Este año a Cuba le tocó enfrentar varias batallas de las cuales -a pesar de todo- va saliendo victoriosa.
Además de las restricciones que le impone el bloqueo norteamericano para transacciones comerciales, financieras, turísticas y de carácter humano, el pueblo cubano tuvo que enfrentar la tragedia del hotel Saratoga, el incendio de los supertanuqes en Matanzas y el desastre ocasionado por el huracán Ian, sobre todo en la región de Pinar del Río.
En condiciones “normales” de un país no bloqueado, la asistencia internacional hubiese llegado para paliar las vicisitudes que han cobrado decenas de vidas. Pero Cuba, que ya tiene dificultades para atender a la población cotidianamente en condiciones complejas de sobrevivencia, considerando la pandemia y postpandemia, hace peripecias para responder las emergencias actuales.
Según los reportes de la prensa cubana, 46 personas fallecieron (25 del sexo masculino y 21 del femenino, cuatro niños, una embarazada y una ciudadana de nacionalidad española) y otras 40 quedaron afectadas, tras la explosión del emblemático hotel Saratoga, en la capital habanera, el 6 de mayo pasado, que provocó un derrumbe parcial “provocado por una explosión cuando un camión cisterna con gas licuado servía a la instalación”, escribió Prensa Latina.
Hubo un gran despliegue de los servicios de bomberos y voluntarios que contribuyeron al hallazgo y transporte de las personas heridas y fallecidas, evitando una tragedia de mayor envergadura. El céntrico hotel se aprestaba a una pronta reinauguración tras refacciones que hacía el gobierno cubano, por tratarse de un lugar tradicional, patrimonial y conocido por su acogida turística.
En agosto, cuando la vida volvía a la normalidad, de repente el municipio de Matanzas se convirtió en el foco noticioso. En medio de llamaradas inesperadas se incendiaron los supertanqueros de almacenamiento de combustible, durante cinco días. De acuerdo al Ministerio de Salud Pública (Minsap) 146 lesionados en aquellos días permanecían en hospitales, mientras que 16 fallecieron, cada cual con historias de vida interrumpidas al unísono.
Pasada esa tragedia mayor de incalculables pérdidas humanas y económicas, en octubre, Cuba fue víctima del desastre natural del huracán Ian. Ronald Hidalgo Rivera, presidente del Consejo de Defensa Municipal en San Luis, Pinar del Río, dijo que en ese territorio, uno de los más perjudicados por el paso de Ian con 1 477 derrumbes totales y 7 829 casas damnificadas, informó el portal Cubadebate.
Hubo prolongados cortes de servicios básicos a lo largo de varias ciudades durante los días del huracán. Si bien no faltaron las brigadas de rescate, voluntarios y solidarios, lo cierto es que Cuba hoy se reconstruye, lo cual avanza con la misma soberanía de hace 69 años, cuando el comandante Fidel Castro pronunció la histórica consigna: “La historia me absolverá”.
Entremedio, no faltó la batalla virtual. Grupos de opositores a la revolución cubana, mueven millonarias sumas en redes sociales para multiplicar la desinformación y las fakenews. “La campaña anticubana en las redes sociales tiene su caja de resonancia en Bolivia, con un personaje contrarrevolucionario cubano incrustado en la ultraderecha golpista cruceña. Su nombre es Magdiel Jorge Castro…”, escribe Ramón Pedregal Casanova en el portal Cubainformación. Con la misma metodología, existen otras granjas de opositores operando para generar confusión en las y los internautas y bloquear la solidaridad con el pueblo cubano que se levanta en el mundo.
La revolución cubana se pone a prueba de todas las amenazas, y venciendo cada batalla, resguarda lo que de más precioso le otorgó el pueblo, lealtad y dignidad ante los varios tipos de ataques contrarrevolucionarios. Este domingo, el New York Times publicó el documento “DEJA QUE CUBA SE RECONSTRUYA. Llamamiento urgente al presidente Biden”, en el cual personalidades norteamericanasexigen al presidente de EEUU levantar las sanciones que permita a Cuba la compra de suministros que se necesitan con urgencia para la reconstrucción después del huracán Ian. Aún no hay respuesta.
El tiempo, el implacable, sigue pasando, mientras llegan insumos de solidaridad de otros países para las familias más afectadas, valientes y presentes en todas las batallas.
Claudia Espinoza I. es periodista
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Texto del llamamiento publicado en The New York Times
DEJA QUE CUBA SE RECONSTRUYA
Llamamiento urgente al presidente Biden
Las sanciones y el embargo de Estados Unidos impiden que Cuba se reconstruya después del huracán Ian.
La Administración Biden necesita actuar ahora mismo para ayudar al pueblo cubano. El huracán Ian causó una gran devastación. La red eléctrica resultó dañada y el sistema eléctrico colapsó. Más de cuatro mil viviendas han quedado completamente destruidas o gravemente dañadas.
Se debe permitir a Cuba, aunque sea por los próximos seis meses, comprar los materiales de construcción necesarios para RECONSTRUIR. Los cubanos se enfrentan a una gran crisis humanitaria a causa del huracán Ian.
A pesar de la conocida preparación de Cuba para los desastres naturales, el daño de este huracán ha sido inmenso. En la provincia occidental de Pinar del Río, famosa por su producción de tabaco, más de 5.000 fincas fueron destruidas. En pueblos pequeños como San Luis, el 80% de todas las casas quedaron dañadas.
Personas de todo el mundo están ansiosas por vender materiales de construcción y brindar ayuda, pero la política estadounidense de sanciones y embargo contra Cuba amenaza a las empresas estadounidenses y de otro tipo con hacer negocios con Cuba, incluso para los bienes y materiales más básicos. Esta misma política también disuade y hace casi imposible que las organizaciones en los EE. UU. envíen ayuda de manera oportuna.
A Cuba también se le impide procesar muchas transacciones financieras porque la administración Trump la colocó absurdamente en la lista de patrocinadores estatales del terrorismo simplemente por albergar conversaciones de paz reconocidas internacionalmente en Colombia.
Es inconcebible emprender un castigo colectivo contra todo un pueblo impidiendo que Cuba compre materiales de construcción o reciba ayuda en esta hora crítica.
El presidente Biden dejó de lado la política de la Guerra Fría, ¡incluso durante seis meses!
El pueblo de Cuba es parte de nuestra familia, la familia humana. No permita que las políticas obsoletas de la Guerra Fría impidan que el mundo ayude al pueblo cubano a poder reconstruir y regresar a sus hogares, reconstruir la red eléctrica y tener agua potable limpia y acceso a alimentos. ¡El momento de actuar es ahora!
Cuba es nuestro vecino. ¡Gente de todo el mundo quiere ayudar!
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