Lamentablemente nos encontramos trabados en una especie de túnel, que no podemos estar seguros, si se ensancha o estrecha cada día más. Si nos guiamos por la «tecnocrática» tranquilidad con que se habla del Plan Económico del 2019, la esperanza parece ser la de la estrechez. Pues no parece ser un plan que impacte duramente […]
Lamentablemente nos encontramos trabados en una especie de túnel, que no podemos estar seguros, si se ensancha o estrecha cada día más. Si nos guiamos por la «tecnocrática» tranquilidad con que se habla del Plan Económico del 2019, la esperanza parece ser la de la estrechez.
Pues no parece ser un plan que impacte duramente en los problemas que nos frenan. Se trata de un plan como el que se ha hecho otras veces. No es nada atrevido, ni riesgoso, con algo que empuje realmente hacia el crecimiento de la economía. Y por demás, de un conformismo que asusta. Nuestro Ministro de Economía, luce hasta contento, cuando dice que alcanzaremos el mismo PIB del 2018.Yo me pregunto, ¿es posible sentirse optimista, creciendo lo mismo de un año para otro, con tanto tiempo que hace ya, no crecemos?
Los economistas y algunos que no lo son, repetimos problemas, argumentos, críticas y hasta potenciales soluciones a nuestros problemas económicos, que parecen no encontrar su escenario de impacto en la actual dirección económica del País. No parece haber respuesta ante el consenso que ya existe, casi generalizado, sobre qué es lo que se debe hacer para salir adelante.
Es cierto que el Presidente ha solicitado ayuda a la fuerza calificada en las universidades y otros centros, a los propios economistas, pero no vemos a nuestro Dirección de la economía reaccionar ante lo que se le está proponiendo.
Tuvimos ciertas esperanzas en el discurso del Cro. Murillo en la Asamblea; pero entre lo que no diría porque estaba en el informe, a los Diputados, lo que iba a decir después y lo que no apareció, porque tal vez lo cortaron; al final no dijo nada de las preocupaciones que tienen la gente en la calle. Algunas promesas solamente.
Parece no encaja lo propuesto en las ideas que se sostienen por muchos de lo que debe ser el plan de este año. Y ese plan, al menos a mí, me tiene desanimado. Púes no veo que encaje con lo que considero el momento exige. Pues me parece que debiera ser bien más atrevido. Menos ser un excelente ejercicio teórico de economía política y más de política económica, que salte sobre los obstáculos de esta última que nos tienen trabados. Porqué creo que es la política económica la que debe moverse atacando los aspectos que hasta ahora no nos han permitido crecer y no buscar estabilidad de un crecimiento pobre, sin tomar riesgos.
Por eso se continúan repitiendo situaciones, que no acaban de encontrar respuestas en lo que se está haciendo.
Casi todos los que escribimos continuamos repitiendo, una y otra vez, los que consideramos son los problemas a resolver. Con un nivel de consenso entre los economistas al menos, que es bastante alto. Por lo que continuamente veo, como si «lloviera sobre mojado»
Entre otros problemas:
1- La Empresa estatal Socialista, no termina de poner sus pies, en el terreno, que realmente la haga avanzar. Todo lo contrario, le superponemos estructuras burocráticas, que como las OSDE, actuando como un segundo escalón entre las empresas y los ministerios, limitan su necesaria independencia para moverse hacia las formas que le permitan ser más eficientes. Mover los resortes, que implicarían un sentido de pertenencia, que aún no hemos alcanzado entre los trabajadores. ¿Por qué no dejamos que sean ellos mismos los que elijan a los que los van a dirigir?
2- No acabamos de plantar pie firme con las cooperativas agropecuarias, Hablamos de ellas, pero no acaban de aparecer con fuerza. ¿A que esperamos? Con tanta tierra disponible y tantas ideas e iniciativas que desplegar.
3- La dualidad monetaria y la necesaria tasa de cambio, continúan presionando, sin que hayamos seleccionado al menos una de las tantas variantes que ya han sido propuestas y más que debatidas. Que ninguna variante es perfecta, es cierto, pero lo peor, es que no seleccionamos ninguna que se piense aplicar. Y continuamos arrastrando el problema, que afecta a la eficiencia empresarial, los precios y el control de la economía. La tasa de un CUP por 1 dólar es la distorsión más visible de la economía.
¿Para qué se necesita que hagamos proposiciones, si ninguna se pone en práctica? ¿A que esperamos para jugárnosla con alguna? Lo peor, no es equivocarnos, sino no tener variante que por fin decidamos aplicar. Eso pone la variable tiempo contra nosotros. Y creo que, políticamente hablando, de tiempo, ya no tenemos mucho. Pues hace varios años ya que el Cro. Raúl Castro dijo que «estábamos rodeando el precipicio».
4- Hablamos de la inversión privada, la pusimos en la Constitución, pero como fenómeno de aprovechamiento de las capacidades nacionales ya acumuladas para realizarla, no termina de aparecer Y sigue la lentitud con las inversiones extranjeras, o al menos no con el nivel de celeridad con que las necesitamos. La mediana y pequeña empresa continúan sin tomar su lugar.
5- El trabajo por cuenta propia no termina de liberarse de las ataduras burocráticas, sobre todo, bancarias, que le obligan a pagar o simplemente mantener en depósito cantidades absurdas, que le impiden administrar su dinero de manera más flexible y eficiente.
Se dijo en la Asamblea, que se adoptarían medidas determinadas para flexibilizarlo aún más. ¿Pero cuáles son esas medidas? ¿Cuándo van a aparecer? ¿Por qué no se anunciaron en la Asamblea?
Existiendo aún muchas dudas si de verdad lo que queremos es que avance la actividad por cuenta propia. No pocos abandonan la licencia porque, en medio de tal burocratismo, no encuentran el espacio para sobrevivir. Sobre todo, nos referimos a los más modestos. ¿Nos damos cuenta que con las presiones que ejercemos sobre el cuentapropista no vamos a avanzar?
6- ¿Hasta cuándo la incapacidad mostrada para remunerar mejor el trabajo, va a continuar presionando sobre el estímulo a trabajar, la productividad y el nivel de vida de la gente? El nivel salarial, de la empresa estatal, es un «nudo corredizo» en el cuello de los trabajadores estatales. Según cálculos, para una familia de 3 personas se necesitaría un ingreso equivalente a tres salarios medios para cubrir la canasta básica.
7- ¿hasta cuándo el trabajo de mayor capacidad intelectual va a continuar siendo frenada su utilización.? ¿Permitiendo que una parte del mismo emigre o se emplee en actividades que desperdician las capacidades con que cuenta el país? Capacidades intelectuales y técnicas que nos ha costado tanto dolor y sacrificio lograr.
Que daño haría tener empresas privadas de consultoría, bufetes de abogados, de economistas y contadores. Que tanta falta hacen, incluso, a la propia empresa estatal. Que nos permitirían además reforzar un margen de confianza mayor para luchar contra la corrupción y el delito. Aprovechando también una calificación profesional que está crecientemente abandonando el país. Cuando internamente la propia inversión privada pudiera utilizarla.
O es que no nos percatamos, de que una de nuestras mayores riquezas es el nivel de calificación de la fuerza de trabajo con que contamos. Y la estamos regalando. Nos estamos descapitalizando, del mayor capital que tenemos.
8- ¿Hasta cuándo el monopolio del comercio exterior va a continuar ejerciendo presión sobre un conjunto de actividades productivas y de servicios que pudieran contribuir al alivio de nuestra economía interna y externa?
Si queremos exportar hay que poner en juego todas las capacidades para hacerlo y permitir un conjunto de flexibilidades que no damos.
9- Hay que buscar más a fondo las causas de que nuestra producción azucarera sea tan pobre y que tengamos que importar azúcar refino de Francia para el consumo interno.
Negros traídos de África, casi todos analfabetos, con simples machetes, sin maquinas cortadoras, alzando la caña a mano y ganando una miseria, a finales del siglo XIX, producían más azúcar que nosotros ahora. Por lo que casi ha devenido en un «misterio», por qué no producimos azúcar ni para satisfacer el consumo nacional. Claro, que solo visitando los centrales y diciendo que «hay que producir más», que hay que aprovechar el mes de abril, porque mayo es el de las lluvias, no lo vamos a lograr. Por qué nadie es Jesucristo para producir semejante milagro.
10- ¿Cuáles son las razones de que continúe el espiral de precios de los productos de primera necesidad? Junto a salarios que no aumentan, poniendo cada día a una parte mayoritaria de nuestra población en las más precarias situaciones para solucionar el sustento diario. ¿Nos damos cuenta que por esa vía la pobreza está creciendo? Mientras que, al mismo tiempo, profundizamos las diferencias, entre los que reciben el dinero del más allá y la inmensa mayoría de los que trabajando en su propio país, no lo logran satisfacer sus necesidades más apremiantes.
11- El sistema de seguridad alimentaria es frágil, con una alta dependencia de la importación de alimentos, debido a la incapacidad de los mercados agropecuarios estatales para satisfacer una parte importante de las necesidades de la población. Y no se ven otras perspectivas sino de que los precios continúen aumentando. Aumentan cada día.
Se trata de problemas, en los que pienso todos estamos de acuerdo, pero que se repiten continuamente, sin que afloren las soluciones.
No es difícil observar, cuando escuchamos sobre el plan de la economía, lo poco con que nuestro Ministro se conforma. Parece querer marchar sin riesgos y sin encontrarse problemas. Claro, no se corren ciertos riesgos, al aspirar a un crecimiento tan pobre como el que nos proponemos en el 2019.
¿Pero podremos sobrevivir económicamente con tan bajo crecimiento del PIB para este año?
Además, existen dos polos decisores en la economía, el Ministerio de Economía y Planificación y la Comisión que dirige Mariano Murillo. ¿En medio de esa duplicidad, como se decide lo que se va a hacer? Pues todo parece indicar que nuestro Ministro de economía, no puede ir más allá de lo que le orienta la Comisión de Implantación del Sistema. Quedándome de esta ultima el amargo recuerdo de la «licencia única», anunciada para ejercer el trabajo por cuenta propia. A la que tuvimos que dar marcha atrás. Por ser una verdadera locura. Pero seguimos con otras trabas.
Trabas de un estilo burocrático-financiero, que continúan con los depósitos bancarios. Al estilo de que se debe depositar hoy el 65% del ingreso cuentapropista, que se puede sacar mañana. Lo cual es un verdadero absurdo económico-financiero. Que aún nos tiene trabado el trabajo por cuenta propia. ¿Para qué se necesita estar obligado a ingresar hoy al banco, un dinero, que si quiero lo puedo extraer al otro día? Parecen cosas de locura. Pero según dice Liborio, es que el banco quiere controlar el dinero, aunque no sea suyo. Lo cual me trae a la memoria, cuando guardé unos dólares y después necesité sacarlos del banco, pero no me los podía dar pues no los tenían. ¿Cuál es la confianza bancaria que puede tener el ciudadano en tales casos? Un banco que te obliga a guardar un dinero que te lo puede dar al otro día, o que te guarda otro dinero, que no te lo puede dar cuando te hace falta porque no lo tiene.
Yo me pregunto, ¿No sería mejor que todo quedara supeditado al Ministerio de economía? ¿Y que la Comisión de Implantación del Sistema, quedara dentro del, como una comisión con capacidad auditora, especializada, bajo la máxima autoridad del propio Ministro de economía? ¿Eso no permitiría mayor coherencia a lo que se trata de hacer?
Nuestro plan para este año, es una maravillosa construcción en el campo teórico de la Economía Política, pero en cuanto a la política económica, lo considero inefectivo, por tratarse de asumir un riesgo, que el país no lograra soportar. Hay que romper los moldes de ese plan, adoptando medidas de política económica que lo sobrepasen, de lo contrario, la situación del país, se tornara tan tensa, que nos llevará a la adopción de medidas urgentes y desesperadas, que pondrían en peligro el ya complejo equilibrio nacional. ¿A que esperamos? ¿A tener que correr desesperadamente para salvar una economía que se nos puede ir de las manos?
Hay que preguntarse, ¿Qué le va a dar al país ese plan, de tan bajo PIB, en medio de la situación tan difícil como la que nos encontramos? ¿Arrastrarnos dos o tres años más chocando con las mismas dificultades que ahora enfrentamos? ¿Estamos seguros que el país podrá aguantar aún más esa situación?
¿Están conscientes nuestros dirigentes económicos, de que el país se está vaciando de la fuerza calificada; que las gentes comunes no resisten más los pecios, que solo están al alcance de los que reciben remesas o divisas por alguna vía; que decenas de miles, apenas hacen una sola comida diaria; que no pueden comprarse un par de zapatos con el salario que devengan; que a cientos de miles no les alcanza el salario; que hay cientos de gentes que comparten una cama, por turno para dormir; que en medio de tales situaciones existen miles buscando abandonar el país, exponiéndose a cualquier peligro que deban atravesar con tal de llegar a Estados Unidos.
Hay que escuchar las historias de algunos de los que México deporto hace unos días. Para percatarnos de cuál es el nivel de desesperación de alguna gente.
Ya he dicho en otras ocasiones, que nuestro problema principal con la economía no es económico. Es de política económica, es esencialmente político, es de acabar de romper el nudo gordiano que nos ata a la vieja mentalidad de, supuestamente, no hacer concesiones al capitalismo. Se trata de que no acabamos de hacer funcionar las formas de propiedad, privada, estatal, cooperativa, pequeña y mediana empresa, dándoles el lugar que les corresponde dentro del modelo económico.
No es posible imponerle a la gente peligros ideológicos, que en medio de la situación que atraviesan para sobrevivir, no los ven por ninguna parte y si los ven, están dispuestos a correr el riesgo. Porque sobrevivir es más importante que cualquier otra cosa.
No se puede perder de vista, que, a casi 60 años de dificultades, carencias, miserias incluidas, la gente está agotada de continuar viviendo, sin que la mejoría económica definitivamente llegue. Ahora le vamos a decir, que deben resistir. ¿Cuánto tiempo más? Sin siquiera decirles cuanto tiempo deben esperar para ver mejorar su situación de vida.
Cuando lo cierto es que ya no existe la posibilidad que permitiría decirle a la gente que tienen que seguir esperando. Incluso, sin poderles decir hasta cuándo.
Ahora a la situación existente le estamos agregando otros detalles polémicos de última hora. Decrece la masa porcina, respecto al 2018 y como se sabe que habrá menos carne, ya el bistec de puerco en algunos lugares está a 60 pesos la libra. Se pierde el aceite, la mantequilla, se pierde el arroz comestible; el tomate tiene dificultades, dificultades con el pan, se reduce el tamaño de los periódicos y su frecuencia por falta de papel; faltan medicinas; aun no logramos estabilizar el transporte, pues la experiencia aplicada con los taxis ruteros no ha funcionado; tenemos dificultades, no solo con Internet, sino hasta con la propia comunicación telefónica corriente. Hay preocupaciones de cómo nos va a llegar el petróleo y como si fuera poco, Trump echo abajo el acuerdo para el intercambio deportivo con las Grandes Ligas de pelota. Lo cual era una gran esperanza de salvar nuestro baseball, aquejado de ya largas dificultades.
Lo novedoso que la nueva Constitución es que contempla la figura del Primer Ministro que debe ser aprobado en esta Asamblea a propuesta del Presidente Díaz Canel y está más orientado en sus funciones a la Economía, ya que preside el Gobierno, y dirige al Consejo de Ministros.
El primer Ministro tendrá entre muchas tareas a resolver el tema de la Dualidad Monetaria y multiplicidad cambiaria e implementar la Conceptualización y los Lineamientos. El elegido al cargo es inevitable que mencione algo del tema. Veremos que dice el Cro. Murillo en su informe. Porque la situación es compleja. Por lo pronto ya se refirió a algunas cosas diciendo, que no era necesario hablar de ellas porque estaban en el informe.
Lo cual es inadmisible, ¿porque la asamblea es publica o no es publica?
Solo es posible dejar de decir aquello que puede representar un peligro para la seguridad nacional. Todo lo demás, hay que decírselo al pueblo. Quien es, en última instancia, el que debe valorar. No se debe admitir el subterfugio de dejar de decir cosas, porque están en el informe. Porque el informe solo lo tienen los diputados, que son los representantes. Pero en definitiva él informe se hace para el pueblo. De lo contrario convertimos en un engaño el carácter público que tiene la asamblea nacional.
Creo que lo que se desea escuchar en la Asamblea, por parte del pueblo, es como vamos a salir de la situación económica en que nos encontramos. Qué medidas concretas se tomarán para que la gente sienta que sus preocupaciones más importantes tienen oídos receptivos en ese órgano de gobierno. La gente no quiere únicamente discursos esperanzadores, promesas, ni planes. Sino que ocurrirá para ver las soluciones, cuando al otro día salgan a la calle. Creo que a ese nivel están las cosas y el ánimo de la gente.
Venezuela se reporta como una fuerte preocupación para nuestras relaciones y para los que tenemos familiares en ese hermano país. Ahora el presidente Trump presiona para que ciertas compañías navieras no puedan traer petróleo a Cuba. Y presiona con el capítulo III de la Helms- Burton para ponérnoslo todo más difícil.
Es cierto que el esfuerzo de recuperación hecho con el tornado, alivio sobremanera la situación y represento alegría y una esperanza para muchos. Pero eso es solo una parte de los que continúan viviendo en situaciones precarias.
Ahora la gente se ve volviendo a hacer largas colas para conseguir una botella de aceite. Persiste la inestabilidad de oferta con productos de primera necesidad, que sus precios suben; que el precio de la carne de puerco no baja, todo lo contrario, ya está subiendo; vuelven a escasear los huevos, el salario no alcanza, hay medicinas que continúan en falta, el transporte no mejora, todos los productos de primera necesidad, alimentos, ropas y calzado, suben de precio continuamente, etc. No hay más que acercarse a los supermercados en divisas. Para ver incluso los tumultos cuando se sabe que llego pollo. Los precios de algunos utensilios plásticos son para reír, sino provocaran llanto.
¿En medio de esa situación, ¿A qué conclusión es posible arribar? Sin dudas, a la lógica y perspectiva de que nos aproximamos a un nuevo, eufemísticamente llamado, «Periodo Especial». Agravándose la situación en los meses por venir. Como anuncio el Primer Secretario de nuestro partido. Qué la gente ha interpretado como que de verdad estamos cercanos a un periodo especial.
Solo que ligeramente diferente, pues hay productos, los productos, aunque a veces en falta, están, pero con sus ingresos, la mayoría los trabajadores no pueden alcanzarlos.
Y creo que eso es lo que más nos debe preocupar a todos, porque se trata del problema político mayor. Del problema que afecta sobremanera el estado de ánimo de los ciudadanos, los predispone, les hace pensar en soluciones desesperadas. A unos, corromperse, a otros tomar lo que no es suyo, predisponerse políticamente, o emigrar, que aparece como una solución bastante esgrimida, que no hay hasta ahora como detenerla.
Luego estamos, ante un problema político de gran envergadura, que hace que el ciudadano pierda la confianza en nuestros dirigentes, aunque vean a nuestra dirección política todos los días enfrascada en la solución de los problemas. Y a todo el gobierno del país trabajando para lograr las capacidades de supervivencia que necesitamos. Lo cual es sumamente importante en medio de una situación como la que sobrellevamos en estos meses. Pero que hay que ayudarla dando soluciones concretas a los problemas. Porque la gente ya ha probado más de una vez su capacidad de resistencia. Pero esa también se agota.
Adicionalmente se suma, que la administración de Donald Trump, presiona sistemáticamente sobre Cuba, llevando su política hacia la Isla, a los momentos más difíciles de los últimos 60 años. Ejerciendo fuertes presiones para no entregar los visados a los familiares en Cuba. Amenazando con no permitir llegar petróleo al país. Presionando sobre los mercados que Cuba utiliza. Presionando aún más con multas para la utilización del dólar.
Pues esta administración estadounidense, no cesa en su empeño de cerrarnos todas las puertas posibles.
Amenazando militarmente a Venezuela, Cuba, Nicaragua y a todo el que se le oponga. Volviendo a la Doctrina Monroe. Y apoyándose en las mafias y los sectores de extrema derecha, que han logrado volver a ocupar espacio. Y veremos que más nos tienen preparado, porque esa insistencia no va a terminar con lo que ya vienen haciendo. Preparémonos, porque tienen más contra nosotros.
Cuba vuelve a encontrarse bajo la amenaza de una administración estadounidense, que desea producir un cambio de régimen político en el país. Y Cuba se encuentra ahora en la más compleja situación para soportar el golpe. Aunque enfocando la situación con realismo, disposición y echando mano de las alternativas que parecen posibles, de todos modos, la situación es difícil.
Aunque yo pienso que hay más alternativas. Hay que ser más atrevidos, actuar con más sentido de urgencia, movilizar más las fuerzas que existen, abrir más el campo de las iniciativas individuales y privadas. Existen mecanismos suficientes para sí afloran peligros, detener de inmediato lo que nos pueda hacer daño. Porque el país es organizado y cuenta con fortalezas que le permiten resistir. Además de poseer un gobierno cercano al pueblo, que reacciona con sistematicidad y se ve puesto para tratar de trabajar contra los problemas que nos aquejan.
Entonces, más que nunca antes, la fortaleza que Cuba pueda exhibir internamente, en sus relaciones internacionales, pero sobre todo en la solución de sus problemas económicos, serán la clave para sobrepasar el periodo crítico.
Y esperemos, aunque sin ilusionarnos, que Trump tenga que chocar con todos los obstáculos posibles, que le imponen los pueblos para lograr sus propósitos y que internamente se complique bastante con las amenazas que le acosan. Que son bastantes. Aunque no olvidemos que las soluciones están en Cuba.
Los pueblos latinoamericanos y caribeños se están movilizando, la solidaridad con nuestro país se incrementa. Ayudemos en ello todo lo más que podamos, pero sin ilusionarnos de que nuestras salidas están por esa vía. Nuestra salvación esta en Cuba, en la capacidad que tengamos de movilizar todas las fuerzas que hemos creado, sin limitaciones de ningún tipo, sin burocracia, sin mitos ideológicos, sin miedo a equivocarnos. Cambiando todo lo que tengamos que cambiar y poniendo sobre sus pies o de cabeza, todo lo que tengamos que poner.
Fuente: http://cubayeconomia.blogspot.com/2019/04/las-encrucijadas-de-la-economia-cubana.html?m=1