluciones y que es, por tanto, muy participativo», aclaró Vicente Pérez Quintana, de la dirección de la FRAVM, en la inauguración del Congreso. El Plan recoge también gran parte de las conclusiones de la II Convención de Movimientos Sociales de Madrid y numerosas aportaciones de expertos y otros colectivos sociales.